Las palabras del diputado nacional, jefe de La Cámpora y presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, durante el acto que encabezó este viernes en la ciudad de La Plata abrieron otro capítulo en la vida interna del peronismo que por ahora no encuentra uniformidad. Con foco en la provincia de Buenos Aires, donde se define casi el 40% del padrón electoral del país, el hijo de Néstor y Cristina Kirchner hizo un despliegue en el que mostró con qué cartas cuenta para sentarse a debatir. Algo que pidió en distintos pasajes: no esquivar el debate. En ese pedido, envió algunas señales a dirigentes “con importantes cargos que -según sus palabras- creen ser víctimas”.
La presentación de Kirchner en el club Atenas bajo el título “Armar de nuevo” fue el cierre de diferentes actividades dentro del peronismo bonaerense en el que cada sector midió su poder de fuego en la discusión interna. Cristina Kirchner en Merlo el viernes de la semana pasada y Máximo Kirchner este viernes por un lado y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof por el otro con un plenario en la localidad de Santa Clara del Mar.
Si bien en todos el objetivo pareció ser la confrontación contra las políticas del gobierno de Javier Milei, las señales hacia adentro de la discusión peronista salieron a la superficie. En el discurso de Máximo Kirchner hubo varias referencias en este sentido. Desde la propia palabra del diputado nacional hasta la liturgia misma del acto que incluyó un estreno de canción de parte de la militancia: “Cristina es la conducción/Vamos a ver si lo entienden/Somos soldados de Perón/Y la Patria no se vende/Yo siempre te voy a seguir/No me importa lo que digan/Y si querés otra canción/Vení, te presto la mía”. El metamensaje de la canción tiene un claro destinatario: Axel Kicillof, que en la campaña del año pasado en un acto junto a Juan Grabois pidió “componer una nueva canción”, dentro del peronismo. La respuesta de La Cámpora, llegó tiempo después con -efectivamente- una nueva canción.
Pero Kirchner dijo que su espacio no está para obstaculizar a nadie. Un día antes del acto, el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque, fue consultado por la jornada que iría a encabezar a Kirchner y planteó que esperaba que sea “para colaborar”, porque “hay respaldar a un gobernador que desde el primer minuto no dudó de cómo posicionarse frente a Milei”, y que “debilitar a Axel es ser funcional a Milei”.
Kirchner junto a Larroque y otros dirigentes fueron los impulsores de La Cámpora sobre el último tramo de la presidencia de Néstor Kirchner. Tras 15 años al frente del secretariado general de La Cámpora, el ministro provincial se apartó de la conducción, armó La Patria es el Otro y trabaja políticamente para la construcción política de Kicillof. Una construcción que también tiene algunos intendentes al frente.
Este viernes, el presidente del PJ bonaerense contó con 26 intendentes de la provincia de Buenos Aires, que fueron ubicados en una tribuna especial junto a otros dirigentes. Hubo desde los más camporistas como Mayra Mendoza (Quilmes) hasta del Frente Renovador de Sergio Massa, como Blanca Cantero (Presidente Perón). Además de Cantero, por el massismo también estuvieron el vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alexis Guerrera y la diputada nacional Micaela Morán. Además de los intendentes de la Primera y Tercera sección electoral, también hubo presencia de jefes comunales del interior de Federico Susbielles (Bahía Blanca), Maximiliano Wesner (Olavarría), Nelson Sombra (Azul), Pablo Zurro (Pehuajó), Hernán Arranz (Monte Hermoso). Kirchner los ponderó en su disputa contra el gobierno nacional por las tasas municipales.
Algunos intendentes juegan un rol particular en esta disputa facciosa. Salvo excepciones como Mendoza, Julián Álvarez (Lanús) o Damián Selci (Hurlingam); hay un grupo que elije no tomar partido ni cortar el diálogo con ambos campamentos. De hecho, este viernes se trasladaron hasta La Plata intendentes como Mariano Cascallares (Almirante Brown), Andrés Watson (Florencio Varela) o Federico Achával (Pilar) que el último fin de semana participaron del plenario que llevó adelante Kicillof.
A los intendentes lo escoltaron algunos ministros de la provincia de Buenos Aires como Juan Martín Mena (Justicia), Daniela Vilar (Ambiente), Nicolás Kreplak (Salud) o Florencia Saintout (Instituto Cultural); además de un puñado de subsecretarios del gobierno de Axel Kicillof. La presencia de estos funcionarios provinciales son para La Cámpora, la demostración de que lejos están de obstaculizar la gestión de Kicillof.
En el entorno y la mesa política de Kicillof optaron por el silencio post acto de Kirchner. Este viernes temprano el gobernador encabezó una clase pública titulada “La autonomía de la Universidad de las Madres se defiende” en la sede de la Casa de las Madres, junto a la rectora de la institución educativa, Cristina Caamaño, y las Madres de Plaza de Mayo Josefa de Fiore y Carmen Arias.
Como lo hiciera en otras oportunidades, Kirchner hizo una fuerte crítica al gobierno y las formas de Alberto Fernández en buena parte de su discurso. La lectura le sirvió para volver a ratificar que para este sector, la conducción es y debe seguir siendo de Cristina Kirchner. A la bandera de “Nada sin Cristina”, que desplegó la militancia en una de las cabeceras cuando Kirchner hizo su ingreso al Estadio se le sumó la palabra del presidente del PJ bonaerense que advirtió: “Hay dirigentes del espacio a veces que creen que se construye la autoridad frente a Cristina. No, no. La autoridad se construye frente a Paolo Roca, frente a Pagano, frente a Midlin, frente a Eurnekian, frente a Elsztain. ¿Qué compañero quiere construir autoridad frente a Cristina? La autoridad la vas a construir, tu pueblo te va a acompañar dando esas peleas, poniéndole límites, porque si no, no tienen límites”.
La próxima parada que asoma en el calendario peronista es el 17 de octubre. Según pudo saber Infobae, en la mesa política de Kicillof están definiendo qué hacer al respecto. Habrá alguna actividad alusiva. La Cámpora suele apostar al hermetismo y la espontaneidad.
La demostración de poder y estructura que hizo Kirchner también sirvió para bajar un mensaje a su militancia hacia adelante. Armar de nuevo, fue el slogan del acto. Ya sobre el cierre, Kirchner se preguntó: “¿A qué referimos armar de nuevo? Basta de Sciolis. Basta de Sciolis -por el ex embajador y hoy secretario de Turismo, Ambiente y Deportes- del gobierno de Milei, Daniel Scioli-. Y, aunque pasó sin demasiada estridencia dio a entender que el kirchnerismo puede “ir por afuera” en las próximas elecciones o plantear una interna si no están de acuerdos con la estrategia electoral. “Si no, no. Si no elegiremos otro camino. Si no, vamos a elegir otro camino”. dijo.
Envuelto en un contexto de autocrítica, construcción propia y señales hacia adentro, las palabras de Kirchner abrieron otro capítulo dentro del debate del peronismo en la provincia de Buenos Aires.