Mauricio Macri volvió de su periplo fugaz por Montevideo y reactivó su agenda política. Continúa activo, en un momento de alto perfil y con un rol clave. Si relación sinuosa con Javier Milei es determinante para las decisiones del Gobierno que exigen consensos en el Congreso. La fragilidad institucional de La Libertad Avanza requiere de aliados para sostener su agenda política. El ex presidente lo sabe y busca hacer valer ese atributo del PRO. Siguió de cerca ayer la masiva marcha universitaria y analizó el veto del Jefe de Estado a la Ley de fondos para las universidades nacionales. Y sumó una foto para marcar la cancha.
El líder del PRO recibió esta mañana a los senadores nacionales del partido para analizar la agenda parlamentaria y los pasos a seguir en el Congreso. Minutos después de las 9, reunió en su casa de Acassuso, San Isidro, a los legisladores Luis Alfredo Juez (Córdoba), Carmen Álvarez Rivero (Córdoba), Beatriz Ávila (PJ Tucumán), Martin Goerling Lara (Misiones), Victoria Huala (La Pampa), Andrea Marcela Cristina (Chubut), Alfredo Luis De Angeli (Entre Ríos). La larretista Guadalupe Tagliaferri (CABA) estuvo invitada, pero había avisado que no podía asistir por compromisos de agenda. La legisladora respalda la Ley de Fondos Universitarios, participó ayer de la marcha y votará para rechazar el veto de Milei.
Fue en el marco de una serie de reuniones que Macri viene desarrollando con gobernadores, intendentes y legisladores del PRO. Lo hace habitualmente desde que asumió la presidencia del partido en abril de este año. Busca generar orden político, disciplina partidaria y obtener información de la situación política en cada uno de los distritos que gobierna su espacio, así como también el pulso en el Congreso.
A partir del veto del Poder Ejecutivo, los bloques Hacemos Coalición Federal, la Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical (UCR) pidieron una sesión especial para el 9 de octubre con el objetivo de voltear el Decreto de Milei. Deben reunir para esa insistencia los dos tercios de los presentes de la Cámara Baja. Por eso, Macri conoce que su bancada tiene un rol estratégico y lo hará valer.
La Ley de Fondo Universitarios había sido aprobada el 15 de agosto por la Cámara de Diputados, con 143 votos a favor, 77 en contra y una abstención. En tanto que obtuvo sanción en Senado el 13 de septiembre, al alcanzar 57 votos positivos, 10 en contra y 1 abstención.
De los 77 votos en contra en la Cámara baja, el PRO aportó 33. Todos los legisladores que responden a Patricia Bullrich y la mayoría de los macristas rechazaron la normativa. En tanto que estuvieron ausentes Sabrina Ajmechet, Héctor Baldassi, Emmanuel Bianchetti y Alvaro González. Sólo Sergio Acevedo y José Luis Garrido votaron a favor. En relación con el Senado, los legisladores amarillos Álvarez Rivero, De Angeli y Göerling Lara rechazaron la Ley. Mientras que la pampeana Huala se abstuvo.
Cabe recordar que la norma había declarado la emergencia presupuestaria del sistema universitario para 2024, con el objetivo de recomponer los fondos para gastos de funcionamiento según la inflación de este año y generar actualizaciones bimestrales según se mueva el Índice de Precios al Consumidor. Conforme los datos de un documento de la Oficina de Presupuesto del Congreso, el articulado implicaría para este año un costo fiscal de 0,14% del Producto Interno Bruto, que suma cerca de $738.595 millones.
Macri sabe que tiene la llave para voltear el veto de Milei. O, bien, para trabajar sobre su bloque y garantizar el blindaje. El PRO defiende en general la educación púbica y el ex presidente deslizó esa idea a sus legisladores. No obstante, el partido votó en contra de la Ley de fondos para las universidades. Una hipótesis que se baraja por estas horas es que, en caso de no acompañar al Gobierno, una posibilidad de apoyar la insistencia es con el ausentismo de una parte del bloque durante la sesión.
El oficialismo debe reunir 87 diputados para sostener el Decreto del Ejecutivo en contra de la Ley. Sin embargo, como se trata de dos tercios de los presentes, también tendrán un rol estratégico los ausentes. A menos cantidad de diputados en la sesión, más fácil alcanzar el número para mantener el veto.
Durante la reunión de hoy con los senadores, la conversación discurrió sobre la marcha universitaria de ayer, donde analizaron la impresión que cada dirigente se llevó de la movilización. El clima general fue que la convocatoria volvió a ser masiva, aunque menor a la de abril. Cuestionaron el “oportunismo” de los políticos presentes, como Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa, Martín Lousteau y hasta el propio Horacio Rodríguez Larreta, así como contra el sindicalismo.
Macri busca que su partido tome una definición y actúe concertado durante la sesión para tratar el veto de Milei. Analiza replicar una reunión como la de hoy con los senadores pero con los diputados nacionales que comanda Cristian Ritondo.
Ritondo y Luis Juez, jefe del bloque de senadores del PRO, analizaban hacer una reunión de todos los legisladores amarillos para el 9 de octubre. También estaban convocados los gobernadores del partido. Sin embargo, ese mismo miércoles será la sesión en Diputados para debatir el veto. Por estas horas, en el macrismo evalúan anticipar ese cónclave para definir una posición.
Mientras tanto, desde la Casa Rosada articulan políticamente para garantizar el apoyo del PRO. Bullrich, que integra la mesa política del Gobierno, está habilitada para moverse en ese sentido. La negociación será ardua. El clima electoral se acerca de a poco. Macri y Milei mantienen tensiones no resueltas. Aunque un acuerdo entre ambos espacios será casi inevitable, en el macrismo buscan cobrar caro el respaldo a La Libertad Avanza.
El debate sobre los Fondos Universitarios será una especie de sala de experimentación en ese sentido.