La sintonía ideológica entre Javier Milei y Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros de Italia, fue inmediata y permitió que el vínculo entre ambos fluya. Se reunieron tres veces en este año, dos en suelo europeo y una en EEUU. La expectativa, ahora, está puesta sobre un cuarto encuentro que sería en Buenos Aires el mes que viene. Es la hipótesis que por estas horas manejan tanto en Roma como en el Gobierno libertario.
Con ese espíritu, y con el objetivo de profundizar los lazos diplomáticos y comerciales, el Jefe de Estado recibió hoy en la Casa Rosada al canciller italiano, Antonio Tajani. El encuentro sirvió para pulir detalles de la posible visita de la líder italiana a Argentina. Minutos después de las 9, el diplomático ingresó por la explanada de Balcarce 50 para estrecharse en un abrazo con Milei.
La idea de la bilateral con Meloni en Buenos Aires se gestó en los viajes de Milei a Italia, tanto a Roma en febrero, como al G7 de Apulia, en junio, pero que ganó fuerza en el cónclave que mantuvieron el mes pasado en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU). De concretarse, la visita oficial de la Presidenta italiana sería a mediados de noviembre, antes o después de la Cumbre de Jefes de Estado del G20, que se hará entre el 17 y 18 del mes próximo en Río de Janeiro.
En el Palazzo Chigi deslizan que Meloni tiene interés estratégico en concretar la invitación de Milei para visitar Argentina y ahondar la relación bilateral. No obstante, los detalles finales estarán sujetos a la agenda de ambos Jefes de Estado, y a las contingencias del sistema internacional.
El Presidente argentino entiende que su vínculo con Meloni consolida su figura como líder de la derecha regional. Mientras que la dirigente italiana emerge como referente de ese espacio ideológico en Europa y reconoce al libertario como un político disruptivo de popularidad global en expansión.
A su vez, la visita del canciller de Meloni a Buenos Aires busca ahondar los lazos diplomáticos y comerciales con Argentina. Así lo manifestó ayer durante un evento en la Embajada de Italia, que tuvo como anfitrión al embajador Fabrizio Lucentini, y que contó con la participación de Daniel Scioli, secretario de Turismo y Deportes de la nación. Fue en el marco de una actividad de diplomacia deportiva que tuvo como host al periodista Daniel Arcucci, quien lució un impecable italiano, y contó con la presencia de referentes del deporte argentino como el futbolista Nicolás Burdisso, la judoca Paula Paretto y el ciclista Walter Pérez.
El vicepresidente del Consejo de Ministros de Italia también estuvo ayer en un encuentro en la Unión Industrial Argentina (UIA), donde participó de una mesa con empresarios italianos y argentinos. Allí se sumó Guillermo Francos, jefe de Gabinete de la Nación. Tajani señaló el interés de Roma en dinamizar el intercambio comercial. En Argentina hay 300 empresas italianas donde trabajan cerca de 20 mil personas. Se estima que facturan en torno a US$ 2.800 millones en sectores como la infraestructura, automotriz y la energía.
Otros temas que estimulan la sinergia entre Milei y Meloni es que Roma apoya el proceso de ingreso a la OCDE que inició Argentina en mayo. Además, Italia respalda la posición de Argentina en contra del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y se suma a la presión internacional para que el país bolivariano exhiba las actas de las elecciones del 28 de julio, en las que el líder chavista se autoproclamó ganador ante el opositor Edmundo González Urritia.
Las negociaciones sobre el Acuerdo Mercosur-Unión Europea
Pero hay un tema que es, acaso, de especial interés mutuo en esta coyuntura global. Tanto Argentina como Italia promueven el Acuerdo del Mercosur con la Unión Europea. Se trata de un histórico tratado comercial, con más de 20 años de vaivenes diplomáticos, que este año ha sido exhumado. “La ventana es ahora”, sostuvo ante Infobae un funcionario italiano con acceso al Palazzo Chigi.
Es que las elecciones del Parlamento Europeo de junio de este año generaron un cambio en la relación de fuerzas en el bloque continental. Hubo un avance de familias de partidos de derecha y ultraderecha en detrimento del centro y la izquierda. Eso generó el debilitamiento de líderes como Emmanuel Macron que encabeza la resistencia al Acuerdo con el Mercosur por la protesta de los agricultores franceses. Como si eso fuera poco, el presidente de Francia perdió las elecciones legislativas de junio y emergió como Primer Ministro dirigente Michel Barnier, que fue ministro de Agricultura en Champs Élysées.
Úrsula Van der Leyen, que renovó como presidenta de la Comisión Europea, es una ferviente impulsora del Acuerdo con el Mercosur y conoce que en este contexto los defensores de ese pacto ganaron peso en el Parlamento continental. “El momento es ahora”, se entusiasma un diplomático argentino al tanto de las negociaciones.
La idea que sobrevuela tanto en Bruselas como en Montevideo es que se aceleren al máximo las negociaciones para rubricar el acuerdo comercial en noviembre, en el G20 de Río de Janeiro. Esta semana habrá una reunión en Brasil de los jefes negociadores de ambos bloques, en las que habrá seis diplomáticos de cada continente. Argentina estará representada por Marcelo Cima, secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería.
Quien sigue de cerca todos esos movimientos es Diana Mondino. La canciller se encuentra en la India, donde viajó con motivo de una misión diplomática centrada en fortalecer la relación comercial con la potencia asiática.
La jefa de la diplomacia argentina también conoce los detalles sobre las gestiones para la posible visita de Meloni a Argentina. De hecho, la primera reunión bilateral que Mondino tuvo como canciller con un país de la Unión Europea fue con Tajani. Es un gesto que en Roma valoraron especialmente.
En este sentido, Italia busca ganar peso en la región y convertirse en una especie de “portavoz” de América Latina en Bruselas. Tanto esa idea como el escenario de las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, parecen allanar el camino para hacer posible una foto de Milei junto a Meloni en la Casa Rosada.