La tensión entre Venezuela y Argentina volvió a escalar esta semana. No hay ningún indicio que suponga ninguna tregua. Desde que asumió, Javier Milei dio un giro en la política exterior del país, que alejó diametralmente a la Casa Rosada del régimen de Nicolás Maduro. Incluso, el líder libertario busca posicionarse como el referente regional en la presión para aislar al chavismo. El miércoles, un fiscal venezolano emitió una orden de captura contra el propio presidente argentino, su hermana, Karina Milei, secretaria general de la presidencia, y la ministra de seguridad, Patricia Bullrich. Esa noticia escaló el conflicto y trabó aún más la posibilidad de encontrar una salida diplomática al conflicto en torno a la Embajada argentina en el país bolivariano, donde se asilan seis opositores ligados a María Corina Machado.
La orden de detención fue anunciada en la tarde del miércoles por el fiscal chavista Tarek William Saab. Milei no se inquietó por su situación pero sí por la de la Embajada nacional en Caracas. Es que hoy se cumplen seis meses del asilo de los dirigentes del comando de campaña de Machado. La Cancillería, a cargo de Diana Mondino, ejecutó múltiples gestiones para lograr un salvoconducto de Maduro, que permita sacar de Venezuela a los seis opositores.
Diplomáticos como Leopoldo Sahores, vicecanciller, y Mariano Vergara, subsecretario de Asuntos Americanos, se movieron en ese sentido a la par de Mondino. Pero el salvoconducto ha sido denegado constantemente por el régimen chavista. Por eso, en Balcarce 50 conocen que la jugada de anunciar el pedido de captura del jefe de Estado es otra forma implícita de negar cualquier intento de destrabar la situación sobre la sede diplomática de Argentina.
“Este ministerio público de República Bolivariana de Venezuela anuncia la asignación de dos fiscales especializados en la materia, quienes adelantan las diligencias pertinentes del caso, y se encuentran tramitando las órdenes de aprehensión contra los siguientes ciudadanos, en base a lo anteriormente dicho: uno, Javier Milei, presidente de la República Argentina; Karina Milei, secretaria general de la Presidencia de la nación Argentina; y Patricia Bullrich, ministra de seguridad de la nación Argentina”, anunció el fiscal Saab el miércoles, a través del canal de televisión oficial del chavismo.
El anuncio de la fiscalía tuvo lugar luego de que los fiscales argentinos Carlos Stornelli y José Agüero Iturbe reclamarán el martes a la Cámara Federal de Buenos Aires (Argentina) que se ordene la indagatoria y la captura de Nicolás Maduro y de su mano derecha, Diosdado Cabello. El fiscal venezolano argumentó su persecución contra el presidente argentino en el marco de la incautación del avión de carga de Emtrasur, Boeing 747, que fue embargado por Estados Unidos en colaboración con Argentina en 2023.
El panorama implica una escalada en el conflicto diplomático. La fecha no es aleatoria. Hoy se cumplen seis meses exactos desde que entraron los asilados a la residencia de Embajada de Argentina en Venezuela. El 20 de marzo, un grupo de militantes del comando electoral de María Corina Machado, que eran perseguidos por el régimen de Maduro, se refugiaron en la sede diplomática argentina, en un coqueto barrio de Caracas. Se trata de Magalí Meda, jefa de campaña de la líder opositora, y Pedro Urruchurtu Noselli, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González y Fernando Martínez, integrantes del equipo político del espacio Vlz.
Como Machado, la principal líder opositora, estaba inhabilitada para postularse, su espacio político impulsó la candidatura a presidente de Edmundo González Urrutia. El diplomático disputó las presidenciales contra Maduro del 28 de julio. Según las actas de la oposición, y de veedores internacionales como el Centro Carter, Urrutia ganó los comicios, pero el oficialismo hizo fraude. Al día de hoy, el chavismo sigue sin exhibir documentación que acredite el resultado final del escrutinio.
El equipo de campaña de Machado, asilado en la Embajada argentina, trabajó desde el asilo por la campaña del candidato opositor. La esperanza que tenían era poder salir en caso de que el chavismo aceptara la derrota. Eso no sucedió, sino que, por el contrario, Maduro comenzó a ejercer presión sobre Milei para hostigar a los seis militantes opositores.
El asedio implicó cortes de la electricidad, hostigamiento policial en las inmediaciones a la residencia de la Embajada argentina. E, incluso, romper relaciones diplomáticas con Argentina y solicitar la expulsión de su personal diplomático. Andrés Mangiarotti, encargado de negocios a cargo de la Embajada, se retiró de Caracas en agosto. Desde entonces, Brasil asumió la custodia de la sede diplomática argentina. Fue un gesto pragmático de Lula Da Silva, enfrentado a Milei, que molestó a Maduro.
Desde que pasaron las elecciones en Venezuela, se sucedieron una serie de cruces, ofensivas diplomáticas y represalias que caldearon el clima con Argentina. A principios de mes, Maduro decidió revocar el “beneplácito” otorgado a Brasilia para ejercer la representación de los intereses de Argentina y sus nacionales en territorio venezolano. Ese gesto obtuvo un repudio inmediato y generalizado, tanto en la región como en el resto del mundo. Llegaron comunicados desde Chile, Uruguay, Paraguay, España.
Incluso, Brasil también hizo lo propio, al exigir que se respete la Convención de Viena. “El gobierno brasileño recibió con sorpresa la comunicación”, respondió el Planalto y advirtió que custodiará los “intereses argentinos “hasta que el gobierno argentino indique”.
Milei no quiere perder la iniciativa en la presión regional contra Venezuela, aunque se mueve con la cautela mínima para evitar agravar la situación de los seis asilados. Por estas horas, en la Cancillería analizan distintos escenarios. Mondino evalúa reflotar la idea de promover una cláusula democrática para expulsar al régimen chavista del Consenso de Brasilia, en una jugada que apuesta a aislar a Caracas de los foros regionales.
Según supo este medio, el tema será deliberado en Nueva York la semana que viene, en una especie de cumbre paralela a la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU). Sería un encuentro de los cancilleres de los países del Consenso de Brasilia. Argentina no definió aun si impulsará en ese marco la cláusula democrática contra Venezuela. No obstante, mantendrá una postura crítica contra Maduro.
Idéntica actitud adoptará Milei cuando hable el martes en la ONU. Se espera un discurso con varios ejes, entre ellos, la posición de Argentina sobre el tema Venezuela, con énfasis en los seis meses de negar el salvoconducto para los asilados en la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas.