Serán tres semanas de campaña. Escueta, intensa y partidaria. A partir de hoy Cristina Kirchner comenzará una serie de recorridas para llevar su mensaje al territorio y juntar adhesiones de cara al 17 de noviembre, día en que competirá con el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, por la presidencia del PJ Nacional.
La ex mandataria tiene pensado realizar actividades en localidades del conurbano bonaerense pero también en el interior del país. Está estipulado que sean unas tres apariciones por semana, más su participación en las redes sociales y la campaña diaria que harán los candidatos a consejeros que integran la lista “Primero la Patria”.
Las actividades serán similares a las que realizó en las últimas semanas, cuando visitó la parroquia San José, en La Matanza, y recorrió las obras que lidera el padre Nicolás “Tano” Angelotti. O su recorrida por la Universidad Nacional de Avellaneda, el Día de la Lealtad, pocas horas antes de que Axel Kicillof encabece un acto en Berisso. En esa oportunidad tuvo una charla mano a mano con los estudiantes. Ese será el estilo de sus apariciones públicas.
En el contexto de campaña es que el lunes se lanzaron las mesas “Cristina Presidenta”, que es un encuentro de dirigentes locales y nacionales que sirve para plantear los pormenores de la interna y comenzar a juntar militantes que puedan fiscalizar la elección partidaria.
El primer encuentro que se realizó fue en la sede de SMATA en Quilmes. Allí estuvieron la intendenta local, Mayra Mendoza, el secretario adjunto del gremio, “Paco” Manrique, y la secretaria general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Judiciales, Vanesa Siley.
“Hay que militar mucho, hay que ser respetuosos del trabajo que necesitamos hacer para poder ganar esta interna. Porque aunque parezca injusto, increíble, hoy Cristina tiene que ir a una interna dentro del PJ porque hay quienes creen que pueden disputarle la conducción a la mujer que fue dos veces presidenta y vicepresidenta”, dijo Mendoza en ese plenario.
Una clara muestra del enojo que existe en las filas K por la decisión de Ricardo Quintela de llevar al límite la interna pero, al mismo tiempo, una señal contundente de la decisión de militar la candidatura de la ex jefa de Estado sin dar márgenes. Cristina Kirchner y sus dirigentes más cercanos están dispuestos a llevar adelante una campaña que pase por arriba el mensaje del riojano. Que sea apabullante, expansiva y dinámica.
En lo que va de la semana también hubo un encuentro en San Vicente encabezado por el intendente Nicolás Mantegazza y otro en Cañuelas, que lideró la intendenta Marisa Fassi. Este miércoles se realizarán mesas en La Matanza, donde estará el secretario general de SMATA, Ricardo Pignanelli, y el presidente del bloque de diputados bonaerenses de Unión por la Patria, Facundo Tignanelli. También habrá una actividad en Lanús.
El viernes habrá encuentros en Ezeiza y Brandsen, mientras que el sábado la actividad central será en Hurlingham. Para la semana que viene está previsto que haya mesas en Avellaneda, Merlo, Malvinas Argentinas y en algunas provincias. La intención del kirchnerismo es tener una campaña dinámica y muy activa en el corto plazo que tienen para hacerla.
El objetivo es que en todas esas mesas haya referentes locales y uno o dos candidatos de la lista nacional. Presencia, mensaje nítido y reivindicación de la figura de CFK. Para el fin de semana en el Instituto Patria, que funciona como comando de campaña, tienen pensando un cronograma con una intensa actividad militante, que tendrá el acompañamiento de los gremios SMATA y la UOM. Habrá recorridas para conversar con los afiliados. Una campaña de cercanía acotada a la elección partidaria.
Ayer el kirchnerismo dio claras muestras de que quiere competir si o si. CFK siente que si la llevaron al límite de las urnas, entonces debe demostrar su fortaleza y volumen político en la elección. Tiene que dejar en claro que su liderazgo está vigente y que la discusión de poder que abrió Quintela morirá en el corto plazo. Está convencida que lo logrará.