En un marco de abultada incertidumbre por estas horas, en el Senado que comanda Victoria Villarruel comenzaron a aparecer rumores y sospechas que pondrían en riesgo el quorum para la sesión ya convocada de manera oficial para este jueves, con un temario que incluye -en orden de tratamiento- las modificaciones al proyecto de Boleta Única de Papel (BUP), la mejora y blindaje del presupuesto universitario, y el rechazo al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) sobre fondos millonarios para la flamante Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE).
La realidad es que las iniciativas a debatir están cruzadas por bloques que pretenden votar algunas y no quedar expuestos con otras. El caso más emblemático es el del Frente de Todos, que no tendría disponible a sus 33 legisladores -serían 29, hasta el momento- y rechaza de manera contundente la BUP, el primer punto del temario, aunque apuesta a sancionar el presupuesto universitario y desactivar el DNU. Sin embargo, sobre este último punto, los movimientos de la Casa Rosada fueron intensos entre ayer y hoy, lo que sumó interrogantes en el principal espacio opositor en la Cámara alta.
Otra bancada con problemas es la Unión Cívica Radical (UCR), que lo único que tiene claro es el presupuesto universitario. No obstante, la semana pasada puso reparos a la BUP y hay dudas sobre el DNU. De hecho, como contó este medio el domingo pasado, la razón principal de las curiosas observaciones de último momento relacionadas con los cambios en la metodología de votación se dieron por pedidos de gobernadores y legisladores del centenario partido para que el Ejecutivo resuelva inconvenientes de cajas jubilatorias no transferidas a Nación. En esta situación hay 13 provincias de distinto color político.
En resumen, lo que pretenden algunas bancadas es no incentivar un escenario de peleas mayúsculas en el recinto de cara a lo único que interesa: la plata. En pocos días se presentará el Presupuesto 2025 y las provincias precisan cerrar, lo mejor posible, sus cuentas. También, armar un colchón para el año electoral. Sobre este panorama es que la UCR cruje en Diputados por la sesión de mañana y la insistencia -o no- de la ley que mejoró las jubilaciones, tras el veto vigente de Javier Milei.
Más allá del proyecto universitario y el DNU, la BUP presenta el panorama más complejo, ya que una potencial modificación de la ley implicaría su regreso en segunda revisión a Diputados, donde se aguarda la presentación y discusión del Presupuesto 2025. Si no se sanciona antes del último día de febrero próximo, la iniciativa perderá estado parlamentario y volverá a kilómetro cero. Es decir, una victoria para el kirchnerismo.
Del otro lado surfea el Gobierno. Si mañana logra lo que prevé en Diputados por el veto jubilatorio, dicho alivio quedaría relegado en 24 horas con la sanción del presupuesto universitario y el rechazo al DNU de inteligencia, que sería el primero en ser desactivado por el Congreso.
La clave para lo que viene será si los senadores deciden, en conjunto, posponer de nuevo la sesión. Si no, quedarán en público obligados a bajar o no al recinto, con sus evidentes consecuencias en los medios de comunicación, en sus provincias y votantes, en general.
Más allá de lo que pueda ocurrir entre mañana y el jueves, lo que aún no queda claro es por cuánto tiempo se lograría dilatar el avance o no de estas cuestiones, tras jornadas de trifulcas verbales entre oficialistas y opositores. En el medio, los “dialoguistas”, que se bambolean en posiciones que confunden cada vez más y una Casa Rosada que esperó este momento desde hace varias semanas.