El paro del transporte del miércoles 30 se potenciará con la adhesión de estudiantes universitarios, que se sumarán a los trabajadores estatales de ATE y los movimientos sociales de la UTEP que ya anunciaron que apoyarán la medida de fuerza de 24 horas contra el gobierno de Javier Milei.
Así se acordó esta mañana entre los dirigentes de la Mesa Nacional del Transporte y un grupo de estudiantes universitarios, en un encuentro realizado en la Federación de Trabajadores Camioneros, en donde los jóvenes “defendieron la educación pública y plantearon las dificultades que deben afrontar ante la quita del presupuesto universitario que llevó adelante Milei con el veto aprobado por Diputados”, según se informó en un comunicado de prensa.
En la reunión, señaló el comunicado, los sindicalistas “plantearon las dificultades de cada sector que golpean a los trabajadores y afectan la economía diaria de millones de familias que son sumergidas en la pobreza, sumando la preocupación de los altos índices de despidos diarios”. “En ese sentido -agregó-, los universitarios expresaron que se van a adherir a la jornada de lucha del 30 de octubre”.
Participaron del encuentro, entre otros, el cotitular de la CGT Pablo Moyano (Camioneros) y su hermano Hugo Antonio Moyano, abogado del gremio; Pablo Biró (pilotos), Juan Pablo Brey (aeronavegantes), Omar Maturano (La Fraternidad), Cristian Jerónimo (empleados del Vidrio), Alejandro Gramajo (Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular, UTEP) y representantes de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) y la Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (FATUN).
De esta forma, la Mesa Nacional del Transporte apuesta a reforzar el paro de 24 horas del miércoles próximo, que amaga con debilitarse si la Unión Tranviarios Automotor (UTA) acuerda el lunes que viene un aumento salarial y se baja de la protesta. El sindicato que agrupa a los choferes de colectivos, que lidera Roberto Fernández, fue uno de los miembros fundadores de la Mesa, pero no estuvo en las últimas dos reuniones de la agrupación y crece la sospecha de que no adherirá a la huelga, e incluso aunque fracasen las tratativas salariales podría realizar un paro propio el martes 29.
Hace tres días, la Mesa Nacional del Transporte ratificó el paro del 30 de octubre que contó con la presencia de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), que anunciaron su adhesión a la protesta.
Rodolfo Aguiar, titular de ATE, informó que el sindicato de estatales comenzará un paro de 36 horas el 29 de octubre a las 12 a través de una movilización el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado y al día siguiente adherirá a la huelga de 24 horas del transporte a través de su representación en organismos como la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), Vías Navegables, la Junta de Seguridad del Transporte, el ex Ministerio de Transporte, la Junta de Seguridad en el Transporte (JST) y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), entre otros.
Por su parte, Alejandro Gramajo, líder de la UTEP, expresó el apoyo de los movimientos sociales a la protesta del transporte a partir del “compromiso de seguir construyendo y articulando medidas para ponerle freno al gobierno nacional de derecha que golpea a los sectores más vulnerables”.
Mientras, la UTA no pudo llegar a acuerdo salarial en la audiencia oficial que tuvo este jueves con los empresarios en la Secretaría de Trabajo y se fijó un nuevo encuentro para el lunes a las 11. Será la última instancia para negociar antes de que venza la conciliación obligatoria, ese día a las 23, y el sindicato de Fernández quede liberado para realizar medidas de fuerza desde el martes.
Si fracasan las tratativas, la UTA baraja alternativas para protestar sin adherir al paro de 24 horas del transporte del miércoles próximo que van desde un paro general de colectivos el martes 29 hasta la realización de una marcha callejera o no cobrar los boletos durante 24 horas.
Fernández, titular de la UTA, no quiere quedar pegado al moyanismo y a los sectores más duros del sindicalismo que promueven la huelga desde la Mesa Nacional del Transporte. El dirigente tiene una impronta dialoguista que lo hace renegar de un enfrentamiento frontal con el gobierno de Javier Milei y, a la vez, se caracteriza por una tradicional rivalidad con los Moyano.