El papa Francisco concretará la semana próxima un importante gesto de equilibrio político: el lunes recibirá a una delegación de la CGT y al día siguiente, según afirmaron a Infobae fuentes inobjetables del Gobierno, tendrá una audiencia con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
La información sobre la visita al Vaticano de la ministra y amiga personal de Javier Milei se mantiene todavía en secreto e incluso fue desmentida enfáticamente por los voceros de Capital Humano, pero en el entorno del Presidente, sin embargo, confirmaron el viaje de Pettovello.
Será una manera de compensar el tono claramente opositor que tendrá la audiencia de la CGT con el Papa este lunes, a las 9.30, en la residencia de Santa Marta, adonde llegará una comitiva que integrarán dos de los cotitulares cegetistas, Héctor Daer (Sanidad) y Pablo Moyano (Camioneros); Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Rodolfo Daer (Alimentación), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Marina Jaureguiberry (docentes privados), Maia Volcovinsky (judiciales) y Argentino Geneiro (gastronómicos), además de un invitado: el líder de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), Alejandro Gramajo.
Allí, los sindicalistas le plantearán sus quejas por la política económica y social de Milei y tratarán de buscar las señales de Jorge Bergoglio que les permitan dejar trascender que el Papa no está de acuerdo con el presidente argentino, un poco al estilo de la foto en la que el Sumo Pontífice posó con el líder del gremio de aeronavegantes, Juan Pablo Brey, y la bandera de Aerolíneas Argentinas justo en medio del debate sobre la privatización de la empresa incluida -y luego excluida- de la Ley Bases.
Pero el equilibrio papal llegará al día siguiente cuando se concrete la audiencia de Pettovello en el Vaticano. Este jueves, quizá como un indicio de lo que vendrá, Pettovello justificó la decisión del Papa de recibir a los sindicalistas: “Tiene que recibir a todos. Hablé unas pocas palabras con él cuando fui con la comitiva (de Milei). El Papa está enterado de lo que pasa en Argentina. Nosotros enviamos informes al Papa y él conoce la situación de la mano de Capital Humano. Le importa mucho”.
El último encuentro de un representante del gobierno argentino con Bergoglio fue el que mantuvo el propio Milei el 14 de junio pasado, pero se trató de un breve saludo entre ambos durante la cumbre de líderes del G7 en Apulia, Italia. Antes, el 14 de febrero, el Presidente había estado reunido a solas con el papa Francisco durante más de una hora en el Vaticano, y luego se sumaron la secretaria general y hermana del mandatario, Karina Milei, y los ministros que formaron parte de la comitiva: Guillermo Francos (por entonces en Interior), Diana Mondino (Relaciones Exteriores) y Pettovello.
Este jueves, tras volver de su extensa gira por Asia y Oceanía, el Sumo Pontífice aseguró que está en sus planes visitar la Argentina, pero aclaró que “primero hay que resolver varias cosas”.
En Singapur, última etapa de su viaje, Bergoglio brindó definiciones en las que podría coincidir la CGT: denunció “la exclusión de aquellos que se encuentran al margen de los beneficios del progreso” y deseó “que se preste una particular atención a los pobres y a los ancianos” que “tanto contribuyen a la construcción de la sociedad y a quienes hay que garantizarles un salario justo”.
En su virtual papel de equilibrista en materia política, el Papa se despedirá de Pettovello y tres días después recibirá a uno de los más fuertes críticos de la ministra, Juan Grabois, quien participará de un encuentro con Francisco por los 10 años del primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares.
La delegación de la CGT, que en su mayoría ya llegó a Roma, le entregará al Papa el documento llamado “Agenda para un nuevo contrato social”, difundido a mediados de abril, que utiliza la central obrera para debatir con otros sectores y en donde figuran propuestas de cambios en la legislación laboral, educación, política industrial, seguridad social, defensa nacional, política energética, transporte, reforma tributaria, protección del medio ambiente, reforma tributaria y seguridad, entre otros temas.
“Los trabajadores organizados reafirmamos nuestro derecho a participar en la discusión y el diseño de la sociedad a la que aspiramos -sostiene en su introducción el documento cegetista-. En ese desafío convocamos a la construcción de un programa de consenso multisectorial, que nos permita avanzar hacia una agenda de diálogo para una Argentina del desarrollo, la producción y el trabajo, solidaria, inclusiva y con igualdad de oportunidades”.
Para esta conducción de la CGT, elegida en noviembre de 2021, será el primer encuentro con el Papa. Como anticipó Infobae, la dirigencia cegetista CGT no puede evitar el estado de pelea permanente y hubo tironeos internos por la delegación que iría al Vaticano. El gestor de la audiencia, Héctor Daer, había advertido a sus colegas que serían muy selectivos y se designó sólo a 8 dirigentes. Por eso surgieron varios cuestionamientos por no haber sumado a la delegación a dirigentes de peso como Armando Cavalieri (Comercio), Ricardo Pignanelli (SMATA), Abel Furlán (UOM), Sergio Romero (UDA), Roberto Fernández (UTA), Sergio Palazzo (bancarios) o Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), entre otros.
De todas formas, era un desafío demasiado complejo conformar a una CGT cuyo consejo directivo integran 49 representantes de distintos gremios y que, como es tradicional, le dan una importancia superlativa a esa codiciada postal con el Papa que engalana todos los despachos sindicales. Igual, las quejas permitieron que se abriera la delegación para Schmid y Geneiro, quien irá en nombre del barrionuevismo ya que la principal figura de ese sector en la CGT, Carlos Acuña (estaciones de servicio), se excusó porque el domingo se unirá a la peregrinación de la Virgen del Milagro, en Salta.
Llamó la atención, en cambio, la presencia como invitado de Gramajo, líder de la UTEP, el sindicato que representa a los trabajadores excluidos del mercado laboral, de fluida relación con la cúpula de la CGT, pero resistido por otros dirigentes que todavía miran de reojo a los movimientos sociales.
Tras agradecer el llamado de la CGT a integrarse a la delegación, Gramajo dijo a Infobae: “Vamos a ver al Papa con la intención de contar los problemas sociales, que son cada día más preocupantes. Cada día empeora la situación de los más humildes, hay más de 1 millón de pibes que se van a dormir sin comer, la situación social y económica de la Argentina es dramática. También queremos escuchar al Papa Francisco, que para nuestro sector ha sido una inspiración y una guía en la pelea por los excluidos y para seguir avanzando en la unidad de los trabajadores, formales o de la economía popular”.
Pese al respaldo de la CGT a la lucha de los sindicatos aeronáuticos, tampoco integrará comitiva que verá al Papa ningún dirigente del sector, aunque es cierto que Brey ya estuvo reunido con Francisco el 12 de junio pasado, cuando se registró la famosa foto con la bandera de Aerolíneas. Quizás pesó el impacto negativo de la información publicada en el diario La Nación acerca de que Edgardo Llano, secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), viajó junto a su mujer y sus cuatro hijas a Madrid en un vuelo de la empresa de bandera, en medio del conflicto. Se fue del país luego de haber amenazado: “Vamos a buscar otra forma de protestar, de reclamar. Y una de las formas es ir a las casas de los funcionarios del gobierno y de los funcionarios de las empresas”.
Por esos azares del destino, o la lógica de la agenda papal, coincidirán en el Vaticano una ministra clave de Milei como Pettovello y sindicalistas críticos del Gobierno como los de la CGT. La titular de Capital Humano podrá tener una foto de alto voltaje político luego de haber quedado en la mira por el hallazgo de comida en galpones a punto de vencerse y que debería haber sido distribuida a comedores comunitarios. El Presidente tuvo que defenderla y ratificarla en su cargo, desde donde maneja áreas clave y sensibles: las secretarías de Educación; Trabajo, Empleo y Seguridad Social; Niñez, Adolescencia y Familia, y Cultura.
La CGT no la trató bien en febrero pasado: la calificó de “arrogante, insensible y discriminatoria” porque la funcionaria no atendió a militantes de movimientos sociales que hicieron cola frente a su ministerio para pedir comida. “Voy a atender uno por uno a la gente que tiene hambre, pero no a los referentes”, les dijo, a tono con su política dura contra “los gerentes de la pobreza”. En agosto, Pettovello se tomó revancha: tras la primera reunión del diálogo social convocada por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, al que no concurrieron los dirigentes sindicales, hizo una publicación desafiante en X: “La mesa de Diálogo Social está abierta. Invitamos a todos los sectores del mundo del trabajo, pero se ve que la CGT le tiene miedo a Moyano”.
Aun así, la titular de Capital Humano tiene buena relación con el ala dialoguista y bajo su órbita está la Secretaría de Trabajo, que acaba de terminar la redacción consensuada del decreto reglamentario de la reforma laboral, que será publicado la semana próxima en el Boletín Oficial. En la CGT están confiados en que se tomaron en cuenta sus sugerencias: “Creo que ordenamos el capítulo laboral. La reglamentación finalmente no desprotegerá la libertad sindical ni los derechos fundamentales del trabajo. Pero veremos cómo queda”, dijo a Infobae un importante jefe cegetista.
¿Eso significa que la dirigencia gremial y el Gobierno tendrán por fin una coincidencia en algo? Si fuera así, ni el Papa, que recibirá a la CGT y a Pettovello con diferencia de horas, podría creer semejante milagro.