La expresidenta Cristina Kirchner expone ante los jueces del Tribunal Oral Federal N° 6, en el juicio que investiga el intento de asesinato que sufrió el pasado 1° de septiembre de 2022. Su declaración comenzó pasadas las 9.30 y en la sala también están presentes los principales acusados, Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo.
Sus principales frases
“Cuando era presidenta, entre los dos períodos, sufrí violencia simbólica y no tan simbólica. Todos saben que no soy feminista, y nunca nadie dijo que me estaban agrediendo en mi condición de mujer”.
“Solamente en la hipérbole argentina puede suceder que cuando entra mi nombre a un rol de acusada o víctima se les queman todos los códigos penales a todos; no tengo dudas, y van por todo”.
“(Diego) Luciani contribuyó a la violencia política. Tuvo prime-time durante 22 días cuando acusó de corrupción, no a mí, al peronismo. Eso motivó manifestaciones en la puerta de mi casa que finalmente concluyó con el tiro fallido, con la bala que no salió”.
“Sería muy ingenuo considerar que las tres personas que están sentadas ahí (por Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo) fueron los que idearon esto… Son los autores materiales”.
“Lo que digita a los medios hegemónicos de comunicación y al poder judicial es, arriba, el poder económico concentrado. Si uno mira quiénes serán beneficiados por el RIGI, son los mismos, o sus hijos, que se llevaban el capital fijo en los 90; ahora se lo van a llevar de los recursos no renovables. Todo eso requiere un andamiaje para que los que nos oponemos a esa entrega nos eliminen de la manera que dé lugar, de un tiro, de una sentencia”.
“El partido judicial es una metodología. Hoy es imposible un golpe militar a la vieja usanza, no es necesario, en épocas de odios o redes, desaparecer o matar a alguien. Han intentado matarme mil veces y no lo lograron. Bueno, ahora intentaron hacerlo de una forma más efectiva”.
“Cuando pasó lo del atentado, al otro día me llamó Francisco, el Papa, y me dijo una cosa muy clara: toda violencia física siempre es precedida de violencia verbal. La estigmatización, el insulto, el agravio, el querer exterminar al otro y no ganarle las elecciones”.
“Milman dijo que ‘cuando la maten, voy a estar camino a la Costa’. Es como un Nostradamus contemporáneo. Los celulares de sus secretarias fueron borrados por el director de tecnología informativa del Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich. Todo tiene que ver con todo”.
“Decían que parecía que yo vi el arma, pero afortunadamente no la vi”.
“La verdad que nunca sentí miedo de sufrir un atentado. Soy una militante que lo hice desde muy joven, y creía que el pacto democrático era donde la vida del otro estaba fuera de toda discusión. (...) Con la vida no, se ganan o se pierden elecciones, pero la vida del adversario no se ponía en juicio. Bastante ingenuidad la mía, porque debí haber advertido los cambios de época”.
“Los vecinos de Recoleta no me querían, ni me quieren”.
“Para mascota del poder no sirvo, no serví ni serviré nunca, y eso les molesta, y les irrita más por ser mujer. No soy feminista, pero no soy estúpida”.
“Yo no manejo la custodia, no les tomo lista. El jefe de mi custodia es el mismo. Actuaron de la manera que actuaron siempre. Cuidándome, con las instrucciones de que no se pusieran en el medio de la gente y yo. No había forma de impedirlo. No sé el número de custodios que tengo. Me sigo acercando a la gente, más allá de que ellos no quieren. Pero el custodio hace lo que el custodiado le dice que haga”.
“Cuando pasó el episodio del atentado, (Máximo Kirchner) estaba con un amigo en Parque Leloir y lo llamaron para decirle que había habido un problema. Pensó que le habían mentido y que me habían matado. También los temores de mi hija. Y mi nieta, Elenita, también con tratamiento, porque tenía miedo de salir de su cuarto, tenía miedo a que la mataran. Una familia que sufre eso tiene consecuencias”.
“La misoginia o el machismo no solamente anida en los hombres, conozco compañeras de género que tienen una profunda misoginia y machismo”.
“Hay una doble revictimización. Primero tengo que demostrar que yo no tuve la culpa de que quisiera matarme, ridículo. Dos, la invisibilización de todo este procedimiento, estamos ante los autores materiales y no estamos ante los financiadores ni los autores intelectuales”.