El presidente Javier Milei decidió a último momento suspender el viaje que tenía previsto realizar a México, donde iba a participar de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el mayor y más influyente foro de movimientos de la denominada “nueva derecha”.
El mandatario nacional optó por asistir en su lugar al acto por los 140 años de la Bolsa de Comercio de Rosario, que se realizará el próximo viernes en esa ciudad de la provincia de Santa Fe, donde brindará un discurso orientado al sector agropecuario.
El líder libertario partirá hacia allí el mismo día en el que será la inauguración de la CPAC, por lo que no podrá estar en el evento conservador al que había sido invitado por Eduardo Verástegui, actor y organizador del encuentro.
Por la mañana, las autoridades nacionales no solo habían confirmado el viaje de Milei a México, sino que incluso habían adelantado que era probable que partiera el jueves por la noche, para llegar con tiempo.
Los cambios de planes se dan en medio de las tensiones con su vice, Victoria Villarruel, quien iba a quedar a cargo del Poder Ejecutivo durante los días en los que el jefe de Estado estuviera fuera del país e incluso tenía pensado encabezar una actividad pública.
La relación resquebrajada entre los dos sumó un nuevo capítulo durante el final de la semana pasado, cuando Villarruel no concurrió a la entrega de sables a los jefes de las Fuerzas Armadas en el edificio Libertador y tampoco participó de los actos de homenaje que se le hicieron al Libertador José de San Martín en Mendoza al día siguiente. Las explicaciones que se dieron de uno y otro lado solo sirvieron para alimentar la confusión. En el primer caso, por una invitación que se esperó, pero que no llegó; en el segundo se adujo que fue por cuestiones de salud.
“Quiero pedirle disculpas a Mendoza, a sus autoridades y a los mendocinos por no poder asistir hoy al acto en conmemoración del Paso a la Inmortalidad del General José de San Martín. Lamentablemente, me descompuse y en el aeropuerto me recomendaron no viajar. Los acompaño a la distancia en una fecha tan importante para los argentinos y los mantengo en mi corazón”, escribió Villarruel en su cuenta de X (ex Twitter) para justificar su faltazo al acto que encabezó el gobernador cuyano, Alfredo Cornejo.
Otra vez se los iba a ver a muchos kilómetros de distancia, cada uno desplegando su agenda propia. En México DF, en un hotel del barrio de Polanco, Milei, en lo que iba a ser su 14° viaje al exterior desde que asumió la Presidencia, tenía pensado asistir por tercera vez a un foro de la CPAC. Allí iba a exponer sobre varios de los tópicos que siempre repite como una “defensa inquebrantable” de los derechos individuales, la reducción del tamaño del Estado y la promoción de un sistema económico basado en la libertad de mercado.
“Su mensaje está destinado a resonar profundamente entre los líderes y ciudadanos que buscan un futuro basado en principios sólidos de libertad”, informaron por la mañana los organizadores, cuando todavía estaba confirmada su presencia.
También tenía previsto reunirse con un grupo de empresarios locales, como hizo cuando fue orador de la edición que se realizó en los Estados Unidos, en la que se encontró fugazmente con Donald Trump.
En tanto, el acto de Villarruel va a ser en Jujuy, donde se desarrollará el jueves en el Parque Xibi Xibi de la ciudad de San Salvador; según las estimaciones de fuentes cercanas al gobernador radical Carlos Sadir, se esperan unas 60 mil personas. La Marcha Evocativa del 212° aniversario de la Gesta Heroica del Éxodo Jujeño contará, además, con varios gobernadores del noreste y del noroeste argentino que fueron invitados.
Villarruel, como titular del Senado, afrontará además una semana agitada en el Parlamento, donde se están definiendo cuestiones muy sensibles para el Gobierno. Hay tres temas clave: además de la audiencia por la candidatura de Ariel Lijo para la Corte Suprema y la reforma previsional, se discutirá la presidencia de la comisión bicameral de Inteligencia.
A Milei y a Villarruel se los pudo ver juntos y sonrientes cuando en el multitudinario desfile del 9 de julio sobre la avenida del Libertador se subieron a un tanque militar. Pero unos días después, en La Rural, hubo un saludo frío y quejas desde el entorno de la vice porque sus fotógrafos no pudieron acercarse al palco oficial. Aunque luego la vice volvió a las reuniones de Gabinete en la Rosada el clima tenso, con la desconfianza que despiertan sus movimientos en la secretaria de la Presidencia Karina Milei, sigue en el centro de la escena.