El Presupuesto 2025 ya tiene una clave para que se sancione en el Congreso: varios bloques de la oposición “dialoguista” en Diputados y el Senado demandan un “corsé” para que la Casa Rosada no pueda aprovechar diferencias multimillonarias entre lo que se apruebe en una eventual ley y lo que, de manera potencial, quede liberado para que redireccione a gusto el Ejecutivo.
Un negociador que participa de las charlas paralelas entre La Libertad Avanza y los dialoguistas explicó a Infobae: “Estamos en una situación complicada. El mercado espera una ley y sería muy delicado regalarle una nueva prórroga al Ejecutivo. Se van a sentar en una montaña de plata en pleno año electoral. Por eso queremos encorsetar entre lo que prevé el oficialismo y lo que, en principio, pasaría. De esa forma, quizá consigamos algo para lo que sea, llámese obra pública, universidades”.
Desde un despacho legislativo coincidieron con dicho panorama e incluso agregaron: “Vamos a imaginar que se limite la potestad del Ejecutivo si sobra plata en el Presupuesto 2025. Si nos ponemos muy puristas con ese tema, le regalamos la ventaja para que baje más impuestos y le quede toda la ganancia para el Presidente. Ya nos salieron mal las últimas jugadas para insistir ante los vetos. Hay que pensar bien los próximos movimientos”.
La última descripción, lógica y sincera, corrobora lo contado por este medio el fin de semana último. En particular, con el bloqueo a la insistencia de la ley que vetó Javier Milei para mejorar el presupuesto universitario, una batalla que comenzó de manera espontánea y masiva en las calles, con todo para ganar y para que la Casa Rosada canalizara el reclamo.
Su desenlace no fue por el mismo sendero, con usuales pícaros que se apropiaron de la compulsa para, sin número -ruptura atroz del primer mandamiento legislativo-, forzar una sesión en el recinto que confirmó la actualidad de una pésima oposición, en general. Además, significó un regalo más que generoso a un Gobierno -mismo con jubilaciones-, al que acusan de no entender nada de política.
Al consultar a generales libertarios sobre lo que quiere la oposición para el Presupuesto 2025, la frase de un legislador top fue contundente. “Se cansaron de pedir un plan de gastos. ¿Ahora lo van a rechazar? ¿Nos van a regalar ese tremendo relato si no dejan sin eso para atemorizar al mercado y desestabilizarnos? ¡Genial!”, enfatizó a Infobae.
Mientras tanto, la iniciativa continuará con su debate en la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, que comanda el diputado oficialista José Luis Espert. Es él una de las tres patas del esquema de diálogo definido por la Casa Rosada, con la supervisión y una promesa de canal fluido entre Martín Menem y Victoria Villarruel.
En tanto, por el Senado estará el titular provisional, el contador puntano Bartolomé Abdala -con guiño del jefe de bloque oficialista y quien comanda la comisión de Presupuesto y Hacienda, Ezequiel Atauche-; y, por el Ejecutivo -pese a algunas resistencias por malos movimientos del pasado reciente-, el vicejefe de Gabinete y visitador de despachos legislativos, José Rolandi.
La mecánica adoptada tiene el visado del discreto subsecretario de Gestión Institucional de la Secretaría General de Presidencia, Eduardo “Lule” Menem. Es decir, de la hermana del jefe de Estado, Karina Milei. Las dudas que quedan para el corto plazo aparecen por las eventuales apariciones y llamados del asesor presidencial premium Santiago Caputo, de vínculos más que fluidos con algunos diputados y senadores dialoguistas.
El Presupuesto 2025 tiene una directiva principal: La Libertad Avanza no apuraría un dictamen en Diputados hasta que no exista un trato formal -con potencial número que avale lo consensuado- en el Senado. En la Cámara baja preocupa el viaje de legisladores a las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Extendería los plazos pensados para dictaminar, sesionar y enviar el proyecto a la Cámara alta.