En La Libertad Avanza pretenden que los bloques del oficialismo en el Congreso no sufran más deserciones, luego del alejamiento de Lourdes Arrieta en Diputados y de la expulsión del formoseño Francisco Paoltroni de la bancada en el Senado. Por eso, en las últimas horas, hubo reuniones importantes de elementos clave del armado libertario para que esa sangría no se extienda y no debilite aún más el limitado poder de fuego que se tiene a nivel legislativo.
El titular del bloque en la Cámara Baja, el cordobés Gabriel Bornoroni, estuvo reunido esta mañana con Eduardo “Lule” Menem, quien desde su rol como subsecretario de Gestión Institucional de la secretaría General de la Presidencia oficia de nexo con el Parlamento. Después de ese encuentro en la Rosada fuentes oficiales aseguraron que, pese a los rumores, no habrá más desplazamientos entre los legisladores.
La intención es alejar la tormenta lo más pronto posible. El lunes se había decidido la expulsión de Arrieta como diputada, además de haberla desplazado del armado político de su provincia, Mendoza, luego de que diera a conocer los chats internos sobre las negociaciones que hubo para organizar la visita a represores condenados por su participación en delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar. Ese día, a primera hora de la noche, la mendocina se adelantó al cónclave en el que iban a echarla y anunció que se alejaba del espacio para conformar un monobloque al que llamó Fuerzas del Cielo-Espacio Liberal (FE).
Se creía que la ola de expulsiones podría ampliarse con Rocío Bonacci -otra de las legisladoras que fue a la cárcel de Ezeiza en la polémica visita que desató un cimbronazo en el oficialismo- y a Marcela Pagano, quien se encuentra distanciada del titular del bloque, Martín Menem, hace tiempo por la determinación de no otorgarle la presidencia de la Comisión de Juicio Político. Pero cerca de Bornoroni aseguraron que aunque las rispideces no están saldadas en su totalidad no habrá más movimientos internos.
El miércoles, por ejemplo, el senador Ezequiel Ataúche había conversado en Casa de Gobierno con el jefe de Gabinete Guillermo Francos y con otros miembros del Gobierno antes de presentar ante el Senado la nota en la que con el acompañamiento de los otros senadores de la LLA (Juan Carlos Pagotto, Vilma Bedia, Bartolomé Abdala, Ivanna Arrascaeta y Bruno Olivera -los últimos vía mail comunicaron que se sumaban a la decisión- la expulsión bajo el argumento de “diferencias irreconciliables” de Paoltroni, por las críticas a la postulación del juez Ariel Lijo para ocupar una de las vacantes en la Corte Suprema de Justicia.
Fue una muestra de que las aguas estaban muy agitadas dentro del espacio libertario, que incluyeron diferencias explicitas entre Milei y Villarruel sobre el pliego de Lijo. “Somos muy nuevos en la rosca política y por eso pasan este tipo de cosas”, admitió una voz importante cercana al Presidente en los pasillos de Balcarce 50, sobre las diferencias que salieron a la luz entre legisladores de la propia fuerza.
Por eso dentro de este rearmado de la LLA en las últimas semanas hubo un acercamiento con Oscar Zago, el dirigente del Movimiento de Integración y Desarrollo, que hasta abril ejerció como titular de la bancada oficialista en el Senado. Su bloque también lo integran Eduardo Falcone y María Cecilia Ibáñez. La idea de recomponer el diálogo con Zago para conformar un interbloque se produjo luego de una semana que incluyó duras derrotas parlamentarias tras la aprobación del proyecto de ley de reforma jubilatoria -que Milei vetará totalmente- y del rechazo a la asignación de 100 mil millones de pesos destinados al funcionamiento de la nueva SIDE.
También subyace la posibilidad de aunar posiciones legislativas con los integrantes del PRO. El nuevo acercamiento de Milei con Mauricio Macri, en una cena en Olivos, reforzó esta teoría luego de los cortocircuitos que existieron entre el ex presidente y los integrantes del entorno del primer mandatario, como sus hermana Karina y su principal asesor, Santiago Caputo.