El conflicto entre el Gobierno y las universidades nacionales por la emergencia presupuestaria se profundiza. La Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) anunció ayer que no inscribirá nuevos estudiantes en dos carreras del área informática, debido a la imposibilidad de invertir en tecnología y sostener el plantel de profesores.
Aseguran que se trata de una decisión “no deseada, pero inevitable”. Las carreras afectadas, hasta nuevo aviso, son la Tecnicatura Universitaria en Programación Informática y la Licenciatura en Informática.
Cabe destacar que la inversión nacional en educación cayó un 40% este año en comparación con 2023. La baja fue de 40,2% si se analizan los fondos vigentes para la función “Educación y Cultura” dentro del presupuesto nacional. Y si se analizan sólo los fondos de la Secretaría (ex Ministerio) de Educación de la Nación, la caída en 2024 fue del 43% en términos reales, según el último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación.
“La universidad no puede garantizar el acceso en condiciones adecuadas a dichas carreras”, indica el comunicado de la UNQ, publicado este miércoles en redes sociales y en el sitio oficial de la universidad. Actualmente más de 5.500 estudiantes están inscriptos.
“Ambas propuestas académicas del área informática han tenido un crecimiento exponencial. En años previos, las exigencias planteadas por el desarrollo de estas carreras en progreso fueron atendidas con apoyo del Estado Nacional y con el compromiso de recursos propios”, se añade en el texto.
En tanto, la universidad precisa que la “situación presupuestaria” que la gestión de Javier Milei plantea para el próximo año imposibilita la inversión en tecnología necesaria para el dictado de clases, restringe los contratos e incluso hace “cada vez más difícil” retener a los profesores.
Ambas carreras seguirán dictándose para los estudiantes actuales, al tiempo que se mantendrán las propuestas de formación profesional cortas y vinculadas al área tecnológica. “Se espera que el actual apremio económico se revierta para poder retomar la inscripción de nuevos estudiantes”, cierran.
Conflicto universitario
El ajuste de la inversión educativa nacional aplicado este año no tiene antecedentes comparables en los 40 años de democracia. Solo hubo una reducción interanual similar en 1992 (con una caída del 41%), como consecuencia de la Ley 24.049 de 1991, que estableció la transferencia de las escuelas secundarias y los institutos terciarios de la órbita nacional a las provincias, en el marco de una reforma estructural del Estado.
En esa línea, docentes y no docentes universitarios realizan hoy una nueva medida de fuerza convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, en reclamo por la recomposición de los salarios y la ampliación del presupuesto educativo previsto para 2025. El “plan de lucha” abarca también el avance de las tomas estudiantiles de más de 40 edificios de establecimientos públicos en todo el país.
Durante el miércoles se impulsaron cortes de calle, clases públicas y una “marcha de las velas” desde Plaza Houssay –sede de varias facultades de la UBA– hasta el Palacio Pizzurno, donde funciona la Secretaría de Educación del Ministerio de Capital Humano, el organismo estatal del que dependen las universidades. La marcha fue impulsada por la Federación Universitaria Argentina (FUA), con respaldo del Frente Sindical. También hubo movilizaciones en otras ciudades del país, como Rosario y La Plata.
Hay paros previstos para el lunes 21 y martes 22 de la próxima semana. A partir del 23 de octubre habrá clases públicas todos los miércoles a las 12 del mediodía frente al Congreso de la Nación.
“En noviembre vamos a realizar marchas regionales donde se van a establecer puntos de encuentro en distintos lugares del país para que la sociedad defienda la universidad pública y se realizará un encuentro federal universitario en la Ciudad de Buenos Aires”, anticipó Jorge Anró, secretario adjunto de Fatun, a Infobae.