Javier Milei prepara una nueva cena política de lunes en Olivos, esta vez con gobernadores del Norte del país, incluyendo a dos del PJ y dos de fuerzas locales, para agradecerles el apoyo al veto contra la ley de financiamiento universitario.
En la Casa Rosada consideran que los convocados, Osvaldo Jaldo, Raúl Jalil, Gustavo Sáenz y Hugo Passalacqua deben ser premiados, en contraste con los referentes de otras fuerzas que no acompañaron. Pero en el fondo subyace el intento de blindar su apoyo también para la ley de Presupuesto y para bloquear la iniciativa de la oposición dura para modificar la ley de DNU.
La dinámica de recepciones con invitados especiales que respaldan iniciativas del Gobierno empieza a volverse habitual: tras su anterior veto, Milei había invitado a una cena en la residencia presidencial a los 87 diputados considerados “héroes” por el oficialismo que respaldaron el veto a la recomposición de haberes jubilatorios. Principalmente formaban parte de PRO, principal aliado, y el MID, conformado por miembros de La Libertad Avanza que integran de manera informal la fuerza oficialista. Pero en esa ocasión también convidaron al ágape a legisladores de la UCR y partidos provinciales.
La convocatoria al asado del lunes 21 ya se hizo, y en las provincias aún no terminan de confirmar si asistirán. Lo más probable, de todas formas, es que asistan sin excepción, deslizaron en las gobernaciones. De parte del Gobierno probablemente acompañen a Milei, como la vez anterior, su hermana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, que regresa el domingo de su visita a Francia; los dos funcionarios del ala política, Guillermo Francos y Lisandro Catalán; y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. A la anterior comida también habían sumado a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo “Lule” Menem y el vocero presidencial, Manuel Adorni, y Santiago Caputo, pero sobre ellos no hay confirmación alguna.
El asado será al regreso de la mayoría desde Mar del Plata, donde se celebra el coloquio de IDEA del que participa hoy el jefe de Estado, y donde más temprano disertó el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. En un Congreso adverso, la charla distendida será un gesto para bloquear las iniciativas queempezaron a impulsar con fuerza desde la semana pasada Encuentro Federal y el kirchnerismo, en paralelo pero en sintonía, para modificar la ley de DNU. Los referentes más distantes quieren dificultarle la aplicación de esa herramienta institucional al Gobierno, que tiene minoría legislativa y serias dificultades para aprobar o defender sus iniciativas.
También, en pleno debate por el Presupuesto 2025, donde sin la ayuda de otros aliados, además de los de PRO, el oficialismo podría verse obligado a prorrogar una vez más la ley de 2023. Aunque en el Gobierno aseguran que manejar las cuentas con parches y a discreción les conviene, ponen en la balanza también que una derrota en esa batalla podría perjudicar su perfil ante los mercados.
La saga de agradecimientos con vistas a un blindaje de sus medidas empezó con Mauricio Macri, a quien Milei accedió a otorgarle, vía Santiago Caputo, un lugar estratégico en el Gobierno. Ayer se confirmó que una técnica de la mesa técnica de PRO, María Tettamanti asumirá al frente de la secretaría de Energía y reportará, como habían pedido desde el partido, a Emilio Apud, cuadro de confianza del ex mandatario. Además, Caputo empezó a recibir personalmente y con mayor frecuencia a Cristian Ritondo, presidente del bloque macrista en Diputados, y acordaron impulsar la famosa “agenda legislativa conjunta” de la que hablan hace meses pero que no se puso en marcha.
Complicado por la amenaza de los dos tercios opositores, a pesar de su sesgo independentista y anti casta el Gobierno se ve compelido una vez más a contener a los referentes de los partidos y fuerzas provinciales que no forman parte de La Libertad Avanza. Pero más allá de los gestos, en las provincias esperan medidas concretas. Cuando Milei presentó el Presupuesto frente al Congreso, su anuncio sobre un fuerte recorte de 60 mil millones había puesto en alerta a los jefes provinciales, incluso los dialoguistas. Pero la semana pasada, con el segundo veto, instruyeron a los pocos legisladores que les responden para que voten a favor de LLA o bien se ausenten para facilitarle los números a Milei.