El Gobierno se enfrentó este miércoles a la batalla legislativa para sostener el veto presidencial al proyecto de financiamiento de las casas de altos estudios y logró imponerse en el recinto de la Cámara de Diputados. El oficialismo mantuvo el veto presidencial en una sesión que, para los parámetros de Diputados, fue bastante ágil y rápida. A la hora de la votación, el tablero mostró que la insistencia alcanzó 160 votos, lo que fue insuficiente para lograr los dos tercios frente a los 84 de quienes votaron en contra y firmaron el fin de la discusión sobre los fondos para las casas de altos estudios.
Aunque la definición estuvo abierta buena parte de la sesión, en los pasillos del Congreso de la Nación se especulaba que el Gobierno estaba cerca de alcanzar los 84 votos que le permitirían bloquear la insistencia y blindar el veto. Finalmente, ese fue el número que consiguió y, de esa manera, obtuvo la segunda gran victoria parlamentaria para La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados, tras el veto a la movilidad jubilatoria. El panel se completó con cinco abstenciones aportadas por los cuatro diputados de Misiones del bloque Encuentro Federal y Pablo Cervi, del grupo de radicales que vienen acompañando al Gobierno.
No figuraron en el panel ocho diputados ausentes: tres de Encuentro Federal —Jorge Ávila, Ricardo López Murphy y Alejandra Torres—, quien ayer estuvo en el Palacio pero anoche adujo tener Covid; por la UCR, Fernando Carbajal; por el PRO, Héctor Stefani; por el MID, Oscar Zago; la salteña Yolanda Vega y María Fernanda Ávila, de Unión por la Patria, quien llegó al Palacio Legislativo pero avisó a la presidencia de la Cámara que no estaba en condiciones y se retiró.
A la hora de observar cómo votó cada uno de los bloques, se encuentra que por la insistencia de la ley, Unión por la Patria aportó 98 votos. La UCR sumó 27 de los 33 del bloque, ya que los diputados Luis Picat, José Tournier, Martín Arjol y Mariano Campero —cuatro de los que votaron a favor del veto por la movilidad jubilatoria— mantuvieron la misma postura y acompañaron al Gobierno. Los dos restantes son Fernando Carbajal, quien se ausentó con licencia, y Pablo Cervi, que se abstuvo, lo que favoreció el bloqueo del veto. A ese número se sumó el respaldo de Encuentro Federal, que aportó 13 de las 16 bancas que tiene.
En tanto, los bloques de la Coalición Cívica (6) y el Frente de Izquierda (5) sumaron la totalidad de sus miembros para el voto positivo. Por el PRO, hubo dos a favor de la ley: Álvaro González y Héctor Baldassi. Un caso particular fue el bloque Por Santa Cruz, que tiene dos miembros. Uno acompañó la insistencia —Sergio Acevedo— y el otro votó a favor del veto —José Garrido—. “El gobernador Vidal puso un huevo en cada canasta”, señalaban en el recinto respecto del accionar de los diputados que responden al jefe de estado provincial.
Por la ley de presupuesto también estuvo el 50% del bloque Innovación Federal. Los diputados de Salta y el de Río Negro acompañaron, mientras que el otro 50% corresponde a los cuatro diputados de Misiones —Alberto Arrúa, Carlos Alberto Fernández, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik— que se abstuvieron, lo que terminó ayudando al oficialismo.
La diputada del bloque FE, Lourdes Arrieta, votó por primera vez en contra de La Libertad Avanza y acompañó el voto positivo, oponiéndose al veto. En la misma línea votaron las dos diputadas de San Juan que conforman el bloque Producción y Trabajo, Nancy Picón y María de los Ángeles Moreno, que también votaron en contra del veto. Sumados todos, el total da 160 diputados en contra de la decisión presidencial.
Por el lado de sostener el veto, la voz cantante la llevó el oficialismo. La Libertad Avanza aportó 39 votos propios, el PRO hizo lo propio con 35, y se sumaron a este grupo uno de CREO —Paula Omodeo—, dos del MID —Zago está de viaje—, cuatro radicales (Campero, Arjol, Tournier y Picat) y tres diputados de Tucumán del bloque Independencia, junto al diputado santacruceño, lo que permitió alcanzar los 84 votos.
En la previa a la sesión reinaba el pesimismo entre varios legisladores que buscaban impulsar la norma, no solo porque sospechaban que la Casa Rosada logró convencer a varios gobernadores que creían de su lado, sino porque entendían que era un mal antecedente antes de la discusión del Presupuesto 2025. “Si perdemos esto, que es el 0,14% del PBI, ¿cómo vamos a discutir partidas a la hora de negociar el Presupuesto?”, señalaba un diputado peronista bastante molesto por el resultado.