Apenas unas horas antes de que se desatara una nueva medida de fuerza de los gremios que agrupan a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas e Intercargo, el sindicalista Edgardo Llano, secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), viajó junto a su mujer y sus cuatro hijas a Madrid (España), en un vuelo de la empresa de bandera. Piensa quedarse allí diez días más, hasta el 23 de septiembre.
El viaje fue en asientos de clase turista -según precisó el diario Clarín- y se realizó el jueves, cuando se realizaban asambleas gremiales para adoptar nuevas medidas de protesta por un reclamo de aumentos salariales y tras el despido de tres comandantes que se negaron a operar un avión en contra del “achique” de la empresa que sigue en manos estatales.
Los empleados de Aerolíneas, como los de otras compañías aéreas, gozan del beneficio de pasajes gratuitos que pueden ser utilizados durante todo el año. También pueden ser beneficiarios los familiares de los trabajadores.
La entidad sindical que encabeza Llano, APA, que también tiene una importante injerencia en otra compañía estatal, Intercargo, no se había adherido a las huelgas del sector la semana pasada, pero ahora ofició como una de las principales impulsoras de estas demandas. Sus afiliados harán asambleas que repercutirán en el funcionamiento de ambas empresas.
La nueva huelga comenzará este mediodía y se extenderá por 24 horas en lo que significa un recrudecimiento del conflicto entre el Gobierno y los sindicatos, que vienen reclamando por una recomposición salarial. Este paro provocará 319 cancelaciones y afectará a más de 37 mil pasajeros.
Aerolíneas Argentinas estimó que el costo económico de este paro “superará los 2 millones y medio de dólares, producto de la pérdida de ventas y por las multas, compensaciones, hotelería, traslados, comidas y otros gastos derivados del daño directo a pasajeros”.
“Vamos a buscar otra forma de protestar, de reclamar. Y una de las formas es ir a las casas de los funcionarios del Gobierno y de los funcionarios de las empresas. Vamos a ir a hacer la movilización a las casas de los funcionarios y a la casa de los presidentes de las empresas para reclamar”, había amenazado Llano hace unos días, acerca de las nuevas formas de manifestarse que estaban en análisis.
Llano lidera desde 2004 la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), el más numeroso del sector, que agrupa al personal de tierra de los aeropuertos, y es secretario general adjunto de la CTA de los Trabajadores, alineada con el kirchnerismo, que conduce Hugo Yasky. Tiene 64 años y ganó las elecciones del gremio en 2022, por lo que seguirá en su puesto hasta 2026. Es el sucesor en el cargo de Ariel Basteiro, quien provenía del socialismo y terminó en el gobierno de Cristina Kirchner como embajador en Bolivia.
En el plano político-sindical, el polémico dirigente que se identifica con el kirchnerismo y es muy cercano a la agrupación La Cámpora integra el Frente Sindical Aeronáutico (FSA), junto con la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA). Desde allí resistieron la sanción de la Ley Bases, que finalmente no incluyó a Aerolíneas Argentinas entre las empresas del Estado a privatizar.
En mayo de este año había pronunciado una polémica frase que incluyó una amenaza hacia los integrantes del Parlamento. “Hay que hacerles sentir presión a los senadores. Les pedimos a los compañeros de Ezeiza y de Aeroparque que hagan lo mismo. Vamos a explicarles a los pasajeros con quien están viajando cada vez que viaje un senador de estos que está traicionando los mandatos populares”, afirmó en tono intimidatorio.