“Estamos ahí”, dicen en el ala política del Gobierno en medio de las negociaciones con PRO y algunos diputados de la UCR para intentar blindar el veto de Javier Milei a la ley de financiamiento universitario. Sin respuestas claras de parte de sus aliados, y ante el silencio de Mauricio Macri, no descartan introducir cambios en el capítulo de erogaciones para la educación superior en el Presupuesto 2025.
De esta manera, deslizan, le otorgarían una salida en diagonal a PRO (“excusa”, dijo un funcionario libertario) para justificar un acompañamiento al veto. “Está claro que la cruzada del kirchnerismo y de los radicales es política. Si la cuestión es realmente sobre el presupuesto para las universidades, y eso se salda, no tendrían motivos para votar en contra del veto”, explicaron la jugada en la Casa Rosada.
Los eventuales cambios serían propuestos formalmente en la exposición de los secretarios de Hacienda y Finanzas de Luis Caputo, Pablo Quirno y Carlos Guberman, el martes próximo ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. “Pueden haber cambios que impliquen una redistribución de gasto”, dijeron en Economía.
Esa reunión informativa, apuntan en Gobierno, sería clave para convencer a los dudosos 24 horas antes de la sesión que pidieron convocar formalmente para el miércoles la UCR, Unión por la Patria y Encuentro Federal. El presidente del cuerpo, Martín Menem, aún no la llamó formalmente, pero lo haría en las próximas horas, obligado por el reglamento.
El Gobierno ya le adelantó esta oferta al PRO en los últimos días, pero de manera informal y sin mayores detalles. Si se confirma la estrategia, funcionarios nacionales les darían los números finos a los socios en la mesa de coordinación que se hace todos los lunes por la mañana (aunque esta vez podría pasarse para la tarde por cuestiones de agenda). “No tenemos nada concreto todavía, veremos qué nos plantean y a partir de ahí definiremos”, se atajaron en la bancada que conduce Cristian Ritondo.
El Gobierno, aunque se muestre firme, está expectante por una definición de PRO, donde se levantan el precio ante la necesidad de La Libertad Avanza, estiran una respuesta y aseguran que tienen decidido cómo proceder. “No está conversado al interior del bloque. En principio, vamos a votar divididos. Los bullrichistas van a bancar el veto, pero hay varios que no quieren”, esquivaron en la bancada que conduce Cristian Ritondo, sin dar números ni nombres.
En el ala macrista varios no quieren quedar asociados, ante la opinión pública, a una posición del kirchnerismo y se inclinan por respaldar al Gobierno. Pero otros quieren hacer respetar la identidad independiente de PRO, y procuran evitar transformarse en adeptos incondicionales, subordinados a todas las decisiones “dogmáticas” de Milei. En especial cuando el Presidente, dicen, no los incorpora en ninguna mesa de decisiones. “Con esto de las universidades, por ejemplo, estaban a disposición Alejandro Finnochiaro (ex ministro de Educación) y Luciano Laspina (ex funcionario de Economía de Macri). Nadie los llamó”, deslizaron, masticando bronca.
De máxima, el Gobierno le pide a los diputados PRO que lo apoyen. De mínima, que falten, para alcanzar con mayor holgura los dos tercios necesarios para sostener el veto. “Los que estuvieron ausentes el dia que se voto eso se van a volver a ausentar probablemente se van a ausentar otra vez”, concedieron en el espacio amarillo.
El tema será tratado también en la reunión de los gobernadores de PRO, que estaba convocada para este miércoles a las 16 pero sería adelantada al martes para llegar a tiempo a discutir el tema, antes de la sesión del 9.
En la Casa Rosada ven a Ritondo proclive a acompañarlos, pero desconfían de la influencia de Mauricio Macri, que está nuevamente distanciado de Milei. No se ven desde el asado en Olivos con los 87 “héroes” a los que el Presidente homenajeó por la ayuda para bloquear la jugada del kirchnerismo contra su veto a la recomposición de haberes jubilatorios.
Lejos de la dinámica de reuniones semanales para cenar, el jefe del partido se mantiene en silencio, aunque en su propio bloque hay algunos que esperan que se expida en algún momento del fin de semana con un posicionamiento concreto, a favor o en contra, que ordene a la tropa. En su entorno se reservaron una respuesta sobre esta posibilidad.
“Hasta que el jefe de bloque del PRO no se exprese es todo especulación. En todo caso, ellos tendrían que explicar por qué cambiarían el voto (con respecto a la votación de la ley de financiamiento universitario). Si está el PRO, más nuestros 39, más cinco de la UCR, 6 o 7 provinciales y el MID, estamos”, hicieron cuentas en la bancada libertaria. Hoy, los números no están. Y no está claro si la propuesta de mejora en el presupuesto será suficiente. En realidad, la falta de acuerdo de PRO se debe más a sus decepciones políticas que a la cuestión específica del financiamiento para la educación superior.
Como sea, el Gobierno se muestra muy duro e insiste: en caso de que el resultado de la votación del miércoles sea negativo para sus intereses, acudirá a la Justicia para blindar el veto del Presidente.