A una semana de que la Cámara de Diputados apoyara el veto de Javier Milei a la ley de la reforma jubilatoria, Martín Lousteau criticó a los legisladores de la Unión Cívica Radical que modificaron su voto a último momento para favorecer al Gobierno y aseguró que lo hicieron a cambio de cargos públicos.
“No pueden pretender estar en el mismo espacio”, arremetió el presidente de la UCR en una entrevista con María Laura Santillán en LN+, donde se mostró enojado con los dirigentes de su partido que se opusieron a la norma que había sido impulsada desde el propio radicalismo.
Se trata de Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol y Pablo Cervi, quienes desataron una crisis partidaria cuando votaron junto con los libertarios el miércoles pasado. Según afirmó Lousteau durante el reportaje de este miércoles, el repentino cambio en sus posturas se debió a diferentes ofrecimientos personales que le hicieron desde el oficialismo, los cuales aceptaron.
“Algunos han negociado para ir al Senado, otros para representar a La Libertad Avanza el año que viene, hay otros que tienen promesas de cargos públicos. Hay otros que se han ido del cargo público para no votar”, ejemplificó el senador.
En la misma línea, agregó: “Ellos pueden votar lo que quieran. Lo que no pueden es votar una cosa en algo que todo el partido votó, todo lo discuto votó, y que lo impulsó el bloque y pudieron negociar algo con el presidente, modificar su voto y pretender estar en el mismo espacio”.
Para Lousteau, lo que hicieron los diputados radicales fue “la peor de las castas”. En este sentido, dijo que varios de ellos no pudieron sostener sus argumentos y cuestionó que, antes de cambiar sus votos en la sesión, hayan mantenido un encuentro privado con el Presidente.
“Varios de los diputados que se dieron vuelta en el voto argumentaron que la plata estaba. Entonces tienen que decir ‘no hice bien los cálculos cuando la apoyé'. Lo que es muy raro es ir a sacarse una foto, tener una reunión privada y modificar el voto”, señaló.
Y continuó: “Si hubieran dicho, ‘viene el veto, voy a revisar todos los números y, miren, voy a plantear en el bloque que hicimos mal los números’, es una discusión. Ir a una reunión cerrada, llevarte algo personal a cambio de dar vuelta tu voto, es burocratización y es la peor de las castas, porque es traicionar a los jubilados a cambio de un beneficio personal. Esa es la peor de las castas”.
El presidente de la UCR también criticó el asado realizado en Olivos para festejar el veto a la reforma y cuestionó la presencia radical en la cita realizada este martes. Según informó el Gobierno, cada diputado que asistió abonó un total de veinte mil pesos, que fue lo que costó la cena por persona.
“Los radicales fueron y se sacaron una foto con el presidente celebrando el día que le iban a impedir a los jubilados un aumento equivalente a 3 kilos de carne picada por mes. Ese era el aumento. Y ayer fueron y se comieron un asado que les costó 20.000 pesos a cada uno. Era de 18.000 pesos para los jubilados. Se gastaron 20.000 pesos a cada uno”, arremetió.
Del asado participaron los 87 diputados que apoyaron el veto presidencial contra la reforma jubilatoria que se había aprobado en ambas cámaras del Congreso Nacional. A los legisladores del partido oficialista La Libertad Avanza, y a los que pertenecen al PRO, al MID, a la UCR y a partidos provinciales que apoyaron al Gobierno en la votación les fueron cursadas las invitaciones mediante un correo electrónico que salió desde la Secretaría General de la Presidencia que está a cargo de Karina Milei.