Diana Mondino aterrizó esta madrugada en el Aeropuerto Internacional Las Américas, de Santo Domingo, la capital de República Dominicana. Viajó al Caribe para asistir a la asunción del reelecto presidente Luis Abinader. Javier Milei había sido invitado, pero desistió de ir por temas de agenda y envió a la canciller. Será una estadía relámpago, centrada en participar en la ceremonia en la que el Jefe de Estado local recibirá los honores y atributos del cargo. Al regreso a Buenos Aires, hay tres temas que ocupan su agenda de política exterior. En tanto que también lidia con la crisis interna desatada por el reclamo de los diplomáticos en rechazo a pagar Impuesto a las Ganancias sobre el plus que reciben por residir en el exterior.
La canciller conoce los reclamos de la Asociación de Profesionales del Servicio Exterior de la Nación (APSEN) porque ha mantenido reuniones con delegados de la agrupación que nuclea a los diplomáticos. De todos modos, mantuvo cautela pública y el conflicto no encuentra aún punto de acuerdo. La protesta incluyó huelgas y retención de tareas. Mañana habrá una asamblea de APSEN para determinar si ejecutan nuevas medidas de fuerza.
En concreto, los diplomáticos rechazan la reglamentación del impuesto a las Ganancias (ahora denominado Impuesto a los Ingresos Personales) que eliminó la exención que regía para el personal diplomático que reside afuera del país. Si bien los diplomáticos profesionales siempre han pagado impuesto a las Ganancias por sus salarios, el adicional por “costo de vida” cobrado por la asignación en el exterior estaba exceptuado.
A la par de ese conflicto interno, Mondino enfoca su agenda de política exterior en atraer inversiones para Argentina y estimular el comercio exterior. El plano geopolítico, en tanto, es direccionado desde Balcarce 50, con énfasis en los intereses de Estados Unidos e Israel, aliados predilectos del Jefe de Estado.
Un tema al que Mondino le presta especial atención es al Acuerdo Mercosur - Unión Europea, que lleva más de dos décadas de discusiones. Argentina impulsa el avance de ese pacto. Este año hubo incertidumbre por las elecciones en el Parlamento Europeo. Pero el cambio en la relación de fuerzas, con el crecimiento de partidos de centro y extrema derecha, no alteraron la conducción del bloque: La alemana Úrsula Von der Leyen logró el consenso para ser reelecta al frente de la Comisión Europea. En ese sentido, Amador Sánchez Rico, embajador de la UE en Buenos Aires ha manifestado el interés del bloque en hacer posible el acuerdo.
Si bien hay disensos internos, con Francia como el obstáculo de mayor peso, en la Unión Europea hay interés en que el acuerdo prospere. Por eso, Mondino se mueve para generar unidad de criterios en el Mercosur. Uruguay y Paraguay tienen sintonía con Buenos Aires. Pero con el regreso de Lula Da Silva a la presidencia, Brasil tiene reparos respecto a la posición de Argentina. La canciller tiene una excelente relación con Mauro Viera, su par brasilero, pese la tensión entre Milei y el jefe del Planalto. El diálogo entre los diplomáticos es fluidos y buscarán equilibrios respecto al pacto birregional.
En ese sentido, Mondino tiene previsto viajar a Brasilia el 4 de septiembre para participar de una cumbre de cancilleres del Mercosur con autoridades de la Unión Europea. Se avanzará en negociaciones para destrabar el acuerdo. Es un asunto central para el Palacio San Martín. La canciller sigue el tema con asesores clave como Leopoldo Sahores, vicecanciller, y Marcelo Cima, secretario de Relaciones Económicas Internacionales.
A nivel regional, Venezuela es una de las banderas del Gobierno argentino. Milei es uno de los líderes regionales más críticos del régimen de Nicolás Maduro. Fue de los primeros en condenar el fraude en las últimas elecciones presidenciales y reconoció la victoria de Edmundo González Urrutia, candidato opositor impulsado por María Corina Machado.
Milei apoyó la resolución de la OEA, de finales de julio, para exigir que Maduro muestre las actas de las elecciones. Pero Brasil, Colombia y México se unieron para bloquear ese intento y la moción fue rechazada. El Jefe de Estado exteriorizó su voluntad de que Buenos Aires sea sede de una cumbre de presidentes de América Latina que rechazan el escrutinio venezolano. Buscó exhibir cartel de líder regional para confrontar con Lula. La idea perdió fuerza y el plan quedó trunco.
De hecho, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, que asumió su mandato el 1 de julio, se anticipó y convocó a los líderes de América Latina que estuviesen en sintonía para reunirse en su país. Incluso, se especuló con la posibilidad de que ese encuentro se realizara mañana en Santo Domingo, a propósito de la asunción de Abinader. La iniciativa no se formalizó.
A mediados de septiembre, la canciller tiene previsto volar a Estados Unidos para participar en la cumbre de las Naciones Unidas. Será en el marco de la Asamblea General que reúne a todos los presidentes de la ONU.
Mientras tanto, Mondino también prepara una gira por Asia. Será tras su paso por Japón, donde estuvo a principios de año, y por China, país que visitó en abril. El próximo destino será la India, una potencia emergente, donde viven 1.400 millones de personas y que proyecta un crecimiento exponencial para los próximos años. Se trata de una nación con peso en el sistema internacional, y prueba de ello es que Milei designó como representante diplomático a un embajador político, como Mariano Caucino.
De no mediar inconvenientes, Mondino estará en Nueva Delhi entre el 6 y el 9 de octubre. Tiene prevista una bilateral con Subrahmanyam Jaishankar, ministro de Relaciones Exteriores del primer ministro Narendra Modi. Además, como es habitual en sus giras internacionales, se espera que viaje escoltada por una comitiva de empresarios argentinos. La India es el principal destino del aceite de soja nacional. A mediados de septiembre, Sahores recibirá al vicecanciller indio y a Dinesh Bhatia, embajador de ese país en Argentina, para coordinar detalles de la gira de la canciller.
De cara a es viaje, en el Palacio San Martín analizan la posibilidad de incluir en esa gira una visita a un país del norte de África. Si bien se pensó en Egipto, la situación geopolítica de Medio Oriente y la tensión interna de Ankara alejaron ese destino. Marruecos es la opción con más chances. Se trata del principal productor mundial de fosfato, un químico que importa Argentina para uso agropecuario. No obstante, la escala africana aún no está definida.
A su vez, Mondino sigue con atención la agenda del G20. Lo hace a través de Federico Pinedo, sherpa argentino en ese organismo multilateral. El plato fuerte será en noviembre, con la cumbre de presidentes en Río de Janeiro. Los tres ítems a deliberar este año son inclusión social y lucha contra el hambre, transición energética y desarrollo sostenible, y reforma de las instituciones de gobernanza global. La agenda hace un hincapié fuerte en lo económico, el ambiente y el cambio climático y, por último, un tema sensible: reformar instituciones financieras globales (como el FMI y la OMC), pero sobre todo modificar la composición del Consejo de Seguridad de la ONU. Brasil quiere ingresar como miembro permanente a ese selecto grupo de países como veto.