El Gobierno aseguró que el comunicado oficial que nombró a las Islas Malvinas como “Falklands”, la nomenclatura colonial que impuso el Reino Unido, se trató de un “un acto malicioso” y anunció que se le abrió un sumario urgente a un empleado para proceder a “desvincularlo inmediatamente” de su cargo. “Vamos a ir a fondo contra cualquiera que, guiado por la ideología de izquierda, atente contra los intereses argentinos”, manifestó la canciller Diana Mondino, cuando el escándalo político impactaba en los medios, las redes sociales y hasta el Congreso de la Nación.
El incidente se originó tras la publicación en el sitio de la Coordinación de Veteranos y Veteranas de la Guerra de Malvinas, que depende de Defensa, de una noticia que empezaba con el siguiente párrafo: “La ministra argentina de Relaciones Exteriores Diana Mondino recibió este miércoles 16 de octubre a Gilles Carbonier, vicepresidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para tratar la reanudación de las negociaciones del Tercer Plan del Proyecto Humanitario, orientado a la identificación de los combatientes argentinos caídos en las Islas Falklands/Malvinas durante el conflicto del Atlántico Sur de 1982″.
La inclusión en un documento oficial del nombre que usan los ingleses para denominar a las islas sobre las cuales Argentina tiene reclamos de soberanía causó enorme estrépito y a 24 horas de haber subido a la web oficial, fue bajado, eliminado de las bases de datos y se inició una investigación para determinar quién había sido el responsable. Si bien al principio las miradas recayeron sobre el Ministerio de Relaciones Exteriores, debido a que el comunicado tenía como protagonista a Mondino, luego se aclaró que el origen del error estuvo en la Coordinación de Veteranos, un organismo creado en el gobierno de Macri en la órbita del Ministerio de Defensa.
Más allá de las tensiones y las acusaciones cruzadas que hubo entre Cancillería y Defensa cuando el escándalo escalaba en los sitios de noticias, en la televisión, las radios y las redes sociales, desde el Gobierno se coincidió en que el incidente se debió a una acción “maliciosa” y no se descartó que tuviera, inclusive, intencionalidad política, según admitieron a Infobae calificadas fuentes oficiales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores está atravesado por internas permanentes entre diplomáticos de carrera y los sectores que están identificados de manera vertical al ideario libertario que propone Javier Milei. El mismo presidente, de hecho, les envió la semana pasada a los miembros del Servicio Exterior una carta en la que les pidió que aquellos que estuvieran en contra de sus ideas den un paso al costado. Esa misiva cayó pésimo entre los diplomáticos, que sin embargo prefirieron mantenerse con perfil bajo y evitar una escalada con el primer mandatario.
En ese contexto de rebelión contenida, Mondino tuvo en las últimas semanas dos bajas importantes: el vicecanciller Leopoldo Sahores, y el embajador en la ONU, Ricardo Lagorio, dos pesos pesados de la diplomacia, de extensas trayectorias, renunciaron. De todos modos, en el Palacio San Martín salieron a aclarar: “Acá hubo un error del que somos totalmente ajenos”.
Lo cierto es que la ministra Mondino fue la primera que anticipó que se iba a despedir del Gobierno al responsable que nombró a las Islas Malvinas como “Falklands” en un comunicado oficial. “Es absolutamente falso que desde Cancillería haya salido un comunicado donde llamamos a nuestras Islas Malvinas por otro nombre. Respecto de la versión maliciosa publicada en la web del gobierno, estamos identificando al responsable para despedirlo. Vamos a ir a fondo contra cualquiera que, guiado por la ideología de izquierda, atente contra los intereses de los argentinos”, afirmó la funcionaria, en una declaración en su cuenta de X. Y agregó: “Las Malvinas son, fueron y serán siempre argentinas, estamos trabajando para recuperarlas”.
En la misma tónica, poco después, el Ministerio de Defensa publicó un comunicado en el que afirmó: “Ante el acto malicioso realizado en un comunicado en el que se hace referencia a las Islas Malvinas con un nombre no reconocido por nuestro país que afecta a la sensibilidad de todos los argentinos, el Ministro de Defensa, Luis Petri, instruyó a que se le realice un sumario de manera urgente al responsable para desvincularlo inmediatamente”.
“El Ministro recientemente ha reafirmado en todos los foros internacionales su postura sobre la soberanía argentina de las Islas Malvinas, tal como quedó demostrado en la última Conferencia de los Ministros de Defensa de las Américas”, amplió.
De acuerdo a lo que pudo reconstruir Infobae, la comunicación oficial fue publicada ayer en la web de la Coordinación de Veteranos y Veteranas de la Guerra de Malvinas del Ministerio de Defensa. En el primer párrafo de la nota se incluyó la nomenclatura “Islas Falklands/Malvinas”. La publicación generó un fuerte impacto político tanto en las redes sociales como en el propio Congreso, donde la oposición llegó a pedir que la canciller se presente para dar explicaciones de lo ocurrido.
Los principales impulsores del repudio al episodio de nombrar a las Malvinas como Falklands fueron los senadores que representan a Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Pablo Blanco y Cristina López. “Repudio absoluto al comunicado oficial de la Cancillería donde se refiere a nuestras Islas Malvinas como “Falklands”. Diana Mondino das vergüenza. Le faltas el respeto los argentinos y en especial a los fueguinos y fueguinas”, afirmó la senadora kirchnerista.
Más allá de la politización del incidente, las averiguaciones que hicieron en los dos ministerios salpicados, se llegó a la conclusión que hubo una intervención del comunicado original que había elaborado y publicado el 16 de octubre el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde no figuró el nombre Falklands. “Los que participaron de la redacción de ese comunicado tienen conocimiento profundo de la cuestión Malvinas, de ningún modo cometerían semejante acto, porque no sería un error, sería algo mucho más grave”, explicaron a este medio fuentes oficiales.
Es que el comunicado que generó la polémica por la forma en que mencionaron a las Malvinas había dado detalles sobre la reunión que la Cruz Roja Internacional tuvo con el Gobierno para avanzar en la identificación de los restos de los caídos en la guerra de Malvinas que todavía permanecen allí sin nombre. Ese fue uno de los ítems del acuerdo que Mondino firmó con su par británico, David Lammy, y que ya había sido puesto bajo la lupa por una posible flexibilización del reclamo de soberanía.
Ese acuerdo aclaró que se iba a respetar “la fórmula de salvaguardia de soberanía que figura en el párrafo 2 de la Declaración Conjunta del 19 de octubre de 1989″. Esa declaración que se firmó durante la presidencia de Carlos Menem, alude a la fórmula del “paraguas de soberanía”. Los cancilleres acordaron retomar las negociaciones tendientes a finalizar la tercera fase del Plan Proyecto Humanitario conjuntamente con la CICR, así como también organizar un viaje de familiares de caídos a las Islas antes de que finalice 2024, para que puedan visitar las tumbas de los soldados que allí descansan.
En un comunicado oficial se indicó que ambas partes esperaban que “la tercera etapa del proyecto de identificación de los restos de los caídos argentinos sea tan exitosa como las dos primeras. Y que ese proyecto, así como la organización de un nuevo vuelo humanitario al Cementerio argentino cerca de Darwin, permitan traer un poco de paz a las familias de los caídos”. Formó parte de ese consenso, además, “el establecimiento de un nuevo vuelo comercial a las islas que tenga escala mensual en Córdoba, que facilitará los viajes no sólo de los familiares de los caídos, sino también de muchos veteranos que viven en las provincias del norte”.