En el marco del plan para poner en valor a las Fuerzas Armadas, el Gobierno ya tiene previsto destinar en el 2025 cerca de 500 millones de dólares para el denominado Fondo Nacional de la Defensa (Fondef), creado para comprar equipamiento bélico, aunque todavía hay dudas respecto de cuál será el presupuesto destinado a salarios y gastos corrientes del sector militar.
De acuerdo con lo que pudo saber Infobae, el financiamiento para este año de esa partida, que técnicamente tendría que ser de 0,8 puntos del total de ingresos del Poder Ejecutivo, fue de tan solo USD 70 millones, por lo que esta actualización representaría un incremento del 614% por parte de las autoridades nacionales.
La cifra ya les fue adelantada a los jefes castrenses por parte del ministro de Defensa, Luis Petri, y fue celebrada por los altos mandos, que ven la posibilidad de avanzar con las adquisiciones de varios vehículos que estaban en carpeta.
Por un lado, con el dinero del Fondef el Estado Mayor Conjunto podría pagar sin problemas las siguientes cuotas previstas en el contrato por la compra a Dinamarca de las 24 aeronaves de combate F-16 Fighting Falcon, la primera de las cuales llegaría a Buenos Aires a mediados de marzo próximo.
Se trata de aviones de cuarta generación, con elementos de quinta, que poseen un avanzado sistema, que incluye pantallas multifunción en la cabina, sistemas de navegación por satélite y capacidad de comunicaciones seguras.
Al ser uno de los vehículos utilizados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), su incorporación a la Fuerza Aérea incrementaría las posibilidades de que la Argentina sea incorporada como socio externo de esa organización, como pretende la actual administración del presidente Javier Milei.
A mediados de abril pasado, por instrucciones del mandatario nacional, el propio Petri viajó a Bruselas, Bélgica, para mantener una serie de encuentros con directivos de esa alianza militar y solicitar formalmente la adhesión como “socio global”.
Según explicaron a este medio importantes fuentes entendidas en el tema, convertirse en miembro de esa entidad, incluso de baja categoría, le permitiría a la Nación acceder a mejores ofertas y agilizar los trámites para comprar material bélico a importantes proveedores, como los Estados Unidos, Francia y Alemania, entre otros.
Hasta el momento, los socios globales de la OTAN son Australia, Colombia, Corea del Sur, Etiopía, Filipinas, Irak, Japón, Liberia, Mongolia, Nueva Zelanda, Pakistán, Taiwán (República de China), Sudáfrica, Tailandia y Timor Oriental.
Sin embargo, una de las trabas para ingresar a la organización podría ser el gasto que actualmente la Argentina destina a la defensa, que es uno de los más bajos de la región, siendo hasta el 2022 del 0,4% del PIB, según datos del Banco Mundial.
En el 2014, la entidad acordó que sus miembros plenos aumenten hasta -al menos- 2% de su producto interno bruto en defensa nacional y conjunta, y que además destinaran el 20% de los gastos anuales a la compra de equipamiento militar.
En este sentido, si bien en las Fuerzas Armadas se celebró el aumento para el Fondef, todavía hay dudas respecto de cuál será el porcentaje del Presupuesto del 2025 que será destinado a cuestiones de funcionamiento (salarios, mantenimiento de inmuebles, servicios, etc.).
El proyecto de la denominada “ley de leyes” ya fue presentado por el presidente Javier Milei en el Congreso, pero recién se está debatiendo en comisión, por lo que en la cúpula castrense esperan un mensaje político por parte del ministro de Defensa para que la cifra sea del doble de lo que se destinó para 2024, con un Presupuesto que fue prorrogado del año anterior por falta de acuerdo legislativo.
Por otra parte, la suba en el Fondef también le servirá al Estado Mayor Conjunto para avanzar en las negociaciones para la adquisición de Vehículos de Combate Blindados a Ruedas (VCBR) 8x8, los cuales serían entregados al Ejército.
Esta idea obtuvo mayor fuerza a partir de que se confirmara que la Fuerza Aérea recibirá los F-16, mientras que la Armada ya tomó posesión del primero de los aviones Lockheed P-3 Orion que se traerán de Noruega para ayudar en el control del mar.
Las autoridades militares y del Ministerio de Defensa, de hecho, ya entablaron conversaciones con sus pares de los Estados Unidos y de Israel para conocer ofertas de este tipo de material, aunque por el momento no se avanzó con ninguna.
Del interior de las Fuerzas Armadas salió la recomendación al Gobierno de que se opte por hacer el trámite con los norteamericanos, teniendo en cuenta, no solo que suelen tener mejor desarrollo en vehículos de guerra, sino que Israel se encuentra enfrentando los ataques del grupo terrorista Hezbolá, por lo que podrían demorar en la entrega.