Hussein Ahmad Karaki viajaba por América Latina con varios pasaportes y utilizaba al menos tres alias o apodos: “Abu Ali”, “Rami” y “Saad Az Aldin”. Según los informes de inteligencia, habla bien castellano y portugués porque residió en Brasil y en otros países de la región hasta que tuvo que salir del radar en 1994, luego del atentado a la AMIA en la Argentina. Su cara era muy poco conocida hasta hoy, cuando el Ministerio de Seguridad de la Nación decidió hacer públicas las últimas imágenes disponibles.
El informe oficial, al que tuvo acceso Infobae, revela que en 1992, Karaki estuvo en Buenos Aires y compró el coche bomba utilizado en el atentado de la Embajada de Israel con un pasaporte colombiano a nombre de Alberto León Nain. “Se fue ese mismo día en avión, horas antes de la explosión. Salió desde el Aeroparque Jorge Newbery con rumbo a la ciudad de Foz do Iguazú”, reveló la ministra Patricia Bullrich.
La participación de Karaki en ese atentado ya había sido reflejada por un informe del Mossad, publicado por Infobae en 2022. En ese documento, se asegura que tuvo participación en el traslado de los explosivos desde la Triple Frontera y que fue el comprador de la camioneta F-100. “El 24 de febrero de 1992 Karaki compró la camioneta en la calle Juan B. Justo, en Buenos Aires. En la misma se introdujeron explosivos y sustancias adicionales que sirvieron de detonadores”, detallaba el informe del servicio de inteligencia israelí.
Para comprar el vehículo, Karaki utilizó la fotocopia de un documento brasileño, número 34031567, a nombre de Da Luz Elias Ribeiro, de aproximadamente 30 años de edad.
“Karaki solía viajar a Argentina, tras permanecer varios días o semanas en Brasil y Paraguay, ya numerosos meses antes de la eliminación de Abbas Musawi en el Líbano (16.02.1992). En esa época, mantenía un fuerte vínculo con Samuel Salman Reda, uno de los operativos centrales de la Yihad Islámica en Argentina, quien había sido enviado a Colombia por Hezbollah ya en 1987, y desde ese año actuaba en los países de Sudamérica”, apuntaba el informe del Mossad.
Karaki también tuvo participación decisiva en el atentado a la mutual judía en Buenos Aires.
En la foja 17 del informe elaborado por el Mossad, se sostiene que Karaki, alias “Rami”, ingresó a la Argentina “a comienzos de julio de 1994, desde Foz de lguazú, para perpetrar el atentado a la AMIA”. Habría llegado a Aeroparque con un pasaporte brasileño. “Para esto, habría utilizado el pseudónimo de Lean Alberto Nain. Adermás, Karaki, junto a Khaled Mohammed Kazzem Kazzem, fue quien comandó la célula operativa desde la Triple Frontera”, apuntaba ese dossier.
En tanto, el ex titular de la Unidad especial AMIA, el argentino Alejandro Rúa, reveló en su libro “30 días” que Karaki, de acuerdo a la información de los servicios de inteligencia, se había asentado en la región desde 1991. “Karaki nació en marzo de 1966, en el Líbano. Hablaba portugués y español. Usaba un pasaporte brasilero. Había sido enviado a la región a mediados de 1991 y los espías sostenían que desde 1992 tuvo a su cargo la empresa “El Fortín”, de Maicao, Colombia. Fue señalada como la compañía que adquirió los materiales explosivos que El Reda traería desde Brasil”, describió.
El informe revelado hoy por la ministra de Seguridad de la Argentina, Patricia Bullrich, agrega que Karaki “salió del radar” de las agentes de inteligencia entre 1994 y 2000. A partir de ese año volvió a generar reclutamiento e infraestructura para llevar adelante atentados en la región. Concretamente, se menciona su vinculación con atentados frustrados en Colombia, Venezuela, Chile, Brasil, y en Triple Frontera.
El gobierno argentino de Javier Milei le entregó toda la información a la Fiscalía para la investigación por el atentado a la AMIA, a cargo de los fiscales Sebastián Basso y Julio Gonzalo Miranda, y al juez Daniel Rafecas. En ese informe hay varios fotos del terrorista. Esas imágenes serían de 2004, cuando la dictadura venezolana le otorgó un documento bajo el nombre de David Assi.
En esos trámites migratorios aparece registrado como nacido el 2/6/1968 y un documento número 26458379. La documentación lleva la firma de una funcionaria venezolana, María Guillen.
Actualmente, Karaki estaría en el Líbano, como otros de los acusados por los atentados en la Argentina.