El dirigente peronista y periodista Santiago Cúneo presentará el próximo miércoles el segundo volumen de su obra “Democracia Confederal”, que propone desde una visión nacionalista, volver a los orígenes fundacionales de la Argentina, mediante una reforma constitucional que permita enfrentar a “un gobierno de ocupación”, como calificó a la administración que encabeza Javier Milei.
“Milei es, en esencia, el representante de turno de las aspiraciones británicas en la Argentina de toda la vida. Es el coloniaje llevado a la navegación, a los recursos naturales, a la dependencia en el eje OTAN y todo lo que representa un alineamiento hacia el mundo occidental anglófilo que no es de tradición argentina. La Argentina es occidental, hispánica”, afirmó el ex precandidato presidencial, en diálogo con Infobae.
Según explicaron los organizadores, la presentación del libro será el 16 de octubre, a las 18:30, en el Club Español de la ciudad de Buenos Aires, en Bernardo de Irigoyen 172, primero piso. En el encuentro hablarán directivos de la editorial Ciccus, el referente peronista Julio Bárbaro, y finalmente será el turno de Santiago Cúneo. “Están todos invitados”, afirmó el autor.
“Es imperativo porque tenemos un gobierno de ocupación, porque este gobierno representa el 100% de las aspiraciones británicas del dominio del territorio argentino. Con lo cual nuestra posición hoy es absolutamente necesaria y urgente para llamar la atención del pueblo argentino en cuanto a la verdadera confrontación y al verdadero eje de de discusión del ser argentino: acá no está en juego ser radical o peronista, está en juego patria o antipatria”, consideró.
“El libro lo que explica es cómo salir de la República por la vía de una reforma de la Constitución hacia un modelo confederal que le devuelva a las provincias la administración de sus riquezas, de su soberanía política, igual a los municipios en sus autonomías y la construcción de un país y una patria que se base en una coparticipación invertida, donde el Estado central viva de las provincias y no las provincias de las dádivas del Estado central que las saquea”, afirmó Cúneo.
“Planteo una salida sistémica del fracaso y no una alternativa electoral. Hasta acá hemos tenido una víbora bicéfala, donde la alternancia bipartidista o bifrentista ha sido siempre funcional a la continuidad del fracaso”, consideró el autor y agregó: “Para salir del fracaso no hay que salir de un problema de nombres, ni de hombres o de mujeres. Hay que salir del sistema e ir hacia un modelo exitoso, que para los legos o los menos entendidos de cómo funciona una confederación, si bien tiene un formato republicano de fachada, una confederación exitosa, son los Estados Unidos de Norteamérica”.
Cúneo resaltó que la Argentina “también nació preexistente como un sistema confederal, porque las provincias existían antes que la Nación. Que la organización política y la Constitución de 1853. Yo publico en el libro para que todos lo puedan leer los pactos preexistentes que nadie permite leer cuando se compra una Constitución y el Preámbulo dice que se basa en los pactos preexistentes, que no se deja deja leer”.
“La gente va a poder con este libro acceder a los textos de los pactos preexistentes confederales que dieron origen a la Patria de los argentinos y que no han permitido acceder a su lectura, salvo en alguna edición comparada cuando estudian los abogados, pero que no tiene trascendencia social o política en el sentido de hacer popular y conocido que la Argentina es de origen confederal”, precisó el periodista.
El dirigente peronista destacó la necesidad de “vencer el unitarismo porteño, saqueador y absolutamente antipatria, ha servido para la expoliación y la transferencia de la renta”, mediante “el modelo confederal”, que fue “vencido en la batalla de Caseros, en la cual Urquiza, traicionando a la Confederación, alquiló los servicios de mercenarios portugueses para vencer a Juan Manuel de Rosas”.
“La Argentina nunca ha dejado de tener la presencia unitaria trabajando para los intereses de Inglaterra, con lo cual la vuelta al origen confederal es nuestra segunda independencia: una la tuvimos de España, ahora la tenemos que tener de Inglaterra”, afirmó.
Prólogo de Democracia Confederal II
Por Julio Bárbaro
Santiago Cúneo intenta con su libro convocar a una epopeya y sin duda lo logra. En un momento de nuestra sociedad donde pensar está reducido a la economía, a los contadores, a los empleados del egoísmo y a los grandes grupos, Cúneo revisa la historia argentina toda. Juzga sin temor a la guerrilla y a la represión. No olvida a Roca, ni a Dorrego. Tiene una profunda aversión a ese imperio inglés que siempre fue nuestro enemigo.
El libro es extenso, rico y jugoso. Recuerda a Favaloro y pone en él la metáfora del esfuerzo de una sociedad que no respeta la grandeza, el pensamiento, ni la dignidad. Caímos en manos de los vivillos, de los enanos. El libro cuestiona profundamente la idea del Estado y en consecuencia, desnuda la pobreza de nuestra triste concepción de República, reivindicando la vitalidad de la idea de confederación.
Si hay algo que queda claro es su lealtad al pensamiento peronista, y es desde ahí donde demoniza las veleidades intelectualoides del progresismo y sus enfermizas variantes marxistas. El valor importante del escrito está en los jóvenes lectores, que encontrarán en él una moderna concepción de la tradición y la historia, de la dignidad y el patriotismo.
Su desarrollo sobre la grieta desde esa supuesta superioridad que ostentan las minorías oligárquicas, revela la esencia de nuestro conflicto. De esa triste visión del egoísmo que suelen poseer los colonos y que arrastra a las sociedades a una patética situación de dependencia.
No hay patriotismo, si no se asume la igualdad y la dignidad de la totalidad de los habitantes. Queda de sobra en claro el enfrentamiento entre el patriotismo popular y las dependencias de las minorías, cada golpe de Estado intentó justificarse con la idea de salvar la patria, sembrando siempre muerte y pobreza.
Cúneo plantea su mirada sobre Putin y Rusia; sobre Ucrania y Estados Unidos. Es realmente un intento de imponer, de definir una concepción de nuestra sociedad frente al mundo, algo que hoy desgraciadamente lastima por su ausencia.
Sin dudas es él Santiago Cúneo, el que todos conocemos: provocador, discutidor, duro, digamos el ‘no amansado’, por eso que algunos llaman el don de gentes. En un momento tan triste como el presente genera bronca, genera reacción, y él se da por tocado por ese dolor de una historia que se deshace en manos de los negocios, de los enanos, de los economistas, de los ateos, de los masones. Un presente del que se apropiaron los enemigos de la patria, los extractivistas, los que esperan llevarse el litio y la minería, los que Moisés y Konikov definían como rentistas. La Argentina productiva fue de Irigoyen, de Alvear, de Perón. La Argentina parásita nace en el 76 y no termina de dañarnos.
El autor logra una pasionalidad racional o una racionalidad apasionada que, para mi gusto, es digna de que la juventud recorra, es digna de que la tomemos como una convocatoria al grito, al alarido, a la salida de esta medianía en la que hoy los intereses económicos nos han inmerso. Cúneo recupera lo mejor: el amor a la política, que es el amor al pensar el conjunto de la sociedad, del destino colectivo. Él lo piensa, lo desarrolla y lo hace en concreto.
El debate al que convoca es tan duro como profundo y doloroso. Asume la desesperación del momento de la coyuntura que transitamos. Pero la esperanza está vigente. El sueño de la epopeya está presente en todo el desarrollo del libro. Su trama invita a la reflexión e invoca a la coherencia, a la necesidad de una nueva generación de jóvenes que le devuelva a nuestro pueblo la grandeza de transitar el camino del destino colectivo: la nueva generación que se viene asomando a la política, encontrará en estas páginas una explicación del pasado y una fuerte motivación para actuar en el presente. No hay mejor regalo de la historia que la posibilidad de volvernos trascender.