El gobierno nacional cumplió el primer objetivo que se había fijado para las tierras fiscales de Villa Mascardi que intentó apropiarse la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, en 2017: la condena de los usurpadores.
La Justicia Federal aplicó penas de hasta 2 años y seis meses para los imputados, al encontrarlos responsables de irrumpir en dos predios fiscales de forma ilegal. En el fallo, quedó establecido que emplearon métodos violentos para intentar sostener la ocupación.
Las tierras están desocupadas desde octubre de 2022, desde el desalojo que ordenó la Justicia sobre esas y otras linderas pertenecientes a organismos estatales y privados. El Ministerio de Seguridad de la Nación aún custodia el paraje, donde sostiene el Comando Unificado de Fuerzas que se conformó para concretar el desalojo, dos años atrás.
Cumplida la primera instancia de la puja judicial, la Administración de Parques Nacionales retomó el proyecto para construir la escuela de guardaparques en el mismo terreno.
La iniciativa fue elaborada durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri. Prevé levantar el edificio para alojar a los aspirantes a guardaparques. En 2016, el macrismo impulsó un proyecto similar en el ex hotel Mascardi y reacondicionó esa estructura con el mismo objetivo. Un año después los mapuches destrozaron el edificio y extrajeron materiales con los que construyeron sus casillas.
El daño fue tal que, tras el desalojo de 2022, un informe de ingeniería aconsejó la demolición debido a la inestabilidad estructural del edificio vandalizado. La orden fue impartida por la ex fiscal federal subrogante, Cándida Etchepare quien explicó que los restos en pie de ese edificio eran “insalvables”.
Cristian Larsen, presidente de Parques, visitó el predio en mayor de este año y anunció la edificación de una nueva escuela, tras la resolución del conflicto judicial.
“Es parte del proceso de recuperación de nuestra soberanía” dijo el funcionario, que contrastó el proyecto al que busca darle impulso con la connivencia de la gestión kirchnerista con los usurpadores.
“Este gobierno está haciendo historia. Finalmente Villa Mascardi, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, es de todos los argentinos. Y los usurpadores condenados” posteó en la red social X, tras la lectura del fallo que condenó a los siete integrantes de la agrupación Lafken Winkul Mapu.
El ex presidente de la Junta Vecinal del lugar, Diego Frutos, recorrió el espacio en reiteradas ocasiones. “Esto es lo que iba a ser la Escuela Nacional de Guardaparques, así han dejado los vehículos totalmente destrozados. Así estamos, así están las instalaciones”, dijo Frutos, y relató: “Vidrios rotos, puertas destrozadas, encapuchados haciendo los destrozos a los que ya nos tienen habituados”.
Antes de ser demolido, el edificio tenía inscripciones en las paredes que confirmaban el avance mapuche: “tierras robadas serán recuperadas”, sostenía uno de los grafitis.
Sitio sagrado
El reciente fallo del juez Hugo Greca no hace mención a la permanencia en las tierras fiscales del rewe, la estructura sagrada de madera que fue construida durante la usurpación para la práctica de ceremonias mapuches, y que aún se sostiene allí por decisión de la ex magistrada Silvia Domínguez.
Con ese aval, la autoridad espiritual del grupo, la machi Betiana Colhuan, regresa al predio para realizar los rituales aunque Parques intentará poner fin a los mismos a partir de un nuevo planteo que elevará próximamente.
Durante los alegatos, el abogado querellante Nicolás Vinuesa, en representación del organismo nacional, solicitó penas para los imputados y como parte de las mismas planteó que se les impida realizar esas ceremonias en las tierras del litigio. Greca ignoró el planteo y omitió expedirse sobre el caso.
Larsen confirmó que el próximo paso será solicitar a la Justicia Federal el retiro del “tótem”, a pesar de la defensa que ejercieron los imputados sobre su existencia en el lugar.