Javier Milei se prepara para su primer acto político partidario después de la presentación rockera en el Luna Park, que había versado principalmente sobre economía, y Karina Milei se dispone a marcarles el terreno a los aliados de PRO, por un lado, y cerrar, a su favor, las discusiones internas por la conducción del espacio libertario. Con cautela, los violetas empezarán a perfilar los candidatos para los principales distritos hacia las elecciones del año que viene; y retomar cierta cuota de “mística” en el marco de una merma en el interés sobre Milei.
Los oradores no están definidos, pero en principio el Gobierno quiere avanzar con pies de plomo en el armado partidario. Los máximos armadores no quieren herir susceptibilidades en una fuerza que, al igual que los partidos y coaliciones tradicionales, no logra eludir las internas por el poder político.
De hecho, el acto del sábado que viene se planea desde hace meses y tuvo postergaciones. La fecha anunciada inicialmente había sido el 20 de agosto, en la provincia de Buenos Aires. Pero se dilató indefinidamente, según dijeron en ese momento, para evitar correr la atención del caso de la denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández, que acababa de estallar.
Es cierto que entonces el Gobierno había forzado un inédito perfil bajo y que había postergado anuncios para aprovechar el hundimiento de la imagen de la anterior administración. Pero ese no fue el único motivo de la suspensión. En las filas libertarias se impuso la sensación de que era demasiado pronto. Antes necesitaban consensuar internamente la puesta en escena, para evitar roces.
Primero, entre José Luis Espert y Sebastián Pareja, ambos eventuales postulantes para la Provincia, que se tomaron una foto hacce algunas semanas para disimular roces. Pero también con Patricia Bullrich, que se perfila, en todo caso, como eventual candidata en la Ciudad y no quiere que la empujen al territorio bonaerense. Los tres habían sido excluidos del anuncio sobre el primer mítin libertario durante la administración violeta, que inicialmente había sido canalizado de manera exclusiva por la Presidencia, bajo órdenes de Karina Milei.
Desde entonces hubo acercamientos y charlas para limar asperezas. Incómoda con las derrotas de agosto en el Congreso, Bullrich logró que se armara una mesa política con Milei, donde ella tiene protagonismo en las decisiones y coordina con los miembros del “triángulo de hierro”, Karina Milei y Santiago Caputo. Además, se está gestando una fusión formal en la Legislatura bonaerense entre el bloque libertario y el de PRO que responde a la ministra. Y Espert y Pareja, que compiten virtualmente por una primera candidatura, llegaron a una tregua. Con cierta paz interna, el acto se llevará a cabo sin más dilaciones, pero con cautela: todavía no definieron quiénes se pararán sobre el escenario, ni quiénes hablarían. “Van a estar arriba muy, muy pocos”, adelantaron en Balcarce 50. Y deslizaron que probablemente el único orador sea Javier Milei.
No está claro si estará en el escenario, pero Karina Milei prepara el terreno para darle mayor protagonismo al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, que busca posicionarse como coordinador del partido a nivel nacional. Salvando las distancias, en el mundillo libertario proyectan su rol en la línea del papel que juega Mauricio Macri en PRO. “Es el moldeador de la argamasa de poder entre Karina Milei, que es el orden, y Javier, que representa las convicciones”, dijo un funcionario libertario de su confianza. La presidenta del partido ante la Justicia electoral, sin embargo, será la hermana del Presidente.
Los Milei necesitaban poner la épica en el centro de la escena y retomar la agenda tras la serie de reveses en el Parlamento, del veto a la recomposición de haberes jubilatorios, mientras continúa el ajuste. Tras verse obligado a involucrarse en la rosca política para evitar las amenazas de la oposición en el Congreso, Milei buscará retomar la mística en torno a su figura.
El acto tendrá lugar dos días después de la marcha universitaria que preparan desde hace semanas el radicalismo, la izquierda, el kirchnerismo junto a sus agrupaciones estudiantiles contra el recorte presupuestario y, en particular, contra el veto del Presidente a la ley de financiamiento universitario. Una jornada que se perfila complicada para el Gobierno a pesar de los intentos de sus funcionarios para relativizar el impacto sobre la imagen presidencial. Según aducen, la anterior manifestación, masiva, no alcanzó para dañar al oficialismo. Pero nadie puede asegurar que las encuestas vayan a devolver la misma reacción de indiferencia mayoritaria.
La fecha del 28 en el barrio de San Telmno, donde Milei protagonizó su primer acto masivo en 2021, fue fijada exactamente a una semana del acto de regreso a la arena pública de Máximo Kirchner, anteayer. Y se espera que el Presidente vuelva a dedicarle severas críticas al kirhnerismo, en la línea de los enfrentamientos vía X con Cristina Kirchner. Continuará así la estrategia de polarización que empezaron a impulsar los ideólogos en comunicación del Gobierno liderados por Santiago Caputo. Los mismos que, por el contrario, decidieron que era incoveniente confrontar públicamente con el Papa Francisco a pesar de que, internamente, su discurso apuntando contra supuestas situaciones de corrupción y el uso de gas pimienta en manifestaciones generó un flagrante enojo en la Casa Rosada.