El dirigente sindical Mario Manrique oficializó su renuncia a la CGT, anunciada hace 5 días, mediante una carta en la que no menciona sus fuertes críticas contra el sector dialoguista y, en cambio, basa su decisión en el “cúmulo de tareas y responsabilidades” que actualmente tiene como diputado nacional de Unión por la Patria y secretario adjunto del SMATA, “lo cual hace imposible que continúe en el cargo con la responsabilidad y dedicación que este merece”, según afirmó en la nota.
De esta forma, se concretó otra fase de la crisis interna de la CGT a través del portazo de su secretario Gremial, el tercero en la jerarquía de la central obrera, ante los cuestionamientos del ala dura cegetista a las negociaciones que mantiene la fracción dialoguista con el gobierno de Javier Milei.
Más allá de su dimisión, el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) no se irá de la CGT, ya que los cargos en el Consejo Directivo les pertenecen a los sindicatos y no a cada dirigente que lo integra, por lo que les corresponderá a las organizaciones gremiales decidir el nombre de su reemplazante. En este caso, el lugar que deja Manrique será ocupado por Laura Lorenzo, quien lo secundaba hasta ahora en la Secretaría Gremial de la central obrera.
El sector dialoguista de la CGT cree que si Manrique no puso por escrito sus críticas es por una “bajada de línea” del titular de SMATA, Ricardo Pignanelli, que, aseguran, no comparte la postura de su secretario adjunto de abandonar la conducción cegetista ni su militancia ultrakirchnerista.
Hace 5 días, Manrique anunció su renuncia porque “la CGT se convirtió en cuatro o cinco dirigentes que discuten a escondidas”, al criticar a los dialoguistas que negocian con el Gobierno.
“La CGT se enoja cuando en momentos electorales la política la dejan de costado -declaró a Futurock FM-, pero nunca asume un compromiso, siempre están navegando en ese río del medio a ver en qué orilla se paran según la conveniencia de algunos actores”.
El dirigente de SMATA se quejó de que la CGT “no hizo una conferencia de prensa para explicar qué habló con el Gobierno; qué está discutiendo; si no consiguen los logros, qué están discutiendo; qué vamos a hacer; cómo nos vamos a parar enfrente de la problemática social y laboral que tenemos”.
“Esta CGT a mí no me representa -agregó-. Renunciaré yo, pero el gremio seguirá ocupando el lugar con la representante que es mi subsecretaria (en alusión a Laura Lorenzo)”.
De todas formas, el gremialista dejó afuera de sus críticas a Pablo Moyano: “Lo quiero mucho, pero Mario Manrique se va de la CGT. De la conducción es al único que respeto por la coherencia”.
El dirigente de Camioneros había insinuado su renuncia a la CGT pocos días de Manrique luego de reunirse con Cristina Kirchner en el Instituto Patria: también criticó a sus colegas del ala moderada de la CGT porque “dialogar con el Gobierno no sirve para nada” y sugirió su alejamiento de la central obrera al advertir que “después del 30 de octubre veremos si continuamos”.
“No entiendo eso de ir a hablar con funcionarios que cagaron a palos a jubilados y le quieren sacar el presupuesto a las universidades”, sostuvo Pablo Moyano, luego de lo cual consideró que “hay un montón de cosas que deberían discutirse en la CGT y no se están discutiendo”.
Los dialoguistas no se tomaron tan en serio la amenaza del dirigente del Sindicato de Camioneros: “Pablo ya amagó con renunciar hace dos años y después se terminó quedando”, destacó uno de sus referentes en alusión a lo sucedido en septiembre de 2022 cuando, molesto porque los dialoguistas no lo invitaron a una comida con Alberto Fernández en la Quinta de Olivos, el secretario adjunto de Camioneros dejó trascender que se iría de la CGT, aunque finalmente no renunció.
En la CGT se profundizaron en las últimas semanas las diferencias entre el sector moderado, que negocia con el gobierno de Javier Milei y no quiere hacer otro paro general, y el ala dura, minoritaria, que integran Pablo Moyano y Manrique, que busca profundizar la lucha contra la Casa Rosada.
Pablo Moyano, ahora nuevamente cerca de Cristina Kirchner, rechaza el diálogo con los funcionarios libertarios y se abroqueló en la Mesa Nacional del Transporte, con otros 6 colegas del sector, para enfrentarse al Gobierno mediante la realización del paro de 24 horas del 30 de octubre.
Moyano y Manrique, que están agrupados en el Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona), son conocidos por su identificación con el kirchnerismo (sobre todo el dirigente de SMATA) y por sus declaraciones polémicas. Manrique, por ejemplo, fue el sindicalista que dijo en 2023 que había que “prenderles fuego” a los empresarios que participaban del Foro Llao Llao. Además de su cargo en la CGT, que acaba de dejar, ocupa una banca de diputado nacional de Unión por la Patria.
Como integrante de la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara Baja, Manrique protagonizó un escándalo el 20 de agosto pasado: le dijo “maricón” y “te voy a arrancar la cabeza” a su colega del PRO Fernando Iglesias, quien, en una reunión de ese grupo legislativo, criticó al sindicato de mecánicos (SMATA) por haber colaborado supuestamente con la dictadura militar.