El ex presidente Mauricio Macri apoyó este miércoles el decreto del Poder Ejecutivo Nacional que le impone el plazo de un año a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para adecuar a sus normas a fin de que los clubes del país puedan convertirse en sociedades anónimas deportivas, las denominadas SAD.
“Sin dudas es un paso adelante, para tener más inversiones y un espectáculo de más calidad, con mejores planteles y mejores estadios. Es un modelo que no sólo funciona bien en Europa, también en Uruguay, en Chile y en Brasil”, dijo Macri, quien impulsa el mecanismo mixto en el fútbol del país desde su época de presidente de Boca Juniors.
Macri señaló, con un argumento similar al del Gobierno del presidente Javier Milei, que la posibilidad de convertir a los clubes en sociedades anónimas no es una obligación, si no que los socios podrán optar por hacerlo, en caso de que deseen que sus equipos deriven en una gestión privada. “Recordemos que el decreto les da a los socios la opción de transformarse en SAD, no es obligatorio para nadie. Los que quieran seguir como están, podrán hacerlo”, dijo el ex dirigente deportivo en su cuenta de la red social X.
Finalmente, advirtió que ahora la responsabilidad de actuar en consecuencia es de la conducción de la AFA. “Tiene un año para adaptar sus reglamentos. No tiene sentido resistirse, ¿a qué le tienen miedo?”, escribió.
Mauricio Macri es uno de los impulsores del cambio en el régimen de administración de los clubes del fútbol argentino, que en la actualidad funcionan como asociaciones civiles sin fines de lucro. Sostiene que la posibilidad de reconvertir a los principales equipos bajo la gestión privada de capitales de todo el mundo provocarán una evolución en el torneo.
El presidente Milei, en consonancia con esa idea, ha afirmado que cuenta con la propuesta de inversión de capitales árabes para equipos argentinos, de gran popularidad en el mundo, aunque sin precisar cuáles.
La administración del deporte más popular del país, sin embargo, resiste esa posibilidad. La posición se resume en que las inversiones por sí mismas no garantizan el éxito de proyectos deportivos, y por otro lado que la función social que muchísimos clubes del país cumplen en sus entornos sería abandonada si el criterio de inversión es sólo el mercado y el negocio que rodea al fútbol.
El presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, sentó posición abiertamente en contra de la medida desde que el Gobierno la incluyó en la agenda pública, e impulsó la aprobación de parte de los clubes de una resolución que prohíbe el ingreso de capitales.
Allí se concentra el nudo de la discusión, que ahora registró un nuevo avance a partir del decreto que emitió el Poder Ejecutivo Nacional en las últimas horas.
En efecto, el artículo 2 del decreto 730 publicado este miércoles 14 de agosto en el Boletín Oficial, incluye una cláusula clave en la Ley del Deporte que establece que, más allá de que las entidades puedan tener un plazo de un año para adaptar sus estatutos y reglamentos “durante el curso del plazo otorgado (...) no podrán impedir, dificultar, privar o menoscabar cualquier derecho a una organización deportiva, incluyendo su derecho de afiliación a una confederación, federación, asociación, liga o unión, con fundamento en su forma jurídica, originaria o derivada, si aquella está admitida por la Ley N° 20.655 y sus modificaciones y complementarias”.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, sumó argumentos a la propuesta del Ejecutivo y criticó a la AFA. “¿Por qué le tienen miedo a que sus socios elijan con mayor libertad como organizarse? ¿Por qué tienen miedo de que entren capitales al fútbol? ¿Tienen miedo de que con clubes más fuertes no podrán dominarlos? ¿Tienen miedo qué con mecanismos de gestión más transparentes aumentará el poder de los clubes en detrimento de la AFA?”, cuestionó.