A 72 horas de la sesión en Diputados donde el oficialismo logró blindar el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, con ayuda del PRO y de legisladores radicales y peronistas, el conflicto no desescala en tensión. Varias instituciones permanecen tomadas, se convocó a un nuevo paro general para la semana que viene y toda esa ebullición podría derivar en otra marcha federal para reclamar más fondos para funcionamiento y salarios docentes.
Frente a este panorama, el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, sumó un escenario apocalíptico: “Si el Gobierno logra llevar adelante el presupuesto que propuso, no tengo dudas que las clases el año que viene no se van a poder dictar”. Insistió: “Si se aprueba con la mitad de lo que pidió el Consejo Interuniversitario Nacional, no tengas duda de que las universidades el cuatrimestre que viene no van a poder abrir”.
Entrevistado por Infobae, además, el dirigente radical replicó las críticas del gobierno libertario sobre la falta de auditorías y cuestionó la posición general del PRO, clave para el triunfo parlamentario de La Libertad Avanza, y al ex presidente Mauricio Macri en particular: “No se puede difamar una institución que hace grande a la Argentina para justificar un voto. Eso me parece que es cruel”.
- Le pido una reflexión, un balance sobre la votación en Diputados y el blindaje al veto del presidente Javier Milei...
- La reflexión que nos deja es tristeza por no haber podido mantener la Ley de Financiamiento de las universidades, que permitía recuperar algo de lo perdido en este año, como procesos de investigación que están parados, el salario de los trabajadores, que en lo que va del año han perdido casi la mitad del sueldo con respecto a la inflación. Pero también veo una puerta de una esperanza porque fueron muchos los diputados, casi 160 diputados, que votaron a favor. Y creo que es importante que esa mayoría se traduzca en el nuevo presupuesto para corregir esta situación.
La tarea que tenemos todos los que nos toca ser parte de la universidad pública es ir al Congreso, hablar con los diputados, plantear cada una de las de las problemáticas que estamos teniendo, tratar de responder cualquier pregunta que tengan. Mostrarnos abiertos a dialogar, a mejorar, pero conseguir el compromiso de estos 160 diputados para recuperar en el presupuesto que viene lo que se perdió este año.
- Uno de los argumentos que que planteó el Gobierno desde el inicio del conflicto es el tema de las auditorías. ¿En qué estado están esas auditorías?
El Gobierno, desde que arrancó, lo único que hizo fue atacar a las universidades. La sociedad se tiene que quedar tranquila que, dentro del Estado nacional, las universidades públicas tienen sistemas de auditoría interna y externa. Externamente, la Auditoría General de la Nación viene auditando las universidades y las va a auditar el año que viene, ya aprobó el próximo programa. Eso es importante, porque es el control que no hacen las universidades sobre sí mismo. También hay cuerpos internos de auditoría, por ejemplo, en el caso de la Universidad de Buenos Aires.
Esas auditorías están publicadas. Vos entrás a la página de la Universidad de Buenos Aires, vas a un sector que se llama Transparencia, tenés publicadas las auditorías internas y toda la información que permanentemente hay que mandarle por ley al Ministerio de Educación y a la Contaduría General de la Nación. El gobierno, para justificar algo que hace que está mal, lo que está tratando de hacer es agredir o ensuciar a la institución pública que, creo, más confianza inspira en la sociedad.
- ¿Y por qué piensa que el Gobierno insiste en hablar de falta de auditorías?
- Porque quiere justificar algo muy difícil de justificar, que es terminar con las universidades nacionales.
- ¿La idea del Gobierno es cerrar la universidad pública?
- Vamos hacia ahí. Yo no me imagino la Argentina sin universidades. Casi el 80% de los médicos en la Argentina salen de la universidad pública, el 90% de los odontólogos salen de la universidad pública. Es hoy la única herramienta que tiene la sociedad en la cual alguien que tiene muchos recursos se cruza en la misma aula con alguien que tiene menos recursos, y los dos de ahí en adelante dependen en base al esfuerzo.
Creo que el Gobierno, como es difícil dar esa discusión, porque es difícil justificar que vos preferís comprar aviones de guerra, cuando no hay ningún conflicto en la Argentina, por el mismo monto que te sale en todo el año el presupuesto de la Universidad de La Plata y la Universidad de Córdoba juntas. Es difícil de justificar que preferís bajarle los impuestos a los más ricos en la Argentina que mantener el sueldo de los profesores o de los investigadores de la universidad. Entonces, lo que se hace es pretender poner un manto de duda sobre si son centros de adoctrinamiento, si se inventan alumnos o si se auditan.
Si el Gobierno estuviese preocupado por las auditorías, lo que hubiese hecho en todo este año es constituir la Comisión de Diputados que lleva las auditorías y mandar los miembros a la Auditoría General de la Nación que tiene que mandar la Cámara de Diputados.
- ¿Eso no sucedió?
- Eso hasta ahora no se hizo. Independientemente de eso, la Auditoría General de la Nación sigue funcionando. A ver, en la Universidad de Buenos Aires vino trabajando y pedimos que continúe trabajando para el 2025. En el último informe del Colegio de Auditores, que se aprobó esta semana, hay más de una docena de universidades que van a estar en el plan de auditoría, incluyendo la UBA.
Cuando se insiste en la mentira de que se inventan alumnos, o que los planes de estudios no se renuevan o que hay cosas que no se estudian o que no existe libertad de cátedra, lo que se está tratando de hacer es justificar algo que uno está haciendo, y que sabe que la sociedad no lo aprobaría. Se puede auditar todo lo que quiera. Nunca una universidad pública rechazó una auditoría, jamás.
