El expresidente Mauricio Macri aseguró hoy que respalda el veto que anunció Javier Milei a la nueva ley de movilidad jubilatoria que aprobó el Congreso. “Ya no se puede discutir más la necesidad del equilibrio fiscal”, planteó en una breve publicación en sus redes.
“Por el bienestar de nuestros jubilados y los nietos de los jubilados, apoyo el veto del presidente Milei”, sostuvo el exmandatario, que el miércoles por la noche cenó con Milei en la Quinta de Olivos luego de la votación en Diputados donde el PRO votó a favor de rechazar el DNU que aumentó el presupuesto de la SIDE.
El descargo de Macri, a su vez, tiene lugar tras la votación en el Senado, ayer, donde la mayoría de los bloques, incluido el PRO, apoyó y aprobó la ley de movilidad jubilatoria por 61 votos a favor y ocho en contra, lo que representa dos tercios de la Cámara Alta.
“La mayoría de los senadores que ahora expresan su preocupación por los ingresos de los jubilados son los mismos que se opusieron con vehemencia al cierre y venta de empresas del Estado deficitarias y llenas de corrupción”, recordó el ex Jefe de Estado.
Y completó: “Hay que recordar que esos mismos senadores fueron quienes aprobaron la apertura indiscriminada de universidades públicas, fuente de despilfarro, y fachadas para el clientelismo y una corrupción fenomenal. Fueron ellos los que aprobaron el déficit que empobreció a los argentinos. Ya no se puede discutir más la necesidad del equilibrio fiscal”.
“Estafa Moral”
Luego la sesión en el Senado, y tal lo cual había anticipado el vocero presencial, Manuel Adorni, Milei reunió a su equipo económico y anunció el veto a través de un comunicado oficial. “Es una estafa moral”, alegó. En el texto difundido, además, se consideró que la ley “tiene como único objetivo destruir el programa económico del Gobierno” y apuntaron directamente contra el Congreso de la Nación.
“En un acto de populismo demagógico, sancionó un proyecto de ley irresponsable, ilegal e inconstitucional que establece gastos exorbitantes sin su correspondiente partida presupuestaria, lo que implicaría necesariamente que el Gobierno vuelva a caer en las viejas prácticas de la emisión monetaria, el aumento de impuestos, o el endeudamiento, que son las mismas recetas que nos han llevado al fracaso durante los últimos 100 años”, se expresó.
El proyecto que se aprobó establece una actualización mensual con base en el último dato disponible del Índice de Precios al Consumidor (IPC), como el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) vigente que activó el Ejecutivo. Además, incorpora una compensación extra —o “empalme”— del 8,1%, dado que el Gobierno otorgó un 12,5% que no cubre el 20,6% de inflación de enero. Para evitar que la actualización de la canasta básica —que se efectiviza después del pago de los haberes— no quede desfasada, se optó por empujar en ese sentido un mínimo equivalente a 1,09.
Frente a esto, desde la Oficina del Presidente señalaron que “esta ley implica un gasto adicional del 1,2% del PBI, o lo que es lo mismo, 25% del PBI en términos dinámicos, obligando al Estado a contraer deuda que deberán pagar en el futuro los jóvenes argentinos que, gracias a medidas como ésta, hoy son mayoritariamente pobres”.
Reacciones del arco político
Ayer, el diputado José Luis Espert se adelantó a la publicación del comunicado para hacer visible la reunión que mantuvo con el presidente y varios funcionarios del Gobierno -entre ellos Caputo, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y el vocero presidencial, Manuel Adorni- tras sanción de la iniciativa.
“Casta, vení a tocarme el superávit fiscal”, arengó el economista al defender la cruzada encabezada por el presidente para mantener los índices de déficit cero.
Al cabo de unos minutos, la diputada de Hacemos Coalición Federal Margarita Stolbizer fue la primera en repudiar el freno que el Gobierno le pondría al proyecto de ley. “Solamente una manga de varones sinvergüenzas puede reírse por seguir jorobando a los jubilados. La ley votada por el Congreso apenas les cubre parte de la pérdida por la inflación”, apuntó al remarcar que era necesario “frenar el atropello a las instituciones, a los pobres y a la clase media”.