Apóstoles es la capital del departamento homónimo. La ciudad está ubicada en el sur de Misiones. Es una comunidad chica donde todos, de alguna forma, se conocen. Sus 45 mil habitantes viven, esencialmente, de la producción yerbatera. El pueblo se forjó con base en dos corrientes migratorias principales: la polaca y la ucraniana. Por eso se escuchan tantos apellidos recargados de consonantes.
El caso por tenencia de material de abuso sexual infantil que involucra a Germán y Sebastián Kiczka sacudió la tranquilidad pueblerina. “Estamos conmocionados e indignados”, sintetizó en diálogo con Infobae María Eugenia Safrán, intendenta de la localidad y ex docente de contabilidad de los hermanos que se mantienen prófugos de la Justicia.
“La nuestra es una comunidad tranquila. Somos gente de trabajo. Estamos sorprendidos, atónitos por lo que ha acontecido en los últimos días. Pero a medida que se van conociendo algunos datos, nos da indignación. Sobre todo por Germán, que ha llegado a ser diputado y a representar a la ciudad”, sentenció.
La causa que se tramita en el Juzgado Penal 4 de Apóstoles es tema de conversación cotidiana en la comunidad. Se habla de eso, aunque en voz baja, en la panadería, en el almacén, en la cola del banco. “La gente comenta, sobre todo en los grupos más reducidos que tenemos. Pero está shockeada y es temerosa de hablar de esos temas”, evaluó Safrán.
A los hermanos Kiczka se les imputa tener en su poder material pornográfico que involucra a menores de edad. Los videos e imágenes fueron hallados en computadoras, celulares y dispositivos ubicados en los domicilios de Sebastián y Germán. Ambos están prófugos. El primero desapareció de los lugares habituales después del segundo allanamiento, ocurrido el 6 de agosto. El legislador no fue ubicado por la Justicia luego de su desafuero el jueves pasado. Desde entonces se dispuso un operativo nacional e internacional para capturarlos.
La pizzería, el colegio y la política
Leonardo Kiczka, padre de Germán y Sebastián, es un veterano militante radical. Desde hace años tiene una pizzería en el centro de Apóstoles. El “Leo Pizza Club”, lugar usual de encuentro de los lugareños y punto elegido por los turistas que llegan, sigue abierto a pesar del escándalo. Sebastián, comentan en Apóstoles, era un hombre de la noche. Hasta hace no mucho tiempo tuvo un boliche. Se llamaba Estudio 55. El local está cerrado. Y ahora se alquila para fiestas privadas.
Los hermanos, sobre todo Sebastián, solían estar en la pizzería. “Ellos sentaban en la barra del local a hijos de amigos o conocidos. Y los padres lo tomaban como algo normal. Hoy sienten aberración por haberles confiado a sus hijos”, contó la presidenta municipal.
“Fueron alumnos míos”, soltó Safrán. En la frase, dejó traslucir que no le coincide la imagen de los adolescentes a los que les explicaba asientos y pases al libro mayor con la de los prófugos de la Justicia.
En clases “no se destacaban. Ni por estudiosos ni por revoltosos. Tranquilos. No sobresalían en ningún sentido. No llamaban la atención ni estudiando”, recordó.
Los hermanos Kiczka, sobre todo Germán, eran parte del círculo más íntimo de Pedro Puerta, hijo de Ramón Puerta, ex gobernador y presidente provisional. Merced a esta relación, Germán consiguió ciertas ventajas. Entró a trabajar en una de las empresas del emporio yerbatero de la familia Puerta. Y luego saltó a la política con su amigo Pedro. Primero en Unión Popular, el frente que creó una década atrás Eduardo Duhalde. Y hace unos años con Activar.
La fuerza se integró a Juntos por el Cambio en las últimas elecciones. Así consiguió una banca en el Congreso de la Nación para Florencia Klipauka. Y dos en la Legislatura provincial en las que se sentaron Pedro Puerta y Germán Kiczka. Poco después del triunfo de Javier Milei, Pedro Puerta alineó a Activar en las Fuerzas del Cielo. Así fue como Klipauka saltó de la bancada de Miguel Ángel Pichetto al bloque de La Libertad Avanza.