A pesar de que la Secretaría de Trabajo llevó adelante múltiples negociaciones, el Gobierno no logró llegar a un acuerdo con los trabajadores de Intercargo y, si no logra desactivar el conflicto en las próximas horas, se enfrentará a una serie de medidas de fuerza que generarán demoras y cancelaciones en diferentes aeropuertos.
La decisión fue anunciada por la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), que viene reclamando un aumento para los empleados de la empresa estatal.
Los trabajadores en esta firma prestan servicio de rampa a casi todas las compañías aéreas, con excepción de Aerolíneas Argentinas, American Airlines y Flybondi, y ya realizaron protestas a principios de julio pasado, por este mismo motivo.
A través de un comunicado, los gremios del sector señalaron que, habiéndose cumplido todos los plazos de la conciliación obligatoria impuesta por la Secretaría de Trabajo, sin llegar a acuerdo salarial alguno”, todavía hay “un retraso de más del 70%, lo que hace que un alto porcentaje de trabajadoras/es estén con sus ingresos por debajo de la línea de la pobreza”.
“Ante la insensibilidad de quienes nos gobiernan, no nos queda más remedio que comenzar con medidas de acción directa, las que realizaremos en forma escalonada y en diferentes aeropuertos del país, las mismas serán anunciadas previamente a las autoridades empresarias para que no se nos acuse de realizar acciones salvajes”, advirtieron.
En este sentido, los sindicatos precisaron que las primeras asambleas se realizarán este mismo lunes, de 09:00 a 12:00, en Aeroparque, por lo que se prevén demoras y cancelaciones en varios vuelos que lleguen o partan de esta terminal por la mañana.
Según confirmaron a Infobae fuentes de APA y UPSA, las protestas continuarán el próximo jueves en Ezeiza, desde las 21:00 y hasta el final de la jornada, y el martes de la semana siguiente, de 10 a 13, en los aeropuertos de Mendoza y Córdoba.
En caso de haber resolución, volverán a haber ceses de actividades el miércoles 28 de agosto en Ezeiza, también desde las 21:00, y el viernes 30, en Aeroparque, de 6:00 a 9:00, por lo que seguirán viéndose afectadas las operaciones en esos lugares.
Hasta el momento, en el marco de esta discusión salarial, regía la conciliación obligatoria que había logrado el secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Julio Cordero, dependiente de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
Esa instancia se llegó “con el objetivo de garantizar la normalidad en el inicio del período de vacaciones de invierno y privilegiando la normal prestación del servicio en un momento donde miles de argentinos planean desplazarse por todo el país”, según se informó en su momento, aunque instaba “a las partes a continuar dialogando con responsabilidad a fin de alcanzar acuerdos”.
Por su parte, fuentes del sector sindical aseguraron que no hay “ningún tipo de contacto” con el Gobierno, ante el reclamo de un aumento de sueldo para el personal de Intercargo, y remarcaron que no hubo reuniones con el secretario de Trabajo.
A principios de julio, estos dos gremios, junto a la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), encabezaron un paro sorpresivo en Ezeiza y Aeroparque, en ese caso, como rechazo al intento de privatización de Aerolíneas Argentinas del Gobierno y la cantidad de despidos que se registraron en los últimos meses.
Tan solo unos días más tarde, las autoridades nacionales publicaron una Resolución que modificó una serie de normas vigentes, para continuar desregulando el sector, en el marco del DNU 70/2023, que el presidente Javier Milei firmó apenas asumió al frente de la Casa Rosada.
“Seguimos desregulando el mercado aerocomercial. Las operaciones internacionales en Aeroparque no podían ser escala ni usar aviones con más de 200 plazas. Ambas restricciones se liberan. Como resultado, JetSmart comenzará (a operar la ruta) Santiago del Estero-Aeroparque-Rio de Janeiro, que estaba prohibido”, destacó el flamante ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
Si no se llega a un acuerdo, el Gobierno enfrentará un nuevo paro de los trabajadores de aeropuerto, que en lo que va de esta gestión ya llevó adelante varias medidas de fuerza: uno de los primeros fue el 23 de enero, cuando los sindicatos del área se adhirieron a la protesta de la CGT.
Luego de esta manifestación, los maleteros también generaron complicaciones en los vuelos a finales de febrero último, en reclamo de una recomposición salarial, y en mayo, cuando también se plegaron al otro paro general convocado por la central obrera.
En Semana Santa, tenían previsto avanzar con una medida similar, pero la misma se canceló después de que los sindicatos llegaran a un acuerdo salarial parcial con Aerolíneas Argentinas e Intercargo. “Demostrando estar siempre abiertos al diálogo y manteniendo nuestro compromiso tanto con los pasajeros como con la línea aérea de bandera, logramos desactivar la situación de conflicto que motivara el anuncio de medidas para la próxima semana”, indicaron a través de un comunicado.