La vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, echó a 20 empleados transitorios involucrados en comisiones bicamerales y en los próximos días irá por una cifra mayor, según pudo confirmar esta noche Infobae. La decisión de quien comanda la Cámara alta se suma a la del viernes último, que desactivó a 38 trabajadores nombrados en la planta permanente por Cristina Kirchner en octubre pasado, antes que finalizara su gestión en el Congreso.
Según argumentó Villarruel, la ley del empleado legislativo -24.600- define como “personal de planta temporaria al empleado que fuera contratado para cumplir funciones a las órdenes de un legislador nacional, en un bloque partidario o funciones de asesoramiento político en una comisión permanente o especial, unicameral o bicameral”.
A ello se sumó en la resolución que “el artículo precedentemente citado -el 49- establece que ‘en ningún caso podrá asignarse al personal de planta temporaria tareas propias del personal de planta permanente”. Tras ello, la Vicepresidenta consideró que “no subsisten razones de servicio excepcionales que justifiquen” la permanencia de los agentes en cuestión “en tales dependencias, y que en todos los casos han terminado los mandatos de las autoridades de las respectivas comisiones que los designaron”.
El viernes pasado, Villarruel firmó el primer decreto en función de las conclusiones de la Comisión de Análisis de Dotación (CAD) de la Cámara alta, creada en mayo pasado. Con dicha medida, ya son 419 las personas que cesaron en sus funciones a partir de la llegada de la nueva conducción del Senado. Ahora, se le suman estos 20 despidos sobre agentes transitorios de comisiones bicamerales.
Entre los documentos que analizó la CAD estuvo la resolución RSA 847/2023, que había dispuesto la incorporación de 138 agentes a la planta permanente, entre los cuales “se identificaron irregularidades en el cumplimiento de los requisitos para la incorporación de agentes, incluyendo falta de idoneidad y vacantes”.
Días atrás, una investigación de Mariel Fitz Patrick y Sandra Crucianelli en Infobae reveló que si bien Argentina y España albergan poblaciones similares -el país ibérico tiene 48.797.875 habitantes a julio de este año y, el nuestro, 45.892.285, según el último censo de 2022- los integrantes del Senado español son 266, más del triple que los 72 de Argentina. No obstante, el presupuesto para este año de la Cámara alta española es menos de la mitad de la partida anual que tiene vigente el Senado argentino.
Además, el Cuerpo de la nación europea tiene un presupuesto de 68.321.836 euros, según los datos publicados en el área de Transparencia de su página web. A la cotización del Banco Nación del 9 de octubre, equivalen a $72.352 millones de nuestra moneda. Esa cifra es el 45% del plan de gastos que tiene vigente el Senado argentino para 2024, $160.599 millones, tal como indica el sitio oficial de Presupuesto Abierto.
El 6 de junio pasado, la Cámara alta activó una resolución para que la planta permanente y un sector de los trabajadores temporarios estén obligados a marcar su asistencia. Fue una metodología pensada para aumentar los controles y descartar picardías de potenciales “ñoquis”.
Las recientes decisiones de Villarruel generaron revuelo en despachos no sólo de la oposición más férrea -en referencia al peronismo y cristinismo del interbloque Frente de Todos, que comanda José Mayans-, sino también en el sector dialoguista e, incluso, en el propio oficialismo libertario. Los ruidos internos fueron amortiguados gracias a la actividad más tranquila que tuvo el Senado en las últimas semanas, que incluyó el viaje de la vicepresidenta a España y al Vaticano, y la actualidad de la titular de la Cámara alta en Neuquén desde este martes, que continuará mañana. Mientras tanto, se aguardan definiciones sobre una eventual sesión el jueves 31 de octubre.