La vuelta a sesionar en la Cámara de Diputados de la Nación mostró un nuevo escenario en la relación entrel el oficialismo y la oposición. Ganar o perder en la recinto es una cuestión aritmética, quien suma más votos se impone, pero también marca un clima político, y eso parece haber dejado un nuevo escenario en el Palacio Legislativo.
La sesión duró poco menos de 24 horas y, aunque hay un sentimiento de que todos ganaron algo, hay algunos que creen que ganaron más no solamente por los proyectos que lograron media sanción sino, principalmente, porque entienden que rompieron la hegemonía de La Libertad Avanza en el temario que llegaba al recinto.
A esto se le suma la mirada que tienen varios legisladores de la oposición respecto de lo que fue la sesión. “Abrieron el recinto y se llevaron sólo el régimen pero con cambios. El PRO se llevó esencialidad, la UCR presupuesto para las universidades y UP la fórmula de actualización y el bloqueo de la declaración sobre el fraude en Venezuela. La ecuación no es buena para ellos”, explicó, sonriente, un diputado del kirchnerismo.
El oficialismo se mostró conforme porque logró bloquear las sanciones a los diputados que visitaron a genocidas presos y levantar la sesión que estaba prevista para hoy para debatir y derogar el Decreto 656/2024.
Sin embargo, sufrió un gran traspié con el Registro Nacional de Datos Genéticos para Delitos Sexuales. A pesar de que logró la aprobación, desde LLA querían imponer que el mismo quede bajo la órbita del Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich.
A la hora de votar el artículo 2 que establecía ese cambio, la oposición juntó un número mayor y salió 126 votos negativos contra 111 positivos, por lo que el registro quedó en el mismo lugar en el que hoy está: bajo la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, lo que representó una derrota para Bullrich y una satisfacción para los sectores que ven en la ministra uno de los “peores rostros” del gobierno de Javier Milei.
Para que no queden dudas y evitar cualquier tipo de maniobra, el artículo que establecía que Seguridad iba a tener el registro se modificó de la siguiente manera: “El registro creado funcionará en el ámbito del Ministerio de Justicia, o el organismo que en un futuro lo reemplace”. Es decir, el día que el Ministerio de Justicia desaparezca y se cree uno nuevo, ese será quien tenga bajo su órbita el Registro.
El sector más cercano a La Libertad Avanza hoy está personificado en el PRO y fueron ellos quienes lograron la media sanción para la ley de nombrar servicio esencial a la Educación, la denominada Ley Finocchiaro, que establece que las escuelas primarias y secundarias deben estar abiertas y con el 30% de su personal activo en las jornadas de lucha que lleven adelante los gremios docentes.
La Unión Cívica Radical, también cercana al oficialismo, se mostró conforme porque logró media sanción para la ley de presupuestos para las Universidades Nacionales, que prevé un fuerte incremento en los fondos que hasta ahora giró la administración central.
En esto también “se montó” Unión por la Patria y la izquierda que, aunque sus proyectos perdieron en la votación en general lo que permitió que avance el de los radicales, impusieron modificaciones en la fórmula por la cual se actualizarán los salarios de los docentes y no docentes universitarios.
“Nosotros estábamos en la línea de la diferencia más fuerte con la UCR, que era cómo ajustaban los salarios y no sólo logramos sacarle los fondos para las universidades sino que, además, impusimos nuestra fórmula de ajuste”, explicó a Infobae.
La izquierda también festejó el cambio de la fórmula y uno de sus diputados lo hizo frente a una de las referentes del PRO quien lo miraba sonriendo. “Está bien, hay que festejar cuando se gana”, señaló. “Ahora hay que ver cuánto dura esto”, agregó la legisladora que mostraba signos de cansancio y adelantaba lo que todos saben: Milei y su capacidad de veto podría ir contra este victoria de los que el propio jefe de Estado definió como “degenerados fiscales”.
Para el final sólo quedaban dos temas a tratar: la ley de Armas, que contaba con el consenso necesario para que obtenga una media sanción; y el dictamen de repudio al fraude electoral de Venezuela que salió de la Comisión de Relaciones Exteriores que comanda el diputado Fernando Iglesias (PRO).
El diputado que suele confrontar con Unión por la Patria pidió en un momento apurar el trámite legislativo y tratar el proyecto. Unión por la Patria, que no firmó el dictamen en la comisión, tenía decidido no hacerlo. Al final de la jornada no sólo faltaban los diputados de UP sino que varios legisladores de varios bloques ya no estaban presentes, por lo que sin los 129 necesarios para el quórum la sesión cayó dejando afuera estos dos temas.