El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, recibió en Casa Rosada al flamante interbloque dialoguista “Provincias Unidas”, que preside el senador del peronismo disidente Carlos Espínola (Corrientes). La reunión fue “cordial”, según confiaron varios de los involucrados, y el objetivo de la misma fue recolectar la agenda pendiente de los legisladores y mostrar un buen gesto en medio del debate del Presupuesto 2025, que se inició de manera formal este martes en Diputados.
Francos estuvo acompañado por el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán. En tanto, Espínola se presentó junto a sus compañeros de bancada Lucila Crexell (Neuquén), Edgardo Kueider (Entre Ríos), Edith Terenzi (Chubut), Juan Carlos Romero (Salta) y Alejandra Vigo (Córdoba).
Mientras se desarrollaba el convite aparecieron el vicejefe de Gabinete y usual visitador de pasillos legislativos, José Rolandi; y el poderoso asesor presidencial Santiago Caputo. De hecho, Infobae pudo saber que el último negó, delante de todos, cualquier tipo de negociación entre el oficialismo y la oposición sobre una supuesta ampliación de la Corte Suprema de Justicia.
Caputo se interesó en los pedidos y sugerencias de los senadores. Por caso, preocupan deudas en dólares -algunos intendentes comprometidos-; la resistencia del Gobierno para bloquear una discusión sobre biocombustibles para continuar con un generoso beneficio a petroleras -el asesor de Javier Milei argumentó que esa idea no está relacionada con la producción, sino a una cuestión climática con la que el Gobierno no comulga-; el promocionado hidrógeno verde -fuerte lobby-; la posibilidad de impulsar un mini RIGI para la Puna; y, claro está, los pormenores del Presupuesto 2025.
“Somos un grupo dialoguista, con mirada federal, y tenemos reclamos. Esto no significa un apoyo total en todo, se verá con el Presupuesto en adelante”, manifestaron desde un despacho senatorial a este medio. El problema está, para los eventuales aliados del Gobierno, en quedar atrapados entre los deseos de la Casa Rosada y las necesidades de los gobernadores, sean o no del mismo signo político que los legisladores involucrados.
Bajo ese panorama, muchos asesores fueron este martes al inicio del debate de la ley de gastos para el año próximo, en línea con lo que contó Infobae el fin de semana: un debate en simultáneo en ambas Cámaras y con un interlocutor por Diputados; otro, del Senado; y un tercero, del Ejecutivo.
Con la supervisión y una promesa de canal fluido entre Martín Menem y Victoria Villarruel, en la Cámara baja se ubicará el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el libertario José Luis Espert. En tanto, por el Senado estará el titular provisional, el contador puntano Bartolomé Abdala -con guiño del jefe de bloque oficialista y quien comanda la comisión de Presupuesto y Hacienda, Ezequiel Atauche-; y, por el Ejecutivo -pese a algunas resistencias por malos movimientos del pasado reciente-, Rolandi.
La mecánica adoptada tiene el visado del asesor del Ejecutivo, el discreto subsecretario de Gestión Institucional de la Secretaría General de Presidencia, Eduardo “Lule” Menem. Es decir, de la hermana del jefe de Estado, Karina Milei. Las dudas que quedan para el corto plazo aparecen por las eventuales apariciones y llamados de Caputo, de vínculos fluidos con algunos diputados y senadores dialoguistas, como quedó demostrado en las últimas horas, pese a no aparecer en la foto oficial de este martes con Francos y Catalán.
El Presupuesto 2025 tiene una directiva principal: La Libertad Avanza no apuraría un dictamen en Diputados hasta que no exista un trato formal -con potencial número que avale lo consensuado- en el Senado. “El tema es que si ya no queda casi nada elástico por recortar y se suman exigencias, las novedades no serían tan auspiciosas”, aseveró por la noche un legislador dialoguista.