El bloque kirchnerista del Senado fracasó este jueves en un desprolijo intento para sesionar, pese a que nunca existió un encuentro convocado de manera formal para ir al recinto, toda una novedad para un Congreso que continúa con experimentos que lesionan su imagen. De esta manera, el Frente de Todos deberá esperar al jueves próximo para tratar, entre otras cosas, la sanción del proyecto que mejora y blinda el financiamiento universitario, y el rechazo al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) sobre fondos millonarios para la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE).
La curiosa jugada se activó anoche, tras haberse pospuesto la sesión por esos dos temas -y la Boleta Única de Papel- para la semana próxima. A partir de ahí, el Frente de Todos, que comanda el formoseño José Mayans, pidió a la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, que arbitrara los medios necesarios para sesionar esta tarde. De los 33 legisladores, se presentaron 32, a cinco del quorum. Sólo se ausentó la rionegrina Silvina García Larraburu por cuestiones de salud.
El Frente de Todos había logrado días atrás, con gran parte de la oposición dialoguista, sancionar la ley que recomponía las jubilaciones y forzó a Javier Milei a vetarla en su totalidad. Además, de cara al jueves próximo, el proyecto universitario tiene votos de sobra para conseguir luz verde. Mismo caso para el DNU. Es decir, bastante para ganar desde lo político. No obstante, los movimientos de las últimas horas lo dejaron, una vez más, del lado de la derrota.
La situación se agravó incluso en el recinto, con explosivas declaraciones de Mayans y de Eduardo De Pedro, uno de los principales soldados de Cristina Kirchner. Ambos fustigaron -sin nombrar- a legisladores de otras bancadas. El resto de las fuerzas no quiere estar muy cerca del Frente de Todos. Si había dudas, los cariños enviados por los dos senadores selló mucho más ese sentimiento.
El panorama en el recinto tampoco fue auspicioso. De hecho, la autoridad presente allí fue la vicepresidenta de la Cámara alta, la también kirchnerista Silvia Sapag, quien se mostró errática para manejar la no sesión. Primero, preguntó si podía hacer sonar la chicharra y solicitó asistencia, ya que no sabía “cómo invitar al resto de los senadores”; seguido a ello, acusó al oficialismo por la falta de televisación del encuentro, algo falso. Para finalizar su intervención inicial, se quejó por la calefacción apagada.
Al hacer uso de la palabra, Mayans aseguró que la reunión de Labor Parlamentaria de ayer, donde se decidió posponer la sesión con los tres puntos mencionados para el jueves próximo, “fue una tomada de pelo”. En ese sentido y, con un argumento válido, señaló: “Postergan dos temas centrales porque no tienen los votos para la Boleta Única”. Sobre esta cuestión, deslizó que hay fundamentos que apuntan a una “imposible aplicación” del sistema que el Senado quiere modificar y devolver, en segunda revisión, a Diputados.
El formoseño luego apuntó a gobernadores y senadores que se la pasan “especulando” y que “algunos lo hacen por cuestiones personales”; otros, para que suba “su cotización”. Y ató a todo el resto de la oposición como responsables de dilatar “en el tiempo las cosas que el pueblo necesita”.
Mayans no olvidó de denostar el programa económico del Gobierno libertario, con “us$81.000 millones -de deuda- en siete meses”. “Que el Presidente deje de decir estupideces”, enfatizó. Después habló De Pedro y también Oscar Parrilli, que agitó una vez más contra el sector “dialoguista” de la Cámara alta.
No quedó detrás de ellos la bonaerense Juliana di Tullio, quien expresó que dejaron “solos y solas” a “todo el sistema universitario nacional”. “La oposición está sentada y el oficialismo está ausente. No le vendan más un buzón a la gente”, espetó la experimentada legisladora peronista.