Mauricio Macri reunió hoy a gobernadores, intendentes y referentes del PRO para tratar temas de la vida partidaria, coordinar las próximas actividades públicas y repasar asuntos de gestión. Fue el primer encuentro en la sede del PRO desde que preside el partido. Al finalizar el encuentro, los dirigentes evitaron subir la tensión con el Gobierno y, en un gesto de distensión en el vínculo con Javier Milei, señalaron que pretenden “ayudar” para que a la gestión libertaria “le vaya bien”.
“El PRO es un espacio que ayuda desde su identidad a este Gobierno para que le vaya bien”, sostuvo Diego Santilli, diputado nacional y nombre fuerte del PRO en Buenos Aires, al salir de la reunión. Fue la línea narrativa del resto de los participantes, que buscó bajar el tono a las tensiones con Balcarce 50.
El encuentro tuvo lugar en medio de un hecho de inevitable actualidad para el PRO: la disputa entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y la Nación por la coparticipación. Desde el fallo de la Corte Suprema de Justicia de diciembre de 22, el Estado le debe una cifra millonaria a los porteños y, además, no regularizó el pago diario del guarismo que le corresponde a Uspallata. El tema no tuvo centralidad en el cónclave, aunque se repasó la situación y se detalló el otro conflicto que surgió a partir de la decisión del Gobierno de quitarle a la Ciudad los subsidios para la tarifa de los colectivos.
Fueron parte de la partida el propio ex presidente, los gobernadores Nacho Torres, de Chubut, y Rogelio Frigerio, de Entre Ríos (por Zoom); los intendentes Soledad Martínez (Vicente López), que es vicepresidenta del PRO, y Guillermo Montenegro (Mar del Plata); los diputados nacionales Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal y Diego Santilli; el secretario general del partido, Facundo Pérez Carletti; el ex secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis. En tanto que Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, no pudo estar presente.
La reunión comenzó a las 16 y duró poco más de una hora. Desde que asumió la presidencia del PRO, en abril, Macri conformó una mesa ejecutiva para seguir y definir temas partidarios. La integran los gobernadores, dos intendentes y algunos referentes partidarios. Las reuniones de ese equipo habían sido en sus oficinas de la calle Libertador, en Vicente López. Pero hoy optó por citarlos a la calle Balcarce 400, a tres cuadras de la Casa Rosada, donde se ubica la sede nacional amarilla.
Los dirigentes buscaron bajarle el tono a la reunión. “Fue un encuentro más, de rutina”, le dijo a este medio uno de los testigos del cónclave. El macrismo busca no escalar los roces públicos con Milei que se inauguraron con el discurso que dio el propio Macri el 1 de agosto, para relanzar el PRO.
Las tensiones persisten. Macri apuntó contra el “entorno” presidencial, con nombres propios: Karina Milei, secretaria General de la Presidencia, y Santiago Caputo, asesor y estratega de La Libertad Avanza. El Gobierno recibió con fastidio esas declaraciones y el vínculo entre el PRO y los libertarios se enfrió. Todo el partido amarillo se encolumnó detrás de esas declaraciones, aunque sin redoblar la apuesta.
El posicionamiento de Macri terminó de romper el diálogo con Patricia Bullrich. La ministra de Seguridad lidera el sector del PRO que se considera oficialismo y trabaja para una fusión con La Libertad Avanza. Es un término que el macrismo evita. El ex Presidente quiere fortalecer su partido, reforzar la identidad, y discutir el armado de listas de 2025 más adelante, en igualdad de condiciones.
“Patricia ya ni es tema de conversación en el PRO. Hoy ni la nombramos”, aguijoneó uno de los dirigentes que participó de la reunión con Macri esta tarde. En el bullrichismo se desmarcan de las criticas de los macristas y sostienen su línea. El equipo de la ministra se regocijó hoy porque Milei compartió un par de proyectos de ley de Damián Arabia y Silvana Giudici, legisladores bullrichistas, para quitarle la pensión de privilegio a Alberto Fernández a partir de la denuncia de Fabiola Yáñez por violencia de género.
Durante la reunión de hoy, Macri dialogó con la mesa del PRO sobre el estado del partido en cada una de las provincias. Pérez Carletti y De Andreis hicieron un repaso en ese sentido. Buscan normalizar los distritos que aún están intervenidos y avanzar en campañas para sumar afiliados.
Ritondo y Soledad Martínez, por su parte, preparan una actividad para relanzar el partido en Buenos Aires. Ambos fueron designados como presidente y vicepresidente, respectivamente, del partido en el mayor distrito del país. Será un evento para formalizar la asunción de las nuevas autoridades. Convocarían a los 16 intendentes del partido y a referentes bonaerenses del PRO.
El macrismo tiene en Martínez y Guillermo Montenegro a dos intendentes de municipios de peso electoral en Buenos Aires. Se trata de dos territorios calves para el partido. A ellos se suman Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, distanciado de Macri y aliado actualmente con Bullrich. Y también Ramón Lanús, de San Isidro, que hace un complejo equilibrio entre Macri y Bullrich.
Macri prepara, mientras tanto, un nuevo proyecto del PRO. Se trata de Generación 3.0, una iniciativa para jóvenes sub 40, que busca formar a dirigentes del partido y aquellos que tengan intenciones de sumarse, a través de la Fundación Pensar, think tank del macrismo.
Además, el ex mandatario se reunirá en los próximos días con los presidentes del PRO en las provincias. Busca darle más participación federal al partido. Pérez Carletti, De Andreis y Darío Nieto trabajan en la organización de ese cónclave.
Por su parte, María Eugenia Vidal dio detalles del evento del evento de relanzamiento de Pensar. Se hará el 29 de agosto en Entre Ríos. Será un evento con cientos de dirigentes del partido, al que están invitados gobernadores, intendentes, legisladores y referentes. Tendrá un esquema de exposiciones en paneles, con el cierre a cargo de la ex gobernadora y un bonus track: un nuevo discurso del propio Mauricio Macri que reforzará los lineamientos de su última presentación, cuando relanzó el partido el 1 de agosto.
Respecto a la situación sobre la disputa de la coparticipación de la Ciudad, el macrismo intenta ser cauto. La disputa está judicializada y apelan a que el tema encuentre una solución política. Se trata de un punto clave en la relación del PRO con Milei. Por eso, el ex Presidente busca poner paños fríos.
La última decisión de Jorge Macri fue presentar un escrito ante la Corte Suprema para denunciar un “incumplimiento reiterado” del fallo por parte de Nación y exigió un “pronto despacho” para destrabar el litigio. En la presentación, Ciudad denunció que la Nación continuó transfiriéndole un 1,4% en concepto de coparticipación y no el 2,95% dispuesto por la Corte. “El Estado Nacional vuelve a incumplirlo, no honrando los compromisos asumidos”, fustigó el alcalde porteño.
Gustavo Arengo, ministro de Hacienda de la Ciudad, se mantiene en contacto con Carlos Guberman, secretario de Hacienda de la Nación, y con Valeria Sánchez, subsecretaría de Provincias. La Corte Suprema ya recibió la denuncia de la Ciudad y en los próximos días habrá movimientos. Es que además del incumplimiento de la medida cautelar por parte de la Nación, aún no se pronunció sobre el tema de fondo en relación con la coparticipación de los porteños.