“Si algo quiere la derecha es vernos divididos, nunca me van a ver buscando divisiones”. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó un acto multitudinario en Berisso para celebrar el Día de la Lealtad peronista donde reivindicó su gestión y optó por confrontar nuevamente con el presidente Javier Milei. Fue al filo de la resolución de la interna del Partido Justicialista, donde él apuesta a una unidad en el espacio.
La frase inicial de esta nota fue una de las referencias implícitas que lanzó el gobernador en días de definiciones a lo que hace la vida interna del peronismo que, hasta este jueves, se encamina a ir a una interna entre la ex presidenta Cristina Kirchner y el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela.
“Axel presidente...” le cantaba la militancia. En la antesala a su discurso, el intendente de Berisso Fabián Cagliardi que hizo de anfitrión fue más directo: “Amigo, te tenés que hacer cargo del país”, le dijo frente a miles de personas. En el escenario, Pablo Moyano se reía junto al titular de UPCN, Andrés Rodríguez y soltaba un tímido aplauso. La cúpula de la CGT dijo presente en la tarde de este miércoles en Berisso, en una presencia que se trabajó con sigilo y dejó conforme al esquema que trabaja para la construcción de Kicillof. El ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, hizo de enlace para conseguir una foto de amplitud sindical que se tomó detrás del escenario antes de que empiece el acto. Infobae había adelantado la presencia de la plana mayor cegetista. Los hermanos Daer, algo refractarios al esquema kirchnerista, también fueron ubicados sobre el escenario al igual que Julio Piumato y Juan Carlos Schmid entre otros.
Durante su discurso, Kicillof confrontó con el presidente Javier Milei, habló de que él a diferencia del presidente tiende puentes con todos los sectores -incluso con el Papa Francisco- y que el peronismo ganó las tres veces en la Provincia en las elecciones del año pasado.
“Al futuro no lo vamos a escribir solo los dirigentes, lo tiene que construir el pueblo en la calle. La cuestión no es comprometerse con el peronismo, es hora de comprometerse con la patria y la patria no se vende”, lanzó en otra señal hacia adentro. A la misma hora, la ex vicepresidenta Cristiana Kirchner difundía imágenes de distintos encuentros en vistas a la conducción del PJ nacional. En el Instituto Patria, CFK se reunía con los senadores nacionales Sergio Uñac (San Juan) y Sergio Rodas (Chaco) y Wado de Pedro (Buenos Aires).
“No me interesa disputar ninguna interna, mi responsabilidad es ofrecer a los bonaerenses un escudo que atenúe lo que está haciendo Milei. Quiero colaborar con la construcción de una alternativa superadora”, deslizó en otro mensaje hacia adentro. Dijo que quiere “colaborar con la construcción de una alternativa superadora”, y que la única pelea que le interesa “es la pelea contra las políticas de Milei”.
“El año que viene le vamos a poner un freno a Milei y vamos a empezar a construir una nueva esperanza colectiva”, agregó en otro pasaje. La militancia le pidió por la candidatura a la presidencia en 2027. Fiel a su estilo, Kicillof se distanció pese a que la litrugia del acto, con él en el centro de la escena, comunicaba otra cosa.
En lo concreto, Kicillof no romperá relación con Cristina Kirchner, ni por la conducción del PJ ni por el rumbo del peronismo. “Los días más felices fueron con Cristina”, dijo sobre el escenario. Detrás suyo lo escuchaban dirigentes que apuestan a que sea Kicillof quien conduzca ese nuevo proceso. El gobernador bonaerense dijo que “está para colaborar”.
Bien cerca de Kicillof se ubicaron la vicegobernadora, Verónica Magario; los ministros Carlos Bianco y Andrés Cuervo Larroque; los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenda), Julio Alak (La Plata) y Fabián Cagliardi (Berisso).
Pero también hubo presencia de otros intendentes que oscilan entre los diferentes espacios del peronismo como Federico Achával (Pilar), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Andrés Watson (Florencio Varela), Gastón Granados (Ezezia). Entre el mundo de intendentes sorprendieron algunas presencias como la de Fernando Espinoza -acusado por una denuncia de presunto abuso sexual- o la del intendente de Morón, Lucas Ghi cercano al esquema de Nuevo Encuentro que comanda Martín Sabbatella, hoy socio político del líder de La Cámpora, Máximo Kirchner.
En La Cámpora plantean que Cristina es la conducción. Lo hicieron durante el acto que Máximo Kirchner encabezó en La Plata semanas atrás y lo vienen ratificando en diferentes intervenciones mediáticas algunas referentes del espacio como la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza o la senadora nacional, Anabel Fernández Sagasti para citar algunos casos. También plantean su “sorpresa” porque el gobernador bonaerense no se manifestó públicamente por la candidatura de Cristina Kirchner al frente del PJ.
La relación con La Cámpora no es la misma que supo tener con Cristina. Las ausencias del día de hoy fueron elocuentes. No hubo ningún ministro provincial que forma parte de la organización que lidera Máximo Kirchner en Berisso. Tampoco los intendentes propios como Mayra Mendoza (Quilmes), Damián Selci (Hurlingham), Julián Álvarez (Lanús), Nelson Sombra (Azul), Maximiliano Wesner (Olavarría), Fernando Raitelli (Brandsen), Iván Villagrán (Carmen de Areco), Waldemar Giordano (Colón) o Federico Susbielles (Bahía Blanca).
Una comitiva de intendentes del interior peronista este miércoles llegó toda junta en una trafic junto al ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis.
“Mi opinión sobre las cosas que se estuvieron discutiendo: unidad, unidad, unidad”, fue la respuesta sobre el escenario. Un discurso que se siguió con atención no solo en Berisso. También planteó que “los mejores días siempre fueron peronistas” y que “los días más felices fueron con Cristina”; para dejar en claro que -a priori- su problema con CFK, más allá de la fallida reunión de esta semana entre ambos.
“Los días mejores que se vienen tienen que estar en el futuro. Falta mucho y no es momento de candidaturas. Ese futuro mejor lo vamos a hacer con el ejemplo de Perón, Evita, Néstor y Cristina, con nuestras convicciones para que escuche Milei: la dignidad no es un negocio, los derechos no se miden por la ganancia, la solidaridad no es una transacción y la libertad solo es posible con justicia social, la vida no es un mercado y la patria no se vende. ¡Viva Perón, carajo!””, cerró su discurso.
El acto terminó con la marcha peronista, versión original. Lo que resta hacia la discusión interna del peronismo es esperar. Tras el acto, detrás del escenario un dirigente peronista apostó un asado que iba a haber unidad. Cerca de Kicillof creen que el sábado podría sellarse esa instancia que lanzó a viva voz el gobernador a dos cuadras del llamado kilómetro cero del peronismo.