Pablo Moyano, el líder de los Camioneros, ratificó su participación en la movilización para el próximo miércoles 11 de septiembre, cuando la Cámara de Diputados trate el veto de Javier Milei a la reforma previsional. Según declaró, de la convocatoria participa la CGT, sin embargo, el sector dialoguista de la central obrera mantiene distancia y hablan de “libertad de acción”.
“Soy uno de los convocantes con el Frente Sindical, las dos CTA y los movimientos sociales vamos a movilizar el día miércoles 11 a partir de las 14 horas en la Plaza de los dos Congresos y ojalá sea una marcha multitudinaria, pacífica y que convenza a aquellos diputados que todavía están dudando de dar vuelta el voto para voltear el veto que puso este empleado del FMI que es el Presidente”, expresó Moyano en diálogo con Radio 10.
Consultado por si efectivamente la CGT convoca respondió: “Por supuesto que sí ayer sacó un documento donde apoya la movilización. Nadie puede mirar para otro lado o callarse la boca en una situación tan importante como defender los salarios de los jubilados. Lo digo yo, quedate tranquilo que se va a movilizar. Los que imporan son los que estamos, los que no van bueno, problema de ellos”.
La indirecta de Moyano fue para los dialoguista de la CGT, entre ellos, Héctor Daer (Sanidad), Gerardo Martínez (UOCRA, Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), quienes negocian con el Gobierno la reglamentación de la reforma laboral.
De hecho, el líder de UPCN también habló sobre la convocatoria a la movilización. “Desde la CGT hemos repudiado el veto. De cualquier manera hay libertad de acción para quienes quieran acompañar este tipo de manifestación, pero no es un tipo específico que la institución CGT decida hacer. Es un asunto táctico, como cualquier coyuntura. Pero no es el tema de fondo, el tema de fondo claramente es avasallar el derecho de la gente, en este caso de los jubilados, de mejorar sus ingresos”, expresó.
“Son dos cosas distintas. La mesa de la CGT se reúne cuando tiene que debatir un caso puntual, pero en estos días no había ningún tema como para reunirse. Nosotros le hemos sugerido al Gobierno que el decreto reglamentario de la reforma laboral de la Ley Bases debía ser consensuado. Si desconoce la opinión del sindicalismo, obviamente nos vamos a oponer. Corre peligro el derecho constitucional de huelga y esto sería un atentado contra la gente que trabaja. Hipotéticamente no podemos decir cómo va a salir, pero la posición de la CGT es clara”, agregó.
El comunicado al que refieren es el que al CGT difundió en los últimos días, donde expresó “su total apoyo al reclamo de las y los compañeros trabajadores jubilados, por una mejora en sus ingresos, en resguardo de su acceso a la salud y en decidido rechazo al veto presidencial contra el aumento de sus haberes. Frente a las consecuencias de una política económica que muestra un alarmante agravamiento de los índices sociales de pobreza, indigencia y desocupación, acompaña las movilizaciones que manifiestan su descontento en el marco del legítimo y constitucional ejercicio del derecho a la protesta”.
“La disposición represiva para acallar las voces y justificar la vergonzosa represión de responder con gases y palos sobre nuestros mayores, en lugar de aportar tranquilidad, suma violencia y genera más tristeza. Para las y los trabajadores de ayer, jubilados de hoy, reclamamos respeto, sin represión; reconocimiento, en lugar de crueldad; a la vez que exhortamos a los legisladores nacionales a honrar el compromiso moral de promover una jubilación justa, para una vida digna”, detallaron.
Desde hace 4 semanas está pendiente una reunión ampliada de la mesa chica de la CGT que debe definir si reanuda el diálogo con el Gobierno y posterga indefinidamente el plan de lucha. Pero el encuentro se fue postergando a la espera de que terminen las negociaciones de los dialoguistas con los funcionarios libertarios para atenuar el efecto de dos artículos de la reforma laboral.
Moyano, de todas formas, admitió que no hay clima aún para ir hacia el tercer paro general de la CGT contra Milei. “Esa decepción y angustia que vive la gente hace que no haya esa efervescencia como para ir a la calle o a un paro general. Creo que se va a ir dando con los aumentos permanentes de los servicios, de las tarifas y de lo que está pasando, pero hay una cierta angustia de la gente de querer proteger su trabajo y no salir, y ver hasta cuánto aguanta”, dijo.