El debate legislativo que impulsa el Gobierno para bajar la edad de imputabilidad a 13 años está generando diversas reacciones. Una de las opiniones esperadas era la de la Iglesia Católica. Hoy, a través de un comunicado, la Pastoral Carcelaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó su rechazo a modificar el umbral -actualmente vigente a partir de los 16 años- y la calificó como una “salida superficial” para afrontar la delincuencia en los adolescentes.
“Consideramos que es necesario un nuevo régimen penal juvenil, que acompañe y promueva integralmente el desarrollo de los menores, pero sin bajar la edad mínima de imputabilidad”, señala el texto, que lleva por título: “No encerremos la esperanza”.
En el comunicado, la organización recuerda que conoce “la realidad carcelaria” y realiza un trabajo cotidiano con los menores infractores de la ley y sus familiares. Desde ese lugar, plantea que una de las principales razones para rechazar la baja del umbral para encarcelar adolescentes se debe a que el desarrollo cognitivo y psicológico de una persona, “que le permite razonar, anticiparse, planificar o realizar juicios críticos” aún “está incompleto” entre los 18 y 19 años de edad.
Por lo tanto, hacen hincapié en que la prevención de la conducta delictiva y que debe ser una responsabilidad compartida por toda la sociedad. “En la Pastoral Carcelaria, decimos que cuando alguien comete un delito, trasgrede la ley y cae preso es porque alguien estuvo ausente: la familia, la sociedad, el estado, la escuela, la Iglesia, etc”.
En uno de los apartados más concluyentes, la Comisión Episcopal de la Pastoral Carcelaria define de manera taxativa: “Nunca el encierro, ni penas más duras, ni la baja de la imputabilidad, son la solución para detener la violencia. Son salidas superficiales y sin lógica de solución hacia el futuro”.
El texto parafrasea uno de los mensajes que pronunció el Papa Francisco en la Audiencia General del 23 de septiembre de 2020. “Necesitamos a los jóvenes, necesitamos su creatividad, sus sueños y su valentía, su simpatía y sus sonrisas, su alegría contagiosa y también esa pizca de locura que saben llevar a cada situación, y que ayuda a salir del sopor de la rutina y de los esquemas repetitivos en los que a veces encasillamos la vida”, dijo entonces el Sumo Pontífice. “Los necesitamos, pero NO presos, sino como parte de una sociedad más justa, sana, solidaria, que los incluya para participar y evolucionar, no encerrados en una decadente y oscura involución”, continúa la CEA en el mensaje.
A tono con otras organizaciones que rechazan la baja de la edad de imputabilidad, la entidad eclesiástica destaca la importancia de hacer un relevamiento integral de las condiciones en las que viven los menores, “para entender mejor las causas de sus acciones y permitir una intervención más efectiva del Estado”.
En ese marco, la institución dependiente de la Iglesia Católica reclamó el “presupuesto necesario para acompañar a menores en conflicto con la ley, pero también de todas las instituciones que forman parte de la sociedad civil, con profesionales idóneos y comprometidos”.
“¿Un criminal nace o se hace? Una pregunta que requiere una mirada a fondo, que de alguna manera nos haga recordar y repensar también a nosotros “¿qué llegará a ser este niño?”, para poder acompañar y encauzar la vida y la formación de nuestros menores hacia un futuro prometedor, sin mutilar los derechos fundamentales que posibilitan un legítimo desarrollo”, interroga el comunicado.
Para fundamentar estos argumentos, la CEA señaló que “las estadísticas no justifican la aplicación” de la reforma penal que propone el Poder Ejecutivo. “Se conoce que los delitos cometidos por adolescentes entre 14 y 16 años representan el 0,4%, un porcentaje bajo del total de delitos en el país y que el porcentaje de participación en homicidios es del 0,7%”, señala.
La Pastoral Carcelaria puntualizó que “las normativas internacionales y recomendaciones de organismos como Unicef y la ONU, sugieren mantener una edad mínima alta para la imputabilidad, protegiendo los derechos de los menores”.
“Es necesario pensar con esperanza la realidad de los niños y jóvenes, “la esperanza que lo arrastra todo… que ve lo que será… ama lo que será... Y hace andar a todo el mundo”. Tanto Monseñor Jorge Lozano como otros Obispos expresaron su negativa ante la posibilidad de bajar la edad de imputabilidad a los menores. La Iglesia Católica insiste en la prevención”, sigue el texto.
“Por lo tanto, desde nuestra perspectiva cristiana y de compromiso con la realidad Carcelaria, conociendo de cerca todo lo que está en relación con el delito y la justicia, afirmamos, como ya lo hemos hecho en otras oportunidades, un “No a la baja de la edad de la imputabilidad”.
“Estamos dispuestos a seguir dando razones de nuestra esperanza y una vida nueva para todos, en un mundo de hermanos, donde todos tengamos las mismas oportunidades y posibilidades para crecer y salir adelante en la vida”, concluye el posicionamiento.