El domingo por la noche, Javier Milei presentará en el recinto de la Cámara de Diputados el proyecto de ley de Presupuesto 2025. Esa situación será disruptiva, ya que no es común que sea el Presidente quien lo presente, y las ausencias en el recinto marcarán lo que será el ánimo del debate.
La relación entre los legisladores y el Ejecutivo se fue desgastando en los últimos meses, por lo que muchos especulan que el debate sobre el proyecto será fuerte. Las provincias no tienen obras públicas, el Gobierno no “bajó” nada para los distritos, los costos siguen creciendo y tampoco hay fondos para financiar subsidios al transporte público. Y todo hace suponer que la “motosierra” de Milei no dejará de funcionar en el proyecto de ley.
El adelanto del Presupuesto que envió el Ejecutivo en julio pasado muestra que el objetivo principal para el 2025 será la estabilidad macroeconómica y continuar con el déficit cero. Respecto de esto, solo señala que se buscará el equilibrio fiscal sostenido y que, para ello, se adoptarán “medidas audaces que permitieron avanzar de forma más rápida de lo previsto hacia el equilibrio fiscal, la desaceleración de la inflación, la mejora del balance del Banco Central y el fortalecimiento de las reservas internacionales”.
En medio de las discusiones, y mientras el presidente Milei anuncia por redes sociales que también vetará la ley de presupuesto universitario que se acaba de aprobar, la expectativa y los rumores crecen en los pasillos del Palacio. El principal “runrún” apunta a un artículo que “copia” uno que utilizó un referente económico del Presidente hace 23 años.
”El rumor que tenemos es que el proyecto es de ajuste, con una cláusula muy similar a la que puso Fernando De la Rúa en 2001″, explicó un diputado de la oposición a Infobae. “Lo vamos a saber el domingo, pero no sorprendería”, agregó.
La cláusula a la que hace referencia es una que figuraba en el proyecto de 2001, impuesta por Domingo Cavallo, quien era ministro de Economía en ese momento. Establecía que el equilibrio fiscal y el déficit cero lo eran todo, por lo que, si por ejemplo bajaba un 5% la recaudación, el Gobierno recortaba en el mismo porcentaje.
Esto parece que, en principio, va a suceder, ya que todos saben que la recaudación va a caer simplemente porque el 31 de diciembre se elimina el impuesto PAIS, el tributo que más crece en recaudación.El debate comenzará en la Comisión de Presupuesto, que preside José Luis Espert, el diputado libertario que suele tener fuertes cruces con los legisladores de la izquierda y de Unión por la Patria. Espert ya recibió el primer pedido de parte de uno de los bloques: “Le avisamos a Martín Menem —presidente de la Cámara— y a Espert que Luis Caputo y los secretarios de finanzas tienen que venir sí o sí a la comisión”.
Los diputados creen que la presencia de Milei también busca proteger a Caputo, quien se niega a asistir al Parlamento. El clima de cansancio y enojo con el oficialismo no genera el mejor escenario para que el ministro debute en el Congreso, pero el quiebre que mostraron los bloques la última semana parece ser un paliativo.
La semana pasada, el Gobierno demostró que mantiene y ejecuta el poder. Rompió el bloque de la Unión Cívica Radical a la hora de votar la ley de movilidad jubilatoria —de autoría radical—, sumó votos del peronismo tucumano y la abstención de los diputados de Innovación Federal, el bloque que responde a los gobernadores de Salta, Río Negro y Misiones.Todos ellos van a la Comisión de Presupuesto, por lo que en el oficialismo confían que esa ruptura —que generó que el radicalismo estudie la expulsión del partido de cinco diputados— y la idea que prevalece entre los diputados que responden a gobernadores sobre “el peso de la gobernabilidad de los territorios” funcionen como contrapeso de este creciente mal humor que se vive en el Parlamento.
La semana que viene empezará el debate, que se cruzará con las agendas de la oposición y la posibilidad de insistir nuevamente con la ley de presupuesto universitario.