“El primer mandamiento del bloque es ‘no hablarás’”. Con una ironía, una diputada de la bancada oficialista sintetiza la principal razón que alimenta la interna libertaria que podría derivar en nuevas fugas del espacio.
Si bien reconocen que las tensiones existieron desde un primer momento por las dificultades para cohesionar a legisladores novatos y de diferentes tribus -algunos de extracción peronista, desarrollistas, provenientes del nacionalismo, evangélicos y libertarios “pura cepa”-, la situación explotó a raíz de la visita de un grupo de seis legisladores al penal de Ezeiza para visitar a represores condenados por delitos de lesa humanidad. Aunque se volvió personal algunos días después, por la decisión de dos de las protagonistas de no acatar la orden de bajar el perfil.
Tanto Lourdes Arrieta como Rocío Bonacci se negaron a guardar silencio y apuntaron contra sus compañeros por haber ocultado la identidad de los detenidos que iban a visitar. Pero las diputadas díscolas fueron más allá y aseguraron que tanto Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados, como Gabriel Bornoroni, jefe del bloque, estaban al tanto de todo, a contramano de la versión oficial.
Fue la falta de disciplina partidaria lo que generó mayor enojo entre las autoridades del bloque con Arrieta y Bonacci. De hecho, no hubo sanciones ni condenas contra Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, María Fernanda Araujo y Alida Ferreyra. Probablemente esa misma falta de orden interno fue lo que dejó la puerta abierta para que la diputada Lilia Lemoine, una de las pocas con línea directa con el presidente Javier Milei, saliera a cuestionar en duros términos a sus compañeras.
Entre otras cosas, las acusó de no dar quórum en la última sesión convocada por el oficialismo en Diputados y de ser funcionales al kirchnerismo. También apuntó contra Marcela Pagano, con quien tiene mala relación desde que asumieron.
“Marcela tampoco llegó, la que se fue después de hacerle el homenaje a las monjas con Cecilia Moureau y demás”, dijo Lemoine durante la emisión de su programa de radio No la ven, emitido por LaRz Radio. También aseguró que “fueron tres diputadas que cedieron con el kirchnerismo”, en referencia a la santafesina Rocío Bonacci y la mendocina Lourdes Arrieta.
La respuesta no se hizo esperar y tanto Pagano como Bonacci le contestaron a través de las redes sociales. “Sos una mitómana”, le espetó la ex periodista y aclaró que tanto ella como Arrieta estaban presentes al inicio de la sesión. “Mala compañera y destructora de espacios de trabajo”, remató.
“Una diputada se toma el lujo de señalarme a mí como ‘funcional a los K’ por haber llegado tarde a la sesión porque el vuelo AR 1711 no despegó por un fallo técnico”, dijo a su turno Bonacci, que aclaró que todo se debe a “falta de buen liderazgo”. Y agregó: “Lemoine hace declaraciones falaces públicamente. Y no nos deja otro camino que responderle públicamente también”.
Ante la consulta de Infobae, miembros del bloque atribuyeron la escalada a los problemas de liderazgo dentro del bloque y argumentaron que una posible solución sería habilitar la posibilidad de que las diferentes corrientes internas funcionen con más autonomía, bajo el formato de interbloque. Esta opción es rechazada por Menem y Bornoroni.
A pesar del clima hostil, ninguna de las tres diputadas apuntadas por Lemoine manifestó públicamente intenciones de romper el bloque, incluso insisten en destacar el liderazgo político de Javier Milei. Sin embargo, Arrieta ya hizo averiguaciones sobre el mecanismo parlamentario para conformar un monobloque.
El reclamo que hoy por hoy las unifica está dirigido a la conducción del bloque. Exigen poner un límite a la “impunidad” de Lemoine y que se implementen mecanismos para procesar las diferencias internas y que los desacuerdos no se vuelvan públicos. “Todas las posibilidades están sobre la mesa, nada está descartado, por el mal manejo ya perdimos al MID, que ahora se acercó al PRO, están perdiendo el control”, dijo una de las diputadas a Infobae, en referencia al alejamiento de Oscar Zago y otras dos legisladoras.
“Ahora hay que ver qué pasa, si el bloque va a permitir las agresiones”, agregaron.
En una Cámara de Diputados donde los bloques de la oposición dialoguistas también sufren dificultades para mantenerse cohesionados, el oficialismo podría pagar caro nuevas salidas. Cada voto es fundamental, así quedó demostrado en la sesión que se cayó el pasado miércoles.