Funcionarios del Ejecutivo, legisladores libertarios y otros de la oposición dialoguista mantuvieron anteayer una cumbre en el despacho de la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, para blindar una negociación en simultáneo del Presupuesto 2025, cuyo debate oficial comenzará el martes próximo en Diputados. El punto principal: el oficialismo no apuraría un dictamen allí hasta que no exista un guiño formal -con potencial número que avale lo consensuado- en la Cámara alta.
La finalidad es simple: que no se repitan las tortuosas discusiones de la ley Bases y del paquete fiscal en el Congreso, con un mercado que tiene la lupa encima del primer plan de gastos de Javier Milei y todo lo que ello implica. La reunión, según confiaron a Infobae participantes del encuentro, fue “cordial” y con “buena predisposición” de las partes.
Participaron del convite, además de Villarruel, el jefe del radicalismo en el Senado, Eduardo Vischi (Corrientes); su comprovinciano y peronista disidente Carlos Espínola, flamante titular del interbloque “Provincias Unidas”; quien comanda el Pro en la Cámara alta, Luis Juez (Córdoba); y el presidente provisional del Cuerpo, el libertario Bartolomé Abdala (San Luis), entre otros.
También estuvo el oficialista y titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, José Luis Espert (Buenos Aires). En tanto, la Casa Rosada fue representada por el vicejefe de Gabinete y habitué del Congreso, José Rolandi; y el vicejefe de Gabinete del Interior; Lisandro Catalán, un funcionario clave -pese a los meses de dilación que tuvo el tema- para la reciente sanción de la Boleta Única de Papel (BUP), un cambio de relevancia institucional.
“No se puede permitir que se arme algo allá y que después se pretenda que pase por un tubo acá. Por eso se irán enviando en paralelo las cosas que hagan falta acá. Si sale en Diputados y acá se empieza a modificar, puede complicarse. En resumen, como debería ser siempre algo tan trascendental como el Presupuesto”, se sinceró ante este medio uno de los participantes.
La cita no es menor. Es que, según la experiencia de los últimos meses, esto ocurrió con asiduidad y, más allá de los errores del oficialismo, la traba principal transcurrió siempre por legisladores que buscan el momento preciso -con astuta picardía- para salir del silencio y romper todos los puentes armados en ambas Cámaras. “Son los que están quemando las naves en modo electoral”, reflexionaron desde un despacho opositor. La cuenta en el Senado suele dar casi siempre el mismo resultado: la UCR. Sus votaciones disociadas y las reuniones de bloque -y lo que promete en Labor Parlamentaria- dan cuenta de esta actualidad.
Algo que no preocupa por ahora, pero tampoco quiere ser tomado con liviandad: la discusión del Presupuesto 2025 deberá ser consumada antes que finalice el año. Un milagro sería sobre el cierre de las sesiones ordinarias -último día de noviembre-, aunque no se descarta una prórroga de las mismas o extraordinarias por 15-20 días.
Bajo estos preceptos, el análisis de la iniciativa de gastos se activará el martes próximo, desde las 14. Fueron invitados el secretario de Hacienda, Carlos Guberman; y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, entre otros. El Ejecutivo sostiene, por ahora, el ocultamiento del titular de Economía, Luis Caputo.
Como informó ayer David Cayón en Infobae, esta cuestión presenta varios reparos. “Nosotros le dijimos al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y a -el presidente de Diputados, Martín- Menem que tiene que venir”, aseveró una fuente de la UCR. “Él y todos los secretarios tienen que venir a responder preguntas”, agregó.
En la misma línea se mostraron los referentes de otras bancadas, como la Coalición Cívica y Encuentro Federal, el interbloque de Miguel Ángel Pichetto. Desde el último dejaron en claro que “sin Caputo en la comisión explicando el proyecto, es muy difícil que acompañemos un dictamen”.