Después de presentar su lista para competir con Cristina Kirchner por la presidencia del PJ Nacional, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, viajará a Córdoba, la provincia más anti K del país, para exponer su propuesta y tratar de juntar adhesiones para su proyecto político partidario.
Estará en la provincia el miércoles y el jueves de esta semana pero su visita -según está estipulada hasta el momento- será exclusivamente en un contexto partidario. Tal es así que no está pautado un encuentro institucional con el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, que tiene agendado un viaje a Neuquén.
El “Gitano” decidió jugar a fondo el último fin de semana, cuando presentó una lista propia para competirle la conducción del partido a la ex presidenta. Luego de varios idas y vueltas, decidió no asistir a la reunión pactada con CFK y jugó a fondo para sostener una alternativa. Sabe que tiene buenas chances de perder, pero no lo toma en cuenta como un costo político a pagar.
Sobre el filo de la medianoche del sábado sus apoderados presentaron la lista que lleva como uno de los vicepresidentes al ex mandatario de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, que esta mañana dijo que CFK armó una “lista porteña” y advirtió: “Hay un hartazgo y deseo de salir del fracaso, eso es mucho más fuerte que las decisiones de un gobernador”.
“Cristina no lidera nada, es un liderazgo de conflictos. No es una conducción política, genera los conflictos para liderarlos ella misma, es lo más feo que se puede producir en política”, sostuvo el puntano, que este año, durante el congreso nacional del PJ, se había quejado del método de definiciones del peronismo, apuntando a la ex mandataria y La Cámpora.
Quintela desembarcará en Córdoba, la provincia que tiene un electorado con un marcado perfil antikirchnerista. Tal es así, que en ninguna lista amparada por los Kirchner ha llegado a los dos dígitos en las últimas elecciones. Incluso tampoco le fue bien a Sergio Massa en las últimas elecciones, con un perfil distinto pero aliado a los K.
El presidente del PJ de Córdoba es Juan Schiaretti, pero no hay ninguna reunión armada. El peronismo cordobés tiene la decisión de no meterse en la interna del partido a nivel nacional. Hace tiempo que se fueron - después del conflicto por la Resolución 125 que aplicaba retenciones móviles a la soja - y nunca más volvieron. Sobre todo por la enemistad que se generó con la cúpula del kirchnerismo.
Los cordobeses tienen la cabeza puesta en construir un espacio de centro que el año que viene compita en un puñado de provincias. “No vamos a ser ni cristinistas ni mileistas”, indicaron cerca del gobernador cordobés, que aspira a edificar Hacemos por la Argentina, una fuerza política de centro, que contenga a varios dirigentes de lo que supo ser Juntos por el Cambio a nivel nacional y que de lugar a un armado más amplio para el 2027.
En uno de los discursos previos al cierre de lista, Quintela aseguró que tenía la intención de convertirse en un puente para que dirigentes como Schiaretti, Florencio Randazzo, Juan Manuel Urtubey, Miguel Pichetto -todos alejados del peronismo- regresen al partido. “Son peronistas que tienen que venir a aportar y fortalecer al movimiento nacional”, sostuvo. Quiere erigirse como la contracara del kirchnerismo.
La visita a suelo cordobés es organizada por el ex senador nacional Carlos Caserio, y lo ex diputados Eduardo Di Cola y Olga Riutort. Los tres son de Córdoba y con candidatos a consejeros nacionales en la lista del “Gitano”. Son el nexo del riojano con la provincia.
Quintela apuesta a construir una campaña montada en la épica de ganarle a Cristina Kirchner y terminar con su ciclo político. Sabe las limitaciones que tiene respecto al armado político que edificó, en comparación con el de la ex presidenta, pero tiene decidido jugar a fondo. “No tiene nada para perder”, repiten algunos dirigentes que forman parte de su grupo político. Aún así, la duda de si llegará en pie al día de la competencia perdurarán durante las próximas tres semanas.
En el grupo del riojano sigue girando la idea de que hay que forzar la postergación de la elección porque no alcanza el tiempo para organizarlo. Esa determinación la debe tomar la junta electoral del partido, que es el órgano encargado de organizar y fiscalizar la elección partidaria. Como estrategia para desgastar a CFK, ya no sirve.
En el kirchnerismo, por el contrario, tienen decidido ir a fondo y competir. “Si quieren jugar, vamos a jugar”, indicaron cerca de la ex mandataria. Para CFK ahora no hay excusas que valgan y la competencia, programada para el 17 de noviembre, debe realizarse. Están convencidos que ganarán por una diferencia muy grande. “Será un triunfo aplastante”, sentenció un dirigente de su confianza.