La presentación por parte del bloque de La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires de un paquete similar a la Ley Bases por impulso de Karina Milei generó fuertes ruidos en el PRO, a pesar de que estaban en vías de un conformar un acuerdo electoral y por cierta colaboración en el Ejecutivo. El jefe del bloque amarillo nacional, Cristian Ritondo, que responde a Mauricio Macri, le planteó la incomodidad generada en su partido al asesor de Javier Milei, Santiago Caputo, durante una visita hoy a la Casa Rosada por otros temas.
Además, los porteños convocaron a una reunión de urgencia con la legisladora Pilar Ramírez, que responde a Karina Milei y es la principal firmante del extenso proyecto que busca reducir el gasto público y modernizar la estructura administrativa en la Ciudad.
El encuentro empezó esta tarde a las 16 y termino pasadas las 17, con Néstor Grindetti en representación del jefe de gobierno porteño, Jorge Macri. Pero no se llegó a un acuerdo claro y los libertarios evalúan cómo avanzar ante las quejas de la Ciudad. Una posibilidad sería que cajoneen el proyecto hasta haberlo discutido con sus socios -sin quienes, por otra parte, no lograrían avanzar-. Otro camino, menos probable, sería avanzar sin miramientos.
“Era claro que no iban a salir de acá con un acuerdo cerrado”, dijeron en Uspallata. “Ellos tienen la libertad de presentar el proyecto, veremos qué trae. Pero muchas de las reformas que proponen se están haciendo en el gobierno ya. Hay que ver si parte de lo que tiene adentro el proyecto ya está encaminado”, deslizaron, con una dosis de ironía contra la seriedad de la medida en la que colaboró jurídicamente el titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), Nicolás Alberto Pakgojz.
Por ahora los mileistas no definieron cómo seguirán, pero dan la batalla simbólica y aseguran que es “falso” que no consultaron. “Grindetti sabía”, dijeron. Además, remarcaron que tres legisladores amarillos de la órbita de Patricia Bullrich firmaron el proyecto. En el PRO despotrican: la relación con esos diputados porteños de su propio espacio es inestable, dicen. Y aseguran que se entraron de la iniciativa la noche previa a que trascendiera. El problema es que, más allá de esa notificación, no hubo un consenso previo sobre la letra de un proyecto que afecta a la administración porteña.
La incipiente disputa se gestó a instancias de Karina Milei, a pesar de que estaban prosperando las negociaciones entre el consultor Caputo y Mauricio Macri. Por caso, la semana pasada, el ex mandatario fue habilitado para nombrar a una técnica de su órbita al frente de la Secretaría de Energía, y se estaba discutiendo el desembarco de un diputado del PRO, Martín Maquieyra, en el directorio de YPF, entre otros eventuales cargos para expertos o dirigentes amarillos.
Además, las dos fuerzas están en proceso de pergeñar la estrategia electoral para el año que viene en la Ciudad y en la Provincia. Y armaron una coordinación más fina de la agenda legislativa entre Ritondo y el presidente de la Cámara de Diputados nacional, Martín Menem, en paralelo a encuentros íntimos bilaterales y los de “seguimiento parlamentario” en Casa Rosada, con Caputo y los funcionarios del ala política de Guillermo Francos.
Karina Milei tiene un plan propio en la Ciudad: quiere presentar a candidatos en las Legislativas de 2025, sin necesariamente acordar con los Macri. Y con vistas a disputarles el bastión que administran hace dos décadas en las elecciones de 2027. En el PRO vieron la jugada de Ramírez en la Legislatura como una manera de marcarles la cancha, y consideraron que no se están respetando los lineamientos del acuerdo nacional entre el Gobierno, a través de Santiago Caputo, y Macri.
Ritondo le planteó esta incomodidad a Santiago Caputo después de la reunión de coordinación política que tuvieron hoy con un grupo de legisladores radicales. Y, según dejaron saber en su entorno, quedaron en evitar las “rispideces” a cambio de consensuar de manera conjunta los detalles del proyecto. En la sede del gobierno porteño, en cambio, los ánimos estaban algo más caldeados. Por ahora desde ambos lados estaban a la expectativa del posicionamiento del otro.
No es la primera disputa del Gobierno con la Ciudad. Durante meses, Milei lidió con las insistentes quejas de Jorge Macri por la coparticipación, en una batalla donde el alcalde estuvo secundado por Mauricio, su primo y jefe de PRO. Aquella discusión terminó, a priori, con un acuerdo que rubricaron con el titular de Economía, Luis Caputo, y el propio Milei, con foto incluida.
La movida de Karina Milei dejó en ascuas a los macristas porteños, que remarcaron su predisposición para acordar “todas” las decisiones en la Legislatura con sus socios. En el entorno del ex mandatario, en tanto, deslizaron que “nadie tenía idea” de los planes de los libertarios porteños con aval de la Secretaría General de la Presidencia, aunque no se mostraron sorprendidos. Karina Milei, saben, es reacia a dejar “entrar” a PRO a la administración o pactar una alianza de iguales. Excepto cuando se trata de dirigentes que, como Patricia Bullrich, se suman sin condicionamientos ni banderas institucionales ajenas a La Libertad Avanza.