- En una declaración pública planteó que detrás de la votación en Diputados había pactos políticos o había acuerdos políticos, sobre todo por la posición que tomó el PRO... ¿Lo sigue pensando?
- Yo lo que creo es que, efectivamente, el ex presidente (Mauricio) Macri hizo eso (un acuerdo político con Javier Milei). Digo, primero se pronunció a favor de las universidades y, después de una reunión que tuvo con con asesores del Gobierno, que fue pública, atacó a las universidades, pero básicamente insistiendo con estas cuestiones falsas. En el fondo, para ese espacio político las universidades son como globos: en la campaña hablo de las universidades, después dejo que pase lo que pasó el otro día y, si en el medio me puedo poner en valor con el presidente, mejor ¿no? Y creo que esas son las cosas que la sociedad está viendo y que vio el miércoles en la Cámara de Diputados.
Lo que no se puede hacer es hablar a favor de la universidad pública y justificar el brutal recorte que está haciendo el Gobierno nacional.
- Insisto en el tema de los acuerdos políticos, ¿piensa que tuvieron que ver con la integración de las fuerzas o de los bloques o integración de exfuncionarios del macrismo al Gobierno de La Libertad Avanza?
- No lo sé. Uno se entera de esas cosas por los medios. No tengo certezas. Lo que yo sí sé es que el ex presidente agredió puntualmente a la Universidad de Buenos Aires diciendo cosas falsas, insistiendo en estos ataques para poner en duda la transparencia, para justificar cómo le iba a pedir a su bloque que votara a favor de un ajuste brutal contra la educación. Lo que no se puede hacer es difamar una institución que hace grande a la Argentina para justificar un voto. Eso me parece que es cruel.
- Dentro de los 84 votos que que blindaron el veto presidencial hubo cuatro radicales y una abstención, el legislador Cervi. Son los mismos que acompañaron al Gobierno en el veto a la movilidad jubilatoria. ¿Qué puede pasar con esos legisladores?
- Para juntar ese número el oficialismo junto a diputados de varios partidos. En el caso del radicalismo, se tomó una decisión: había que estar presente y había que votar a favor de la Ley de Financiamiento de Universidades. Y ya lo había hecho con los jubilados. Y con los que votaron de otra manera distinta en un tema troncal, como es la educación pública, los jubilados, están ahora siendo sancionados. Lo importante es que el resto de los partidos, me parece a mí, haga lo mismo. Lo ideal sería que el resto de los partidos que dice defender la educación pública haga lo mismo que hizo el radicalismo con los que no la defendieron.
- ¿Por ejemplo, el peronismo?
- El peronismo. Tanto en la ley de los jubilados como en esta ley, hubo más diputados peronistas que radicales que votaron con el Gobierno. El único que tomó cartas en el asunto fue el Partido Radical.
- ¿Cómo sigue el conflicto?
- Lo primero es tener el desafío de mantener las universidades abiertas. No se le puede dar el gusto al ni al gobierno nacional ni al a los que votaron en contra de esta ley de tener las universidades cerradas. Tenemos que hacer los esfuerzos que sean necesarios. Obviamente va a haber jornadas de lucha, jornadas de protesta, es lógico que haya jornadas de debate, va a haber clases públicas. Porque la situación es muy angustiante. Un profesor que es jefe de servicio del Hospital de Clínica cobra 1.400.000; un trabajador no docente de la categoría más baja hoy está cobrando menos de 500.000 $ por ir a trabajar ocho horas. En muchos casos no lo pueden hacer. Esto efectivamente trae un conflicto.
- En términos concretos, si la situación no cambia y si se mantienen las diferencias con el Gobierno, ¿cuán posible es, efectivamente, un cierre de las universidades públicas?
- Si el gobierno logra llevar adelante el presupuesto que propuso, yo no tengo duda que las clases el año que viene no se van a poder dictar. Hoy los trabajadores perdieron la mitad del salario. El proyecto del año que viene lleva el porcentaje de inversión del 0,73%, que fue el último presupuesto en el 2023, al 0,43%, algo similar a países como Venezuela. Si eso pasa, no va a haber condiciones para el funcionamiento. ¿Cómo vas a hacer para decirle a un trabajador que pueda venir? Ni siquiera van van a venir los que abren las puertas. Si el presupuesto se aprueba como lo mandó el Congreso, con la mitad de lo que pidió el Consejo Interuniversitario Nacional, no tengas duda de que las universidades el cuatrimestre que viene no van a poder abrir.
-El presupuesto o la proyección para el 2025 es de 3.8 billones de pesos, ¿cuánto es necesario para funcionar?
- El Consejo Interuniversitario Nacional pidió el doble. El presupuesto que el Gobierno está proponiendo para el 2025 es un presupuesto que hace inviable que las universidades abran sus puertas.
- En pleno debate, durante su intervención, el diputado Pichetto dijo que el Gobierno cree que ganó, pero que realmente perdió. ¿Piensa que esto puede impactar a futuro en la credibilidad del Gobierno o del Presidente?
-A mí no me sorprende que. Milei dijo esto cuando hizo campaña. Por ahí, algunos creían que no lo iba a hacer. Lo que sí me sorprende son todos esos diputados, o todos esos senadores, esos representantes del pueblo que hablan a favor de la educación pública y que avalaron este ajuste. Eso sí pierde credibilidad. Los que van a perder credibilidad son los que los que dicen defender la educación pública y avalan este tipo de ajustes.