Martín Lousteau está convencido de que los cinco radicales díscolos “se fueron solos” del bloque de la UCR al apoyar el veto presidencial a la Reforma Previsional. “Cambiaron su voto especulando a costa de los jubilados”, dice. Durante una entrevista con Infobae, el senador reconoció que hay una pérdida de identidad dentro del partido centenario y que, con la irrupción de Javier Milei en la escena política, resulta más difícil coordinar una respuesta colectiva. “Genera desde tentaciones hasta confusiones”, reflexionó.
Sorprendido por la decisión del Presidente de avanzar también contra la Ley de Financiamiento Universitario que aprobó el Senado, consideró que “es un error” porque “el costo fiscal es bajo y la sociedad ya demostró la importancia que le da a la educación”. Sobre el desafío del 2025, reconoció que en las provincias habrá “alianzas coyunturales” pero que su sector insistirá con la construcción de un espacio de centro y mencionó a Horacio Rodríguez Larreta y Juan Schiaretti.
—¿Le preocupa el futuro del radicalismo?
— Sí. Me preocupa la trayectoria con la que viene o el sendero en el que viene el presente y el futuro. Me parece que si el radicalismo no define qué quiere ser en el siglo XXI, después está tironeado por un montón de cuestiones coyunturales. ¿Qué quiere decir definir qué es en el siglo 21? Acá hubo un espacio que fue el kirchnerismo, que quería un Estado muy grande, pero era muy lento y no llegaba a ningún lugar. Y ahora hay un una opción por la que optó la sociedad, que es destruir también el Estado. Y la verdad es que los países que prosperan es porque tienen buenos Estados, porque tienen Estados mejores que los demás. Entonces florece el sector privado y florece también el poder adquisitivo de la gente, el estándar de vida. Y eso no importa si uno es capitalista o comunista. Donde mejor funciona el Estado, mejor funciona todo. Yo creo que el radicalismo tiene que representar la construcción de un Estado que sea eficaz y sensible para poder tener una sociedad que sea moderna y de iguales, que no sea solo moderna para unos pocos o de iguales, pero en una mediocridad y en un estancamiento. Y creo que tiene que representar eso que es la socialdemocracia del siglo XXI. Hubo una pérdida de identidad.
— ¿Siente que le tocó el peor momento para ser presidente de la UCR en comparación a los anteriores?
— No lo comparo, no lo pienso así. Pienso que es un momento complejo porque la dinámica democrática cambió mucho. Está muy atravesada por cuestiones muy coyunturales. Entonces a veces es mucho más difícil pensar estructuralmente y porque la irrupción de Milei impacta mucho en todos los espacios políticos y genera muchos dilemas. Y frente a esos dilemas hay que optar y para mí hay que optar siempre en función de la identidad. Los dilemas no tienen salida fácil, no hay una postura que es mejor que la otra. Pero lo que creo es que en el caso del partido tiene que optar por la identidad. No se puede construir una propuesta para la gente si no hay una identificación clara de cuál es esa propuesta.
— Rodrigo de Loredo dijo que le incomoda su cargo al frente del Comité Nacional. ¿A usted le incomoda que él sea el titular del bloque en la Cámara de Diputados?
— Yo creo que uno de los problemas que existen en el presente es que hay una dificultad muy grande para coordinar a los gobernadores entre sí, a los gobernadores con los bloques y a los gobernadores con los bloques y el partido. Juntos por el Cambio en la oposición hizo un buen trabajo cuando tenía una mesa. Nos juntábamos todos en una mesa y a partir de debatir y discutir mucho frente a las iniciativas del gobierno de Alberto Fernández, teníamos una respuesta colectiva. Eso es lo que está costando hoy y está costando hoy porque también la irrupción de Milei genera desde tentaciones hasta confusiones, y eso hace más difícil coordinar.
— ¿Esa irrupción de Javier Milei se llegar a plasmar en nuevas alianzas en las provincias para la elección del 2025?
— El partido tiene el deber del largo plazo. Entonces yo veo que va a haber alianzas coyunturales, pero me parece muy importante que el radicalismo pueda expresar algo a nivel nacional que sea identitario, porque si no corrés detrás de la agenda de otros. Cuando vos sos parte de un partido político, sostenés ciertas ideas. Si la gente en algún momento abraza tus ideas, tenés un mandato para hacer las cosas. Y cuando sos oposición, en virtud de esas ideas, es que tenés que definir cuál es la postura frente a las iniciativas del Poder Ejecutivo. ¿A mí qué es lo que me preocupa? ¿Qué quiere decir cuando digo que Milei genera dilema? Venimos de un Estado donde muchas cosas no funcionan. Un Estado muy grande, donde muchas cosas no funcionan. Entonces hay que corregirlo. Pero hay que corregirlo sin que rompas aquellas cosas del Estado que son claves para el futuro. Por ejemplo, la educación. Hay que corregirlo, pero hay que corregirlo de una manera equitativa. Creo que eso es lo que genera dilemas. Algunos prefieren decir directamente ‘bueno, que se haga’ y otros directamente que no se haga. El kirchnerismo te dice todo que no, hay otros que te empiezan a decir todo que sí. Yo creo que hay un camino diferente.
— ¿Por qué cree que un sector del radicalismo lo acusa de ser “porteñocentrista”?
— No sé bien qué quiere decir, sinceramente, porque yo siempre he creído que la ventaja en el esquema de medios de comunicación de hoy - lamentablemente, mucha de la comunicación está concentrada en la Ciudad de Buenos Aires- yo siempre he pensado que esa comunicación tiene que servir para iluminar los buenos gestores del interior y siempre lo he hecho. Por ejemplo, en la elección de Maxi Pullaro o cuando me han invitado en muchas ocasiones a provincias que las he recorrido todas. En la propia elección de Rodrigo de Loredo. He hecho campaña en nueve provincias en el año 2021, en las PASO y las generales recorriendo nueve provincias en un caso y ocho en otro para apoyar nuestros candidatos. Y siempre me piden eso. Entonces no sé bien qué quiere decir. Me parece que es un tema más de chicana que otra cosa.
— ¿Qué balance hace de la gestión de Jorge Macri en la ciudad de Buenos Aires?
— Nosotros fuimos a una elección, a unas PASO con una mirada diferente de ciudad. Con una ciudad que tuviera más sensibilidad a abordar las cuestiones que son fundamentales, que mostrara que eso le importa y que eso es prioritario. Yo no veo que eso haya cambiado. Y me gustaría ver un énfasis más grande en defender a la ciudad frente avances o atropellos del gobierno nacional. Yo no veo la diferencia. Cristina Kirchner decidió que no cumplía un fallo de la Corte para devolverle la plata a los porteños y veo que el gobierno nacional hace exactamente lo mismo y no veo una postura tan clara. A veces me gustaría ver una postura más clara de cuál es la idea de ciudad. Creo que este es un gobierno nacional que ha atacado a la cultura, que ha atacado a las PYMES, que ha atacado a los comercios. Y no veo que el jefe de Gobierno de la Ciudad defienda eso con claridad. Si tocaron el vino en Mendoza, el gobernador hablaría. En la ciudad de Buenos Aires la clase media está muy afectada, los comercios están muy afectados, la cultura está muy afectada y no veo que sea una agenda del gobierno de la Ciudad.
— ¿Apoya la carta que firmó Facundo Manes con otros 10 diputados para expulsar del bloque a los que apoyaron el veto de Javier Milei?
— Cambiaron su voto especulando a costa de los jubilados. Para mí se fueron ellos. Entonces me parece bien la dirección que tomó la Convención.
—¿Qué opina sobre el veto que anunció Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario?
— Es un error el veto. El secretario de Hacienda, el ministro de Economía, le tienen que decir la verdad, que el costo fiscal es muy bajo y que la sociedad ya dijo cuán importante es la educación en la construcción de una sociedad mejor. Una de las pocas cosas que te da el Estado en la Argentina para poder soñar con un mejor futuro es la educación universitaria accesible. Y la sociedad ya se movilizó por eso en una marcha hisórica.
— ¿Mantiene conversaciones con Horacio Rodríguez Larreta y Sergio Massa?
— Con Massa hablaba porque antes él era ministro y yo era senador. Entonces había un motivo para tener interacción, a pesar de que también era una interacción muy acotada. A Horacio lo veía antes mucho, ahora lo veo bastante.
— Horacio Rodríguez Larreta lanzó su nuevo partido Movimiento al Desarrollo (MAD) ¿Lo sigue viendo como un aliado? ¿Podrían armar algo para el 2025?
— Creo que la única manera de que la Argentina prospere y que la sociedad viva mejor es teniendo un mejor estado, creo que es muy importante juntar visiones de aquellos que han gestionado el Estado y que lo han gestionado bien. Entonces, yo coincido, por ejemplo, con Juan Schiaretti en una mirada más industrialista de la Argentina. Coincido con Horacio en que hay que tener un método para gestionar lo público. Son conversaciones donde me siento cómodo.