El jujeño Ezequiel Atauche es el jefe de la bancada oficialista en el Senado y titular de la estratégica comisión de Presupuesto. A la espera del tratamiento en Diputados de la ley de gastos para 2025 el legislador aseguró, en una entrevista con Infobae, que la iniciativa “no tiene escondidas otras leyes adentro” como en ocasiones anteriores ni “caballos de Troya”, y dejó en claro que la pelea del Gobierno no es contra el kirchnerismo, ya que “pierde solo”: enfatizó en ese sentido que dicho espacio “es Cristina y cinco o seis ex jóvenes que sabían gobernar”.
-¿Es ilógico pensar que lleguemos al final de las sesiones ordinarias -último día de noviembre- con el Presupuesto aprobado?
-El Gobierno no pidió nada en particular, pero un tratamiento en 60 días parece lógico. Veo cómo el Presidente se ha puesto a la cabeza de muchos procesos políticos que antes no tenía y es apabullante la capacidad de trabajo que tiene. Lo veo bien y muy firme en últimas reuniones.
-¿Cómo lo ve de temple?
-En las últimas tres reuniones y otras situaciones lo vi, más que relajado, concentrado. Me deja muy tranquilo. Tiene un plan, tiene un fundamento. ¿Qué queremos? Tenemos tres patas: económica, seguridad y política. Listo.
-En el Congreso, lo único que importa es el número. Ocho provincias definen en 2025 a 24 senadores. ¿Qué bloque oficialista se imagina post elecciones?
-Nosotros tenemos un problema fuerte con el kirchnerismo, que son 33 -a cuatro del quorum- y nos cuesta conseguir consensos para ganarle
-Pero el 13 de diciembre pasado consiguieron 39 para las autoridades y comisiones, entre ustedes y los “dialoguistas”
-Fue una buena jugada, muy inteligente, con acuerdos que se tienen que sostener en el tiempo. Lo importante a entender es que nuestra lucha no es contra el kirchnerismo, nuestro objetivo es cambiar el país. El kirchnerismo pierde solo, es Cristina y cinco o seis ex jóvenes que creían que sabían gobernar. Ese cambio se da con los números. Estoy muy atento a quiénes van a ser los candidatos, la puja en las provincias, ya que son personas que van a estar en nuestro bloque. Hay que fortalecer el número y la organicidad. Por supuesto que me gustaría ganar los dos de la mayoría en cada una de las ocho provincias, pero hoy uno, dos o tres nos cambiaría. Imaginate con 10, 12 o 16 senadores más.
-¿Una situación ideal sería una bancada de 20?
Sí. Menos o más nos aliviaría mucho. Y bajarían los 33 del kirchnerismo. Ese doble juego nos va a fortalecer muchísimo. Hay que seguir por este camino.
-¿Puede detallarme la orden del Gobierno para negociar el Presupuesto 2025, en simultáneo, por ambas Cámaras?
-Varios días atrás me comuniqué con el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda Diputados, José Luis Espert, con quien nos reunimos la semana pasada y definimos el tratamiento en conjunto. Nosotros vamos a tomar todos los pedidos de los senadores de modificaciones, obras, lo que necesiten y demás, y lo vamos a coordinar junto con el Ejecutivo en Diputados con el objeto primario, esperemos, de que cuando llegue al Senado ya esté todo acordado, de tal forma que por aquí pase directo. Yo voy a participar de todas las reuniones en Diputados y voy a recolectar la información para generar los acuerdos necesarios.
-Tras el discurso del jefe de Estado del domingo pasado, se conocieron diversas opiniones sobre las estimaciones inflacionarias hasta fin de año, que están enlazadas con las de 2025. Es una preocupación extra que no lleguen a coincidir en pleno debate del plan de gastos
-Si las de este año no se cumplen, estás en un problema. Por supuesto que queremos bajar los cuatro puntos de inflación mensual y entendemos que vamos hacia ese camino, y queremos perforar los 20 puntos de inflación el año que viene. Los cuatro puntos actuales tienen un contenido de 2,5 puntos que se explican por el cepo cambiario y 1,5 de inflación de base real. Por eso entendemos que se pueden llegar a esos 20 puntos de inflación real y, en algún momento, vamos a caminar hacia la salida del cepo.
-Justamente le iba a preguntar sobre ello
-No hay un día, no hay una fecha.
-¿Cree, a esta altura, que será después de las elecciones del año próximo o, incluso, en 2026?
-Lo que nos explicó el Presidente, en las reuniones a las que pude asistir, es que se va a cumplir. Hay hitos más que fechas que se tienen que cumplir para llegar a la salida del cepo.
-Llevamos más de 10 meses de gestión y el Gobierno presenta su primer plan anual de gastos. ¿Cómo le describiría el estado de situación a un embajador o un inversor?
-Nosotros vinimos a presentar un proyecto de ley de presupuesto distinto. Viene justamente a subsanar las formas anteriores, que nos llevaron al déficit y a los problemas que tenemos. El inversor tiene que quedarse tranquilo en cuanto a que este proyecto tiene una forma de desarrollo distinta. Primero, hablamos de honrar nuestras deudas, de sostener el déficit cero y, de ahí en adelante, movernos. Este presupuesto no es gastar y después ver de dónde sale el dinero. Vamos a ver qué cantidad de ingresos tenemos disponibles, vamos a pagar nuestras deudas y después vamos a adaptar nuestros gastos a lo que nos quede, como tiene que ser cualquier economía sana de cualquier familia, negocio, donde hay que tener una responsabilidad fiscal para cumplir con los compromisos. Eso, a cualquier inversor lo deja tranquilo. El riesgo país va disminuyendo, la inflación va disminuyendo y vamos a sostener el déficit cero. Valida la previsibilidad de cualquier inversor.
-Lo llevo al veto de recomposición jubilatoria. Por lo que se vi en comisiones y en la sesión, dio la sensación que cualquier atisbo de negociación para modificar y devolver la ley a Diputados era descartado por el Gobierno. En resumen, algo buscado de manera adrede por la Casa Rosada
-Estuve mucho en la negociación y lo digo en primera persona. A nosotros nos preocupaban tres artículos: el 2, el 4 y el 10. El último estaba relacionado con las cajas jubilatorias -no transferidas a Nación, una situación de 13 provincias- que no tenía nada que ver y no correspondía, ya que decía que había que cumplir con un artículo de otra ley; no tenía ningún sentido y no tenía efecto real. Los otros dos eran fiscalmente irresponsables, ya que uno siempre tomaba el índice mayor entre inflación y RIPTE -salarios- para aumentar la masa de jubilaciones; y el otro, ataba el haber mínimo al 1,09 de la canasta básica, que te dejaba suelto a cuestiones que no tenían que ver específicamente con las jubilaciones. Además, y si bien los cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) eran correctos, no tenían en cuenta el valor del dinero en el tiempo, el costo en el largo plazo de las decisiones. Era una foto de este momento que no tenía en cuenta su aumento exponencial en los siguientes años. La base podía llegar a ser muy compleja en el tiempo. Nosotros hemos intentado que la ley salga y hasta último momento buscamos esas modificaciones, pero la mayoría de los senadores decían que tenían apuro en que saliera y no volviera modificada a Diputados. Tenían miedo que se pinche allá y necesitaban sacarla ya. No quiero olvidar que este tema se planteó en la ley Bases y la propia oposición solicitó retirarlo. Les agarró el apuro cuando les convenía políticamente pero cuando lo teníamos que tratar, al comienzo de nuestra gestión, rechazaron la discusión. Una incoherencia.
-Lo que no termino de comprender es la recomposición del 8,1% para compensar lo que restaba de enero. Se habló de buscar un mes intermedio, pero el Gobierno sugirió que fuese a partir de la sanción de una modificada iniciativa. Cerraron cualquier tipo de diálogo. Por eso le insisto con la idea de veto pensado de antemano
-La última propuesta fue junio. Primero, nosotros dijimos desde la sanción y una parte de la oposición dijo abril. Habíamos llegado a un consenso para llevarla desde junio en adelante
-¿Y usted me dice que eso tenía aval del Gobierno?
Sí. Pero no querían que se modifique. No querían que volviera a Diputados. Entonces, pese a los argumentos fiscales que dábamos, el oportunismo político lo terminó pinchando.
-El impuesto PAIS caerá en diciembre y ustedes no lo renovarán. ¿Les preocupa la mayor presión tributaria que habrá el año próximo para compensar todo ello? Tienen que suplantar a un monstruo
-Lo que entendemos es que el aumento de la actividad compensará la recaudación y las cuentas públicas. Tengo entendido que va a seguir todo igual con las retenciones. Van a haber tensiones políticas de todo tipo, claro está.
-O sea que no hay que esperar ninguna sorpresa
-No. Lo que tiene de diferencia este presupuesto es que no tiene escondidas otras leyes adentro del articulado. Te metían caballos de Troya. Este presupuesto tiene el presupuesto y nada más, lo que habla de la seriedad del asunto y las intenciones en cuanto a que salga aprobado.