“El objetivo fue visibilizar la problemática yerbatera. Y nacionalizarla”, explicó a Infobae Jonas Petterson, el productor que trajo su tractor de Misiones a Buenos Aires y lo condujo hasta el frente de la Casa de Gobierno.
Hace 10 días presentaron una nota al Poder Ejecutivo. Solicitaron que se designen autoridades en el Instituto Nacional de la Yerba Mate y que, además, se restituyan las facultades del organismo. Hasta el dictado del DNU 70/23, el INYM podía fijar el valor de referencia del kilo de hoja y de la yerba canchada (con una primera molienda). El decreto le quitó esa potestad.
Este jueves reiteraron el planteo con otro escrito. Los firmantes del documento son la Asociación de productores agropecuarios de Misiones (Apam) y Asociación civil de productores yerbateros del norte misionero (Acpyn). Además, planifican unir fuerzas con otras economías regionales afectadas por la desregulación del mercado.
Durante la protesta hubo problemas con la Policía de la Ciudad que custodia la zona. “Con el tractor circulamos varias cuadras. Llegamos al Cabildo y luego giramos hacia Casa de Gobierno. Ahí tuvimos la idea de subirnos a la vereda a sacarnos más fotos. Entonces intervino la Policía. Nos hicieron bajar y nos quisieron detener. Pero luego de una conversación nos dejaron seguir”, relató.
Una crisis que se profundiza
A comienzos de siglo, el INYM reinstaló la regulación del precio de la yerba que había sido abandonada en los ‘90. Fue luego de un tractorazo histórico de productores y trabajadores. La protesta mantuvo a Posadas como una ciudad sitiada varias semanas.
El Instituto tenía la representación de todos los eslabones de la cadena productiva. “Durante 22 años, el precio de la yerba mate para el productor mejoraba zafra tras zafra”, puntualizó Petterson. Pero hoy la situación cambió.
Según explicó, el productor recibe en mano entre 90 y 120 pesos. El último valor que reguló el INYM, antes del pico inflacionario que corrió desde diciembre de 2023, era de $240. El precio en góndola del producto, por el contrario, ha crecido. El paquete de un kilo ronda los $ 4 mil.
“Al productor le pagan lo que quieren. Y le venden a valores muy elevados a los consumidores”, reflexionó Petterson.
El mecanismo de comercialización que se está utilizando es aún peor. “Nos dan por el servicio (cosecha y el flete hasta el secadero) entre 90 y 120 pesos por kilo. Y te dicen que, cuando ellos vendan, verán qué más pueden pagar. Pero las empresas no especifican ni cuánto es el saldo ni cuándo lo abonarán”, detalló.
“Es un negocio a ciegas, una locura”, subrayó.
El productor acepta el dinero. Y paga entre 40 y 45 pesos al cosechero. Con lo demás debe atender los costos de flete de la chacra hasta el secadero. Y sostener a su familia.
Fuera del esquema quedaron quienes prestaban el servicio de cosecha y poda. “Ahora lo hace el productor. Contrata gente y usa su propio vehículo”, relató Petterson.
Datos
Argentina representa el 60% de las 500 mil toneladas de yerba mate que se producen en el mundo. Es la principal productora y exportadora. Misiones explica el 90% de ese total. El 10% restante corresponde a Corrientes. Se estima que hay alrededor de 15 mil pequeños emprendimientos yerbateros.
El DNU 70/23 le quitó facultades regulatorias al INYM. Y lo dejó como un mero ente destinado a la promoción del producto. Tras conocerse el texto de la norma, el Gobierno misionero anunció que crearía un ente provincial que asumiría esa función. Pero hasta el momento no hubo ningún movimiento en ese sentido.