Cristina Kirchner apuntó sin filtro contra Axel Kicillof. Fue durante una reunión en la sede de SMATA, que conduce Ricardo Pignanelli, quien fue elegido por la ex presidenta como uno de los candidatos a vicepresidente al PJ Nacional. “Los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más”, sentenció en referencia al gobernador bonaerense.
En el evangelio Poncio Pilatos fue uno de los responsables de la crucifixión de Jesús. Fue quien firmó su sentencia a muerte baunque previamente intentó indultarlo tras la condena a muerte que le había impuesto una asambkea de judíos. Después de hacerlo se lavó las manos para dar una señal de que no tenía responsabilidad sobre esa muerte. Judas Iscariote fue un apóstol que traicionó a Jesús. Las referencias bíblicas fueron utilizadas por Cristina para describir lo que para ella hoy es Kicillof.
Según pudo reconstruir Infobae a través de fuentes gremiales, la ex mandataria tuvo una reunión con sindicalistas, intendentes y dirigentes políticos horas antes de cerrar la lista para su candidatura al PJ Nacional. Sin nombrarlo, mostró todo su enojo y decepción con Kicillof. “No estamos eligiendo entre San Martín y Belgrano. Me hace ruido y me provoca dolor que haya gente que no se defina”, dijo por la disputa entre ella y Ricardo Quintela.
En el encuentro estuvo presente Máximo Kirchner y la primera plana de La Cámpora, entre la que se destacan la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; y los senadores Eduardo “Wado” de Pedro y Mariano Recalde. Además hubo intendentes del conurbano del riñón de la ex presidenta como Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Federico Otermin (Lomas de Zamora), Gustavo “Tano” Menéndez (Merlo), Gastón Granados (Ezeiza) y Mariel Fernández (Moreno).
También estuvieron dirigientes de largo recorrido en el peronimos como la ex diputada Teresa García; el titular de la AGN, Juan Manuel Olmos; el ex gobernador de Tucumán Juan Manzur, el ex ministro de Agricultura Julián Domínguez, el senador provincial Juan Pablo de Jesús y el titular de la AFIP Carlos Castagnetto.
“Ningún dirigente es víctima. La única víctima en este país es la gente”, fue el otro duro mensaje dedicado a Kicillof. Es la misma referencia que, por lo bajo, hacen en el camporismo respecto al gobernador bonaerense. Lo acusan de victimizarse y de dejar en manos de sus lugartenientes los cuestionamientos a la conducción de CFK.
Como nunca antes había sucedido, la ex presidenta criticó a su ex ministro de Economía con mucha dureza. “El que tiene que hablar con Quintela es Axel, que es el que lo apoya; porque sus ministros son los que están buscando avales para él”, explicó, advirtiendo sobre la intención del riojano de jugar a fondo en la elección del PJ.
“¿Alguien se imagina a un ministro de Néstor Kirchner juntando avales para Chiche Duhalde en 2005 o un ministro mío juntando avales para De Narváez en 2009? ¿Qué estás haciendo hermano? Hacete cargo”, sentenció. Quienes formaron parte del acto la notaron molesta y contundente en sus palabras. Sin margen a la doble interpretación.
Respecto a la reconstrucción del espacio político, la ex mandataria le dijo a los dirigentes que la escucharon durante una hora: “Debemos construir y armar un espacio más amplio que el peronismo para articular con otros sectores. Debemos romper el cascarón. No mirar para adentro. Hay que salir a buscar a los jóvenes”.
Además, aclaró que “el peronismo está a la defensiva” y que se debe “volver a articular para poder recuperar la iniciativa” y convertirse “en alternativa de gobierno”. “Nadie que tenga responsabilidad de gestión puede estar al frente del partido porque el peronismo no puede terminar siendo rehén del gobierno nacional”, explicó, sobre su parecer respecto a los motivos por los que Ricardo Quintela no dería ni competir en la elección del partido.
“Es de total sentido común: ¿Cómo podés gobernar una provincia y pretender estar en Buenos Aires al frente del PJ en este momento? Es totalmente imposible y demuestra un alto grado de irresponsabilidad”, agregó. Es el mismo argumento que esgrimió Gildo Insfrá ante ella cuando le propuso ser candidata y que el kirchnerismo duro repartió en tono crítico.
Además de hablar de la interna, la ex presidenta puso el foco en la política internacional porque cree que es un tema que el PJ debe tener en su agenda de prioridades. “Somos un partido sin ninguna conexión ni conectividad con el mundo. Hay 25.000 internacionales y hoy no estamos en ningún lado”, señaló.
“En un mundo complejo que, además, no sabemos cómo va a ser el resultado de la elección en Estados Unidos… si gana Kamala van a seguir las guerras convencionales. Si gana Trump van a empezar las comerciales. Comercial o convencional, vamos a tener un mundo en guerra”, dijo sobre la próxima elección en el país del norte.
En ese sentido, reflexionó: “¿Y la Argentina cuándo ha tenido un gobierno que pueda visualizar los resquicios de esa geopolítica internacional? Pero no para insertarse en el conflicto como hace este infeliz que nos mete en cuanto despelote hay en el mundo”. La referencia a Javier Milei quedó clara. Después agregó: Para colmo siempre del lado de los malo. No para eso. Sino para, precisamente, con un interés nacional superior poder ver qué es lo que nos conviene hacer”.
Entre los sindicalistas presentes estuvieron Vanesa Siley (Sitraju), Pablo Flores (AEFIP), Daniel Ricci (FEDUM - Docentes universitarios), Cholo Rubén García, Eduardo Doval y Hernán Doval (Municipales), Carlos Minucci (APSEE - Energía), Carlos Ortega (SECASFPI), Norberto Di Próspero (APL), Héctor Etin Ponce (ATILRA), Juan Speroni (SAONSINRA - Obreros Navales), Andrés Lobato (UOM), Beto Fantini o Carlos Molinari (Carne) y José “Vasco” Minaberrigaray (SETIA, textiles),
También la escucharon Héctor Amichetti (Federación Gráfica Bonaerense), Víctor Santa María (SUTERH), Sonia Alesso (CTERA), Sergio Palazzo (Bancarios), Fabián Cattanzaro (Vialidad), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Daniel Catalano (ATE Capital), Carina Maloberti (ATE Senasa Capital), Cristian Vander (Telefónicos) y Nicolás Morrone (SUMRA - Motoqueros).
La ofensiva de Cristina Kirchner llegó 24 horas después de que Axel Kicillof convocara a la unidad y reivindicara las gestiones de gobierno de la ex presidenta. “Unidad, unidad, unidad”, pidió el gobernador bonaerense en Berisso. Su pedido no fue correspondido por su madre política.