El presidente Javier Milei tiene a la firma un decreto que reformará varias áreas de su gobierno. Específicamente en el caso del Ministerio de Relaciones Exteriores, la iniciativa contempla el traspaso a la órbita de la Secretaría de Culto de los temas de derechos humanos internacionales, la cuestión de los refugiados que depende del ámbito diplomático y el rechazo a la Agenda 2030, que abarca desde la economía verde, a la lucha contra la pobreza mediante asistencia social y otros políticas de tinte progresista.
La novedad ocurrió a pocos días de la renuncia como secretario de Culto del ex diputado nacional por Neuquén, Francisco Sánchez, y su reemplazo por el diputado bonaerense Nahuel Sotelo, alineado sin matices con Milei. “¡Que equipo! Fui privilegiada de haber trabajado con Francisco y ahora a seguir de racha sumando a Nahuel. Ambos compartimos que Roca fue el mejor presidente, pero nuestro objetivo será contribuir para que ese podio cambie de dueño. Felicitaciones futuro Secretario de Culto!”, comunicó la canciller Diana Mondino la semana pasada.
Según pudo saber Infobae, entre los cambios que están trabajando funcionarios del Ejecutivo sobre el organigrama -que abarcará a varias carteras y dependencias descentralizadas- está una modificación significativa en la estructura del Ministerio de Relaciones Exteriores, en una de las áreas que no solía tener mayor exposición pública, como es la secretaría que se dedica a la relación con los credos y donde el vínculo con el Vaticano y el papa Francisco tienen un lugar central.
Guillermo Oliveri, que fue secretario de Culto de los últimos tres presidentes peronistas y de tres papas en Roma, explicó en una entrevista con este medio que aquel que ocupa ese cargo “es el funcionario que coordina la relación institucional entre todas los confesiones religiosas asentadas en el país; por supuesto que la Iglesia Católica, por las características mismas de la institución y esa relación con el Vaticano de Estado a Estado se mantiene a través de la Secretaría y de la Embajada”. La presencia del argentino Jorge Bergoglio en el trono de Pedro es un plus de importancia.
En la reestructuración que trabaja el Gobierno, Culto quedaría, en principio, con una Subsecretaría de Culto y otra Subsecretaría de Derechos Humanos Internacionales y Civilización. Aunque todavía el decreto no se firmó y puede ser sometido a cambios de último momento, la idea que hay en el Ejecutivo es que más allá de las relaciones y gestiones relacionados con los credos y las autoridades eclesiásticas, haya una subsecretaría destinada a ocuparse de revisar los distintos acuerdos firmados por la Argentina y la participación en foros de la Agenda 2030, para tomar un rumbo distinto.
Los cambios que trascendieron de fuentes de Cancillería buscarán reunir en una misma dependencia el objetivo del Gobierno de que las cuestiones vinculadas a la defensa de los derechos humanos en el ámbito internacional y la participación Argentina en foros y espacios de afinidad estén anclados en un alineamiento claro a Occidente -sobre todo a Estados Unidos e Israel- y desvinculados de ideologías de izquierda.
El tema de la Agenda 2030 para Milei es una de las cuestiones clave para su propuesta política. Tanto, que en su primer viaje como presidente al Foro de Davos, planteó que el objetivo de su presencia ante ese encuentro con ejecutivos, empresarios y líderes políticos y de opinión del mundo era “plantar las ideas de la libertad en un foro que está contaminado con la agenda socialista 2030, que solo traerá miseria al mundo”.
El mes pasado, Infobae contó que en el Ministerio de Relaciones Exteriores había incorporado como “fuente de consulta” de Mondino a la abogada Úrsula Basset, una abogada de la UBA con un doctorado en Ciencias Jurídicas que se especializa en temas de Familia y que responde a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Hasta esta reestructuración, tenía la misión informal de “filtrar” temas de “género” y “ambiente” en los foros multilaterales que integra Argentina y donde se trata la Agenda 2023.
Las fuentes oficiales de Cancillería explicaron el rol que cumplía Basset, pero evitaron dar detalles. Tampoco lo hicieron sobre la creación de la Secretaría de Culto y Civilización, una decisión que recién se hará efectiva cuando el presidente Milei firme el decreto. Trascendió que recién estará la semana que viene.