La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, negó este lunes haber facilitado la visita de diputados de La Libertad Avanza a represores condenados por delitos de lesa humanidad alojados en el penal de Ezeiza. A su vez, defendió al Servicio Penitenciario Federal tras los señalamientos de que se habría permitido el acceso irregular de los legisladores al penal.
“Es falso de toda falsedad que haya facilitado el ingreso de los diputados para visitar a represores. Me enteré de la visita por los diarios, pero el Servicio Penitenciario Federal actuó conforme a la Ley de Ejecución de la Pena. Esta norma permite que un diputado ingrese con aparatos para registrar la situación, y aunque es una ley antigua que no contempla la tecnología actual, es la que está vigente”, afirmó Bullrich en una entrevista con la emisora Cadena 3 de Rosario.
El escándalo se originó tras la publicación de chats por parte de la diputada Lourdes Arrieta, en los que se describe cómo se coordinó la visita al penal de Ezeiza. Según dichos mensajes, Bullrich habría facilitado el acceso de los legisladores a los condenados por delitos de lesa humanidad, entre ellos Alfredo Astiz, condenado por secuestros y desapariciones durante la dictadura militar de 1976-1983.
La funcionaria nacional negó haber tenido conocimiento previo de la visita y reiteró que ni ella ni el Servicio Penitenciario fueron responsables de coordinar el encuentro. “Si un diputado solicita entrar, el Servicio Penitenciario debe permitir el acceso de acuerdo con la Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad. No recibí ninguna comunicación sobre este tema. Nadie me llamó, y no tuve participación alguna en lo ocurrido”, declaró.
La ministra calificó las acusaciones como una “mentira total y absoluta”, desestimando cualquier vínculo entre su gestión y la polémica visita. Defendió al jefe del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez, señalando que su área actuó conforme a la legislación vigente. “Lo que se hizo está dentro de ley, entonces querer involucrar al servicio penitenciario y más aún a mí, que no nadie me llamó por teléfono y nadie me dijo nada, es una mentira total y absoluta”, manifestó.
La controversia estalló cuando la diputada Lourdes Arrieta reveló detalles del ingreso al penal en redes sociales, indicando que la visita no había sido controlada. En los mensajes, el sacerdote Javier Ravasi habría informado a los legisladores de que el diputado Beltrán Beneditt habló con Bullrich para asegurar que los diputados que deseaban visitar a los “presos políticos” detenidos en Campo de Mayo, Ezeiza y Marcos Paz pudieran hacerlo sin inconvenientes.
La publicación de estos mensajes generó un amplio rechazo político. Los legisladores socialistas Esteban Paulón y Mónica Fein presentaron una solicitud para que Bullrich comparezca ante la Cámara de Diputados y explique su posible participación en el ingreso de los legisladores al penal. Paulón, en declaraciones públicas, exigió respuestas sobre si Bullrich estaba al tanto de las conversaciones entre los diputados y las autoridades del penal para facilitar el acceso a los condenados por crímenes de lesa humanidad.
“Queremos saber si la ministra tenía conocimiento de estas gestiones y si estaba implicada en la elaboración de un anteproyecto de ley para modificar el régimen penal, incluyendo causas de lesa humanidad en esa norma”, señaló Paulón en su pedido formal.
La relación con Mauricio Macri
En otro pasaje del reportaje, Bullrich volvió a marcar una distancia con relación al expresidente Maurico Macri, y afirmó que su prioridad es apoyar al actual gobierno. “Lo hablé con Macri recientemente, y él me dijo que es opositor, mientras que yo soy oficialista. Esta es la diferencia. No se trata de una disputa interna, sino de un concepto”, dijo la ministra en comunicación con Cadena 3 Rosario.
As u vez, explicó que el PRO, hoy presidida por Macri, incluye a otros sectores políticos que están colaborando con el gobierno para avanzar en los objetivos propuestos. “Hay una coalición de gobierno. Petri y yo venimos de otro sector, pero trabajamos en conjunto. También hay legisladores que apoyan al gobierno y no buscan obstaculizarlo. Esto se reflejará en las elecciones del próximo año, y esperamos que los logros sean visibles para todos los argentinos”, añadió.
Asimismo, Bullrich evitó calificar a la vicepresidenta Victoria Villarruel como opositora, a pesar de las tensiones dentro del gobierno. “Evidentemente, hay problemas, pero no existe una ruptura total. Estos problemas los resolverán el presidente y la vicepresidenta”, concluyó